Simbolismo de la Navidad
Esta noche platicaremos sobre el simbolismo de la Navidad. Es claro que este es un evento maravilloso, sobre el cual urge meditar. El Sol, cada año, realiza un viaje elíptico que comienza desde el 25 de diciembre en adelante.
Luego regresa otra vez hacia el Polo Sur, hacia la zona donde está la Antártida. Por eso, , vale que reflexionemos en su honda significación. Por estos tiempos comienza el frío, aquí en el Norte, debido precisamente a que el Sol se está alejando hacia las regiones australes, y el 24 de diciembre el Sol habrá llegado al máximum, en su viaje hacia el Sur.
Si no fuera porque el Sol avanza hacia el Norte, desde el 25 de diciembre en adelante, moriríamos de frío, la Tierra entera se convertiría en una mole de hielo y perecería, realmente, toda criatura, todo aquello que tenga vida. Así, pues, bien vale la pena que reflexionemos en el acontecimiento de la Navidad...
El CRISTO-SOL debe avanzar para darnos su vida, y en el equinoccio de la primavera se crucifica en la Tierra; entonces madura la uva y el trigo. Y es precisamente en la primavera cuando debe el Señor pasar por su vida, pasión y muerte, para luego resucitar (la Semana Santa es en primavera). El Sol físico no es más que un símbolo del SOL ESPIRITUAL, del CRISTO-SOL. Cuando los antiguos adoraban al Sol, cuando le rendían culto, no se referían propiamente al Sol físico. No, se le rendía culto al SOL ESPIRITUAL, al SOL DE LA MEDIA-NOCHE, al CRISTO-SOL.
Incuestionablemente, es el CRISTO-SOL quien debe guiarnos en los Mundos Superiores de Conciencia Cósmica. Todo místico que aprende a funcionar fuera del Cuerpo Físico a voluntad, es guiado por el SOL DE LA MEDIA-NOCHE, por el CRISTO CÓSMICO. Es necesario aprender a conocer los movimientos simbólicos del SOL DE LA MEDIA-NOCHE. Él es quien guía siempre al Iniciado, él es quien nos orienta, él es quien nos indica lo que debemos y no debemos hacer. Estoy hablando, pues, en el sentido esotérico más profundo, teniendo en cuenta que todo Iniciado sabe salir del Cuerpo Físico a voluntad (que eso de no saber salir a voluntad, eso es propio de principiantes, o de gentes que hasta ahora están dando los primeros pasos en estos estudios).
Desde que uno, está en la Senda, tiene que guiarse por el SOL DE LA MEDIA-NOCHE, por el CRISTO-SOL, aprender a conocer sus señales, sus movimientos. Si uno lo ve, por ejemplo, hundirse allá en el ocaso, ¿qué nos está indicando?. Sencillamente, que algo debe MORIR en nosotros. Si uno lo ve surgir por el Oriente, ¿qué nos dice eso?. Que algo debe NACER en nosotros... Cuando salimos bien en las pruebas esotéricas, él brilla en toda su plenitud (en el horizonte). El Señor nos orienta en los Mundos Superiores, y uno tiene que aprender, pues, a conocer sus señales. Dubui, y muchos otros, han estudiado el maravilloso acontecimiento de la Navidad. No hay duda (y eso lo reconoce Dubui) de que todas las religiones de la antigüedad celebraron la Navidad...
Así como el Sol físico avanza hacia el Norte, para dar vida a toda la creación, así también el SOL DE LA MEDIA-NOCHE, el SOL DEL ESPÍRITU, el CRISTO-SOL, nos da vida si nosotros aprendemos a cumplir con sus mandamientos. En las Sagradas Escrituras, obviamente, se habla del acontecimiento Solar (y hay que saberlo entender entre-líneas). Cada año se vive, en el Macro-Cosmos, todo el Drama Cósmico del CRISTO-SOL (cada año, repito).
Téngase en cuenta que el CRISTO-SOL debe crucificarse cada año en el mundo, vivir todo su drama de la vida, pasión y muerte, para luego resucitar en todo lo que es, ha sido y será, es decir, en todo lo creado. Así es como todos recibimos la vida del CRISTO-SOL. También es cierto que cada año el Sol, al alejarse por las regiones australes, nos deja (aquí en el Norte) tristes, pues él va a dar la vida a otras partes. Las noches largas del invierno son fuertes; en tiempo de Navidad, los días son cortos y las noches largas.
Vamos reflexionando en todo esto, y conviene que entendamos lo que es, ciertamente, el Drama Cósmico. Se hace necesario que en nosotros también nazca el CRISTO-SOL (él debe nacer en nosotros). En las Sagradas Escrituras se habla claramente de "BELÉN" y de un "establo" donde él nace. Ese "establo" de "Belén" está dentro de nosotros mismos, aquí y ahora. Precisamente, en ese "establo interior" moran los animales del deseo, todos esos "Yoes" pasionarios que cargamos en nuestra psiquis; eso es obvio.
Belén mismo, es un nombre esotérico. En tiempos en que el Gran Kabir Jesús vino al mundo, la aldea de Belén no existía. De manera que eso es completamente simbólico. BEL es una raíz caldea que significa "TORRE DEL FUEGO". De manera que, propiamente dicho, BELÉN es "TORRE DE FUEGO...". ¿Quién podría ignorar que BEL es un término caldeo que corresponde, precisamente, a la TORRE DE BEL, la TORRE DEL FUEGO?.
Así, pues, BELÉN es simbólico completamente. Cuando el Iniciado trabaja con el Fuego Sagrado, cuando el Iniciado elimina de su naturaleza íntima los "agregados psíquicos", cuando en verdad está realizando la GRAN OBRA, indubitablemente ha de pasar por la INICIACIÓN VENUSTA. El descenso del Cristo al corazón del hombre, es un acontecimiento cósmico-humano de gran trascendencia. Tal evento corresponde, en verdad, a la INICIACIÓN VENUSTA.
Desafortunadamente, no se ha entendido realmente lo que es el Cristo. Muchos suponen que el Cristo, exclusivamente, fue Jesús de Nazareth, y están equivocados. Jesús de Nazareth como hombre, o mejor dijéramos, Jeshuá Ben Pandirá como hombre, recibió la Iniciación Venusta, lo encarnó; mas no es el único que haya recibido tal Iniciación. Hermes Trismegisto, el tres veces grande Dios Ibis de Thot, también lo encarnó. Juan el Bautista, a quien muchos consideraban como el CHRISTUS, el UNGIDO, incuestionablemente recibió la Iniciación Venusta, lo encarnó.
Los Gnósticos Bautistas aseguraban, en la Tierra Santa, que el verdadero Mesías era Juan y que Jesús era tan sólo un Iniciado que había querido seguir a Juan. Habían, por esos días, disputas entre los Bautistas y los Gnósticos Esenios (y otros). Así pues que, debemos entender al Cristo como es: no como una persona, no como un sujeto. El Cristo está más allá de la personalidad, del "Yo" y de la individualidad; el Cristo, en esoterismo auténtico, es el LOGOS, el LOGOS SOLAR, representado por el Sol.
Ahora comprenderemos por que los Incas adoraban al Sol; los Nahualts le rendían culto al Sol, los Mayas lo mismo, los Egipcios idénticamente, etc. No se trata de la adoración a un Sol físico, no, sino a lo que oculta tras ese símbolo físico. Obviamente, se adoraba al LOGOS SOLAR, al Segundo Logos. Ese Logos Solar es unidad múltiple perfecta (la variedad es unidad). En el mundo del Cristo Cósmico, la individualidad separada no existe; en el Señor, todos somos UNO.
Me viene a la memoria, en estos momentos, cierto experimento (dijéramos) esotérico, realizado hace ya muchos años. Entonces, sumergido en profunda meditación, logré ciertamente el Shamadí, el estado de Manteya, o éxtasis, como se le denomina en el esoterismo occidental. Deseaba yo, por aquella época, saber algo sobre el Bautismo de Jesús El Cristo (que bien sabemos que Juan lo bautizó).
Fue profundo el estado de abstracción, logré el perfecto DARANA (o sea, CONCENTRACIÓN), el DYANA (la MEDITACIÓN), y al fin conseguí el Shamadí (yo me atrevería a decir que fue un MAHA-SHAMADÍ, porque abandoné perfectamente los cuerpos Físico, Astral, Mental, Causal, Búddhico, y hasta el Átmico). Conseguí, pues, retrotraer mi Consciencia (en forma íntegra) hacia el Logos. Así, pues, en ese estado LOGOICO, como un "DRAGÓN DE SABIDURÍA", hice la correspondiente investigación.
De inmediato me ví en la Tierra Santa, dentro de un Templo; pero, cosa extraordinaria: me ví, a mí mismo, convertido en Juan El Bautista, con una vestidura sagrada. Ví cuando a Jesús lo traían con su vestidura blanca, su túnica blanca. Dirigiéndome a él, le dije: "Jesús, desvístete de tu túnica, de tu vestidura, porque voy a bautizarte...". Después saqué, de un recipiente, un poco de aceite (de ese de los Olivos), le conduje al interior del Santuario, lo ungí con aceite, le eché agua, recité los mantrams o ritos. Posteriormente, ya el Maestro se sentó en su silla, aparte. Yo guardé todo nuevamente, lo puse en su lugar, y di por terminada la ceremonia...
Pero yo me vi, a mí mismo, convertido en Juan. Claro, una vez pasado el éxtasis, o Shamadí, me dije: "¿Pero cómo va a ser posible que yo sea Juan El Bautista?. ¡Ni remotamente, yo no soy Juan El Bautista...!". Quedé bastante perplejo, y dije: "Voy a hacer, ahora, otra concentración pero ahora no me voy a concentrar en Juan, voy a concentrarme en Jesús de Nazareth". Entonces escogí, como motivo de concentración, al gran Maestro Jesús. El trabajo fue largo y dispendioso, la concentración se fue haciendo cada vez más profunda. Pronto pasé del DARANA (concentración) al DYANI (meditación); del DYANI pasé, posteriormente, al Shamadí, o sea al éxtasis.
Hubo un esfuerzo supremo, que permitió desvestirme de los cuerpos Físico, Astral, Mental, Causal, Búddhico y Átmico, hasta retrotraer mi Conciencia, absorberla en el mundo del Logos Solar. Y en tal estado, queriendo saber sobre el Cristo-Jesús, me ví a mí mismo convertido en Cristo-Jesús, haciendo milagros y maravillas en la Tierra Santa, curando enfermos, dando la vista a los ciegos, etc., etc., etc., y por último me vi vestido con la vestidura sagrada, llegando ante Juan, en aquel Templo. Entonces Juan se dirigió hacia mí, y me dice: "Jesús, quítate tu vestidura, porque voy a bautizarte...". Se cambiaron los papeles: ya no me vi en Juan, sino en Jesús, y recibí el Bautismo de Juan, tal como lo he dicho.
Pasado el Shamadí, regresado al Cuerpo Físico, vine perfectamente a evidenciar, con toda claridad, que en el mundo del Cristo Cósmico todos somos UNO. Si hubiera querido meditar en cualquiera de ustedes, allá en el mundo del Logos me hubiera visto convertido en cualquiera de ustedes, viviendo la vida de ustedes. Y es que allí no hay individualidad, no hay personalidad ni "Yo". Allí, todos somos UNO; en el mundo del Logos, no existe la individualidad separada. El Logos es UNIDAD MÚLTIPLE PERFECTA, es una energía que bulle y palpita en todo lo creado, que subyace en el fondo de todo átomo, de todo electrón, de todo protón, y se expresa (vivamente) a través de cualquier hombre que está debidamente preparado.
Bien, he hecho esta aclaración-síntesis con el objeto de especificar mejor el acontecimiento de Belén... Cuando un hombre está debidamente preparado, pasa por la Iniciación Venusta (pero debe estar debidamente preparado), y en la Iniciación Venusta consigue la encarnación del Cristo Cósmico, en sí mismo, dentro de su propia naturaleza. Inútilmente habría nacido Jesús en Belén, si no naciera en nuestro corazón también.
Inútilmente habría muerto y resucitado en la Tierra Santa, si no muere y resucita en nosotros también (esa es la naturaleza del SALVADOR-SALVANDUS). El Cristo Íntimo debe salvarnos, pero salvarnos desde adentro (a todos nosotros). Quienes aguardan la venida de Jesús de Nazareth para un remoto futuro, están equivocados.
El Cristo debe venir ahora, desde adentro; la segunda venida del Señor es desde adentro, desde el fondo mismo de la Consciencia. Por eso está escrito lo que él dijo: "Si oyeres a alguien diciendo que en la plaza pública está El Cristo, no creáis. Y si os dijeran: está allí en el Templo, predicando, no creáis...". Es que el Señor no vendrá esta vez desde afuera, sino desde adentro; vendrá desde el fondo mismo de nuestro corazón, si nosotros nos preparamos.
Pablo lo aclara, diciendo: "De su virtud tomamos todos gracia por gracia" (entonces, hay documentación). Si uno se estudia cuidadosamente a Pablo de Tarso, veremos que rara vez alude (él) al Cristo histórico. Cada vez que Pablo de Tarso habla sobre Jesús-Cristo, se refiere al Jesús-Cristo Interior, al Jesús-Cristo Íntimo, que debe surgir en el fondo de nuestro Espíritu, de nuestra Alma. En tanto un hombre no lo haya encarnado, no puede decirse que posee la vida eterna. Sólo Él puede sacar a nuestra Alma del "HADES", sólo Él puede, verdaderamente, darnos vida, y dárnosla en abundancia. Así, pues, debemos ser menos dogmáticos y aprender a pensar en el Cristo Íntimo (eso es grandioso)...
Todo el simbolismo relacionado con el nacimiento de Jesús, es Alquimista y Cabalista. Se dice que tres Reyes Magos vinieron a adorarle, guiados por una Estrella. Ese pedazo no se podría entender, francamente, si no se supiera de Alquimia, porque es Alquimista... ¿Cuál es esa Estrella, y cuales son esos Reyes Magos?. Yo les digo a ustedes que esa Estrella no es otra que la del SELLO DE SALOMÓN, la ESTRELLA DE LAS SEIS PUNTAS, símbolo del LOGOS SOLAR.
Obviamente, el triángulo superior representa a AQUEL, representa al AZUFRE, es decir, al FUEGO. Y el inferior, ¿qué representa en Alquimia?. Al MERCURIO, al AGUA. Pero, ¿a qué clase de AGUA se refieren los Alquimistas?. Dicen ellos: "AL AGUA QUE NO MOJA, al NÚMERO RADICAL METÁLICO", o en otros términos, al "EXIOHEHARI" al "ESPERMA SAGRADO". Indubitablemente, mediante la transmutación de las secreciones sexuales, se elabora esa AGUA extraordinaria, las "AGUAS PURAS DE AMRITA", el MERCURIO DE LA FILOSOFÍA SECRETA.
Bien vale la pena que nosotros meditemos en el SELLO DE SALOMÓN. Allí tienen ustedes el triángulo superior, representación vívida del AZUFRE, y al interior, representación vívida del MERCURIO. Quiere decir que el FUEGO SAGRADO, el Fuego del Espíritu Santo, debe en nosotros fecundar a la MATERIA CAÓTICA, para que surja la vida; debe fecundar al MERCURIO DE LA FILOSOFÍA SECRETA. Indubitablemente, resulta un poco difícil entender la cuestión de la estrella de Belén, si no apelamos al SELLO DE SALOMÓN y a la Alquimia.
Repito: el Mercurio es el "Alma Metálica del Esperma Sagrado; el Azufre es el Fuego Sagrado del Kundalini. Entendido eso, podemos aclarar algo más: debe, el Azufre, fecundar al Mercurio. Con el Mercurio, fecundado por el Azufre, podemos fabricar los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser. De manera que si no entendiéramos esto, no entenderíamos tampoco el SELLO DE SALOMÓN ni la Estrella, pues, que se apareció a los Reyes Magos.
Aquí tenemos, para mejor explicación los tres Mercurios: 1º.- Esto es, lo que los Alquimistas denominan "AZOGUE EN BRUTO", o sea el ESPERMA SAGRADO, propiamente dicho. 2º.- Este segundo Mercurio es, precisamente, el ALMA METÁLICA del primero. Mediante la transformación del ESPERMA, se convierte éste en energía. A esa energía sexual se le denomina "ALMA METÁLICA DEL ESPERMA". 3º.- Es el más importante. Es precisamente, el famoso MERCURIO, fecundado por el AZUFRE.
Esto es un poco complicado y difícil de entender, pero si ustedes ponen atención, podrán siquiera forjarse una idea. Si quieren que les explique lo que es la Navidad, tengo que explicarla como es, o no explicarla... Incuestionablemente, lo primero que tenemos es el AZOGUE EN BRUTO, el ESPERMA SAGRADO. Segundo, la energía sexual, resultado de la transmutación del Esperma. Tercero, el Mercurio ya fecundado por el Azufre, o en otros términos, la energía sexual ya fecundada por el Fuego Sagrado, mezcla (pues) de ENERGÍA y FUEGO que sube por la Espina Dorsal, para llevarnos a la Auto-Realización Íntima del Ser. Este tercer Mercurio es el "ARCHÉ" de los griegos. De manera que en el "ARCHÉ", hay Sal, hay Azufre y hay Mercurio (eso es obvio).
Allá arriba, en el Macro-Cosmos, la Nebulosa (por ejemplo) está compuesta de Sal, Azufre y Mercurio (allí hay "ARCHÉ", es el "ARCHÉ" de los griegos; de allí salen las unidades cósmicas). Aquí, abajo, nosotros necesitamos fabricar el "ARCHÉ". ¿Cómo?. Mediante la transmutación. Y de ese "ARCHÉ", que será un compuesto de Sal, Azufre y Mercurio, nacerán los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser.
Si alguien posee los Cuerpos Astral, Mental y Causal, se convierte en un hombre de verdad (eso es obvio), y recibe sus principios anímicos y espirituales. Claro, al principio no tenemos sino el AZOGUE EN BRUTO, que hay que transmutarlo, es decir, las SECRECIONES SEXUALES hay que transmutarlas, sublimarlas, convertirlas en energía. Esa energía se denomina "ALMA METÁLICA DEL ESPERMA", esa energía sube por los cordones espermáticos hasta el cerebro. Posteriormente, esa energía une sus polos positivos y negativos en el coxis, cerca del TRIBENI, y entonces surge el Fuego. El Fuego fecunda a tal energía; el Fuego, mezclado con tal energía, sube por la Médula Espinal hasta el cerebro.
El excedente de tal Mercurio, fecundado por el Azufre, viene a cristalizar en los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser. Primero se formará el Cuerpo Astral; segundo, se formará el Cuerpo de la Mente, y tercero, se formará el Cuerpo Causal. Cuando alguien posee los Cuerpos Astral, Mental y Causal, recibe sus principios anímicos y espirituales, es decir, se convierte en un hombre, en un hombre de verdad. Así, pues, eso es indispensable. Pero crear los Cuerpos Existenciales del Ser, es una cosa, y llevarlos a la perfección, es otra cosa diferente.
Incuestionablemente, la Sal, el Azufre y el Mercurio son la base de todo. Donde quiera haya materia, hay Sal; toda materia se reduce a la Sal y toda Sal puede ser convertida en Oro. Así, pues, los Cuerpos Existenciales del Ser, vienen a ser una mezcla de Sal, Azufre y Mercurio. La Sal de cualquiera de esos Cuerpos, mediante la acción combinada del Azufre y del Mercurio, se convierte en Oro. Convertir tales Cuerpos en Oro, en VEHÍCULOS FINOS DE ORO, sería lo indicado, y esa es la Gran Obra. Pero no se podría realizar tal prodigio, si no se recibiera una ayuda extra.
Esa ayuda maravillosa consiste en la NAVIDAD DEL CORAZÓN: debe nacer El Cristo en el corazón del hombre, para que se pueda realizar esa gigantesca labor, cual es la de transformar los Cuerpos Existenciales del Ser, en VEHÍCULOS DE ORO PURO...
Así, pues, situémonos en cualquier vehículo de estos: el Cuerpo Astral. Imaginemos a una persona que tiene un Cuerpo Astral. Uno sabe que tiene un Cuerpo Astral cuando puede usarlo, cuando puede moverse con él, consciente y positivamente; cuando puede viajar de un planeta a otro con el mismo... Imaginemos a una persona que tiene ese Cuerpo Astral, pero que está trabajando para convertirlo en un VEHÍCULO DE ORO PURO, es decir, que quiere perfeccionarlo. ¿Cómo podría hacerlo, si no elimina el MERCURIO SECO (es decir, los "yoes") y el AZUFRE ARSENICADO, es decir, los átomos sanguinolentos de la lujuria?.
Obviamente, necesitará ayuda, y si consigue eliminar el MERCURIO SECO y el AZUFRE ARSENICADO, o AZUFRE VENENOSO, entonces su Cuerpo Astral se convertirá en un VEHÍCULO DE ORO. Más la labor es difícil. Afortunadamente, el Cristo Íntimo interviene y ayuda, eliminando todo ese MERCURIO SECO y ese AZUFRE VENENOSO, o ARSENICADO. Y el fin, como resultado de esos trabajos, tal VEHÍCULO se convierte en un CUERPO DE ORO.
La Sal, que viene a convertir ese Cuerpo Astral en un VEHÍCULO DE ORO precioso, forzosamente tendrá que pasar por varias etapas. La primera está simbolizada por el COLOR NEGRO, por el CUERVO NEGRO, por SATURNO. ¿Por qué?. Porque el Iniciado habrá de entrar en un franco trabajo de MUERTE: tendrá que eliminar, destruir, desintegrar todos los "elementos inhumanos" que lleva en su Cuerpo Astral (y eso es MUERTE, es podredumbre), hasta conseguir el COLOR BLANCO, que es fundamental. Obviamente, ese COLOR BLANCO está representado por la PALOMA BLANCA. A los Iniciados de Egipto se les ponía el "BA", o sea la vestidura de lino blanco, para representar, pues, la castidad, la pureza...
Después, el tercer símbolo es el ÁGUILA AMARILLA (recibe, el Iniciado, el derecho a usar la túnica amarilla). El cuarto, en la cuarta fase del trabajo, el Iniciado, pues, recibe la PÚRPURA. Si recibe la PÚRPURA, ya su Cuerpo Astral ha quedado convertido en un VEHÍCULO DE ORO PURO, de la mejor calidad. El Jefe de todo este trabajo Alquimista, es precisamente el Cristo Íntimo.
Los sabios dicen que "la Sal, el Azufre y el Mercurio, son los instrumentos pasivos de la Gran Obra". "Lo más importante (dicen ellos) es el MAGNÉS INTERIOR". Ese "MAGNÉS", citado por Paracelso, no es otra cosa sino el Cristo Íntimo, el Señor. Él debe realizar, en verdad, toda la Gran Obra. He citado como ejemplo el Cuerpo Astral, pero idéntica labor hay que hacer con cada uno de los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser. Tal labor, sin el "MAGNÉS INTERIOR" de la Alquimia, sería algo más que imposible.
Por eso es que, incuestionablemente, al comenzar uno la Gran Obra, debe encarnar al Cristo Íntimo. Él nace en el establo de nuestro propio cuerpo (ahí dentro tenemos todos los animales del deseo, de las pasiones inferiores); Él tiene que crecer, desarrollarse a través del ascenso, de los grados, hasta convertirse en un HOMBRE ENTRE LOS HOMBRES, hacerse cargo de todos nuestros procesos mentales, volitivos, sexuales, emocionales, etc., etc., etc., pasar como un CUALQUIER ENTRE CUALQUIERAS...
Siendo El Cristo un Ser tan perfecto, que no es un pecador, sin embargo tiene que vivir como pecador entre pecadores, desconocido entre los desconocidos; esa es la cruda realidad de los hechos. Pero va creciendo, se va desarrollando, a medida que va eliminando (en sí mismo) los "elementos indeseables" que llevamos dentro. Es tanta su integración con nosotros mismos, que se echa toda la responsabilidad sobre sus hombros: se ha convertido en un pecador como nosotros (siendo que Él no es pecador), sintiendo, en carne y hueso, las tentaciones, viviendo como cualquiera, y así, poco a poco, a medida que va eliminando los "elementos indeseables" de nuestra psiquis (no como algo ajeno, sino como propios, de Él), se va desarrollando y desenvolviendo en el interior de sí mismos (eso es precisamente lo maravilloso.
Si no fuera así, a uno le sería imposible, pues, realizar la Gran Obra). Es Él quien tiene que eliminar todo ese MERCURIO SECO y todo ese AZUFRE VENENOSO, para que los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser puedan convertirse en VEHÍCULOS DE ORO PURO (Oro de la mejor calidad, claro está).
Los tres Reyes Magos que vinieron a adorar al Niño, representan los colores de la Gran Obra. El primer color es el NEGRO. Cuando estamos perfeccionando un Cuerpo (repito), está simbolizado eso por el CUERPO NEGRO DE LA MUERTE. Es la Obra de Saturno, simbolizada por aquel Rey Mago de color negro. Entonces estamos pasando por una MUERTE: la muerte de todos nuestros deseos y pasiones, etc., etc., en el Mundo Astral.
La PALOMA BLANCA sigue después; es decir, en el momento en que ya, habiendo desintegrado todos los "Yoes" del Mundo Astral, tenemos derecho a usar la túnica de lino blando, la túnica del "BA" egipcio, la túnica de IESUS, es claro que está representado, como dije, por la PALOMA BLANCA. Ese es el segundo de los Reyes, el Rey Blanco. Y si se ha avanzado mucho (hacia la perfección del Cuerpo Astral) y apareciera el color amarillo en el mismo, se tiene derecho a usar la túnica amarilla. Es entonces cuando aparece el ÁGUILA AMARILLA, y esto nos recuerda al tercero de los Reyes Magos, el de raza amarilla.
Por último, la CORONA DE LA OBRA es la púrpura. Cuando un Cuerpo (sea el Astral, el Mental o el Causal, etc.) ya es de Oro puro, se recibe la púrpura de los Reyes (porque se ha triunfado) y es esa la púrpura que todos los Reyes llevan sobre sus hombros. De manera que allí ven ustedes que los tres Reyes Magos no son, como muchos creen, tres personas. ¡No señor: son los colores fundamentales de la Gran Obra, y el Jesu-Cristo es Íntimo, vive adentro!. Jesús, en hebreo, es Jeshuá, y Jeshuá es SALVADOR, y como Salvador, nuestro Jeshuá particular tiene que nacer en este "establo" que llevamos dentro, para realizar la Gran Obra. El es el "MAGNÉS INTERIOR" del laboratorio Alquimista. El GRAN MAESTRO debe surgir, pues, en el fondo de nuestra Alma, de nuestro Espíritu.
Lo más duro para el Cristo Íntimo, cuando ha nacido en el corazón del hombre, es precisamente eso del Drama Cósmico, su VÍA-CRUCIS. En el Evangelio aparecen las multitudes, pidiendo la crucifixión del Señor. Esas multitudes no son de ayer, de un remoto pasado (como suponen las gentes), de algo que sucedió hace 1.975 años. ¡No, señores, esas multitudes están dentro de nosotros mismos: son nuestros "famosos Yoes"!.
Dentro de cada persona habitan miles de personas: el "YO ODIO", el "YO TENGO CELOS", el "YO TENGO ENVIDIA", el "YO SOY CODICIOSO", etc., es decir, cuantos defectos tenemos, y todo defecto es un "Yo" diferente. Estoy hablando aquí de esta manera, de este modo, sencillamente porque veo que los hermanos que están aquí, son ya de la Institución. Habrá algunos que, si no entendieran, pues excusen, pero en realidad de verdad, como todos son de la Institución, pues hablamos de este modo...
Es claro que esas multitudes interiores que tenemos, que son nuestros "famosos Yoes", son los que gritan ¡CRUCIFIXIA, CRUCIFIXIÓN...!. Y en cuanto a los TRES TRAIDORES, ya sabemos que en el Evangelio Crístico son JUDAS, PILATOS y CAIFÁS... ¿Quién es Judas?. El demonio del DESEO. ¿Quién es Pilatos?. El demonio de la MENTE. ¿Quién es Caifás?. El demonio de la MALA VOLUNTAD. Pero hay que aclarar un poquito, hay que especificar esto, para que se vaya entendiendo...
Judas, el demonio del deseo, cambia al Cristo Íntimo por 30 monedas de plata. 3+0= 3. Esa es la alusión cabalística. Es decir, lo cambia por las cosas materiales: por la moneda, por los licores, por el lujo, por los placeres animales, etc., etc., etc. (Lo vende). Y en cuanto a Pilatos, es el demonio de la mente. Ese siempre se lava las manos, nunca tiene la culpa (jamás), para todo encuentra una evasiva, una justificación, jamás se siente culpable. Realmente, todo defecto psicológico, que nosotros poseemos en nuestro interior, vivimos siempre justificándolo, jamás nos creemos culpables.
Hay personas que me lo han dicho a mí: "Señor, yo creo que soy una persona buena. Yo no mato, yo no robo, yo soy caritativo, yo no soy envidioso" (es decir, un "dechado de virtudes"; perfecto, según ellos). "¡Ni modo (digo yo), ante tanta perfección, good bye!".
De manera que, miremos las cosas como son, en su crudo realismo, Ese Pilatos siempre se lava las manos, nunca se considera culpable. Y en cuanto a Caifás, yo francamente considero que es el más perverso de todos. Piensen ustedes en lo que es Caifás: el Cristo Íntimo nombra, muchas veces, a un Sacerdote, o a un Maestro, un Iniciado, para que guíe a sus ovejas, las apaciente; le entrega el mando, lo pone al frente de una congregación, y el tal Sacerdote, el tal Maestro o Iniciado, en vez de guiar a su pueblo sabiamente, vende los Sacramentos, prostituye el Altar, fornica con las devotas, etc., etc., etc. Conclusión: traiciona al Cristo Íntimo (eso hace Caifás).
¿Es doloroso eso?. ¡Claro, es horrible, es una traición, de lo más sucia que hay!. Y no hay duda: son muchas las religiones que, en el fondo, se han prostituido (eso es obvio); son muchos los Sacerdotes que han traicionado al Cristo Íntimo. No me refiero a tal o cual secta, no, sino a todas las religiones del mundo. Es posible, pues, que algunos grupos esotéricos, dirigidos por verdaderos Iniciados, han sido (esos Iniciados) muchas veces traidores: han traicionado al Cristo Íntimo, y todo esto es doloroso, infinitamente doloroso... Caifás, pues, es de lo más sucio que hay. Estos tres traidores llevan al Cristo Íntimo al suplicio.
Piensen, por un momento, al Cristo Íntimo en el fondo de cada uno de ustedes, al dueño de todos sus procesos mentales y emocionales, luchando por salvar a cualquiera de ustedes, sufriendo horriblemente, y sus propios "YOES" (de ustedes) protestando contra Él, blasfemando, poniéndole la corona de espinas, azotándolo... Bueno, esa es la cruda realidad de los hechos: es el Drama Cósmico, vivido internamente. Al fin, ese Cristo Íntimo deberá subir al Calvario y bajar al Sepulcro (con su MUERTE, MATA A LA MUERTE. Es lo último que Él hace). Posteriormente, resucita en el Iniciado y el Iniciado resucita en Él; entonces la Gran Obra se ha realizado (¡CONSUMATUM EST!).
Así han surgido, a través de los siglos, Maestros Resurrectos. Pensemos en Hermes Trismegisto, pensemos en un Moria (Gran Maestro de la fuerza de JINAS); pensemos en el Conde Cagliostro, quien todavía vive, o en San Germán, que en el año 1.939 visitara a Europa otra vez. Este San Germán trabajó activamente, durante los siglos 17, 18, 19, etc., y sin embargo, físicamente sigue existiendo, es un Maestro Resurrecto. ¿Por qué sonRESURRECTOS estos Maestros?.
Porque gracias al Cristo Íntimo, lograron ellos la Resurrección. De manera que sin el Cristo Íntimo, la Resurrección no sería posible. Aquellos que suponen que por el sólo hecho de morirse físicamente una persona, ya tiene derecho a la RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS, pues en verdad son gentes dignas de compasión, y no solamente ignoran (hablando esta vez en el estilo socrático), sino lo que es peor: ignoran que ignoran.
La Resurrección es algo que hay que trabajarla, y trabajarla aquí y ahora. Y hay que Resucitar aquí: en carne y hueso, y a lo vivo. La INMORTALIDAD hay que conseguirla ahora mismo, personalmente. Esa es la forma como se debe considerar, pues, el Misterio Crístico. Todo el Drama Cósmico, en sí mismo, es extraordinario, maravilloso, y se inicia en verdad con la NAVIDAD DEL CORAZÓN. Lo que continúa después, en relación con el Drama, es formidable:
Él tiene que huir a Egipto, porque Herodes manda a matar a todos los NIÑOS, y Él tiene que huir (pero todo eso es simbólico, completamente simbólico). Se dice que Jesús, que José, que María (por ahí, en un Evangelio Apócrifo), hubieron de huir a Egipto, y que entonces permanecieron varios días viviendo debajo de una HIGUERA, y que de esa HIGUERA salía un manantial de agua purísima (todo eso hay que entenderlo; esa HIGUERA representa siempre al SEXO). ¿Qué se alimentaban con los frutos de esa HIGUERA?. Son los frutos del ÁRBOL DE LA CIENCIA DEL BIEN Y DEL MAL, y el agua que corría (purísima), salía de esa HIGUERA, es nada menos que el Mercurio de la Filosofía Secreta.
Hasta del "degollamiento de los inocentes", se ha escrito mucho sobre eso. Nicolás Flamel dejó grabado, pues, en las puertas allá, del cementerio de París, escenas sobre el "degollamiento de los inocentes". Pero ¿qué es esto del "degollamiento de los inocentes"?. ¡Simbólico también, y Alquimista!. Todo Iniciado tiene que pasar por el "degollamiento". Pero, ¿qué es lo que tiene que "degollar", en uno, el Cristo Íntimo?. Pues, sencillamente, debe "degollar" el Ego, el "Yo", el "sí mismo". ¿Y la sangre esa, que emana pues del "degollamiento"?. Es el FUEGO, es el FUEGO SAGRADO, con el que tiene el Iniciado que purificarse, limpiarse y BLANQUEARSE. Todo eso es esotérico, en gran manera; nada de eso se puede tomar a la "letra muerta".
Luego vienen los fenómenos milagrosos del Gran Maestro. ¿Qué caminaba sobre las aguas?. Sí, sobre las AGUAS DE LA VIDA tiene que caminar siempre el Cristo Íntimo, abrir la vista de los que no ven, predicando la palabra, para que vean la luz; abrirle los oídos a los que no tiene oídos, para que escuchen la palabra (cuando el Señor ha crecido en el Iniciado, tiene que tomar la palabra y explicarle a otros lo que es el camino); limpiar a los "leprosos" (todo el mundo está "leproso", todo el mundo; no hay nadie que no esté "leproso"; esa "lepra" es el Ego, el "Yo" pluralizado; esa es la "EPIDEMIA" que todo el mundo lleva adentro: la "lepra" de la cual debemos ser limpios). Todos están "paralíticos", no caminan todavía por la Senda de la Auto-Realización. Es que el HIJO DEL HOMBRE debe, pues, sanar a los "paralíticos" , para que éstos echen a andar, rumbo hacia la MONTAÑA DEL SER.
Hay que entender el Evangelio en una forma más íntima, más profunda. Eso no corresponde a un remoto pasado, eso es para vivirlo dentro de nosotros mismos, aquí y ahora. Si nosotros vamos empezando a madurar un poquito, sabremos apreciar mejor el mensaje que el Gran Kabir Jesús trajo a la Tierra. En todo caso, necesitamos pasar por TRES PURIFICACIONES, a base de HIERRO y FUEGO. Los TRES CLAVOS de la Cruz, significan eso, y la palabra INRI dice demasiado (ya sabemos que INRI, esotéricamente, es el FUEGO). Necesitamos pasar por las tres purificaciones, a base de HIERRO y FUEGO, antes de conseguir la Resurrección. De lo contrario, no sería posible lograr la Resurrección.
El que Resucita, se transforma radicalmente, se convierte en un DIOS-HOMBRE, en un HIEROFANTE de la talla de un Buddha, o de un Hermes, o de un Quetzalcoatl, etc. Así que, hay que hacer la Gran Obra... Realmente, no se podrían entender los cuatro Evangelios, si uno no estudia la Alquimia y la Cábala, porque son Alquimistas y Cabalistas; eso es obvio.
Los judíos tienen tres Libros Sagrados. El primero es el CUERPO DE LA DOCTRINA, es decir, la Biblia. El segundo es el ALMA DE LA DOCTRINA: EL TALMUD, donde está, pues, el ALMA NACIONAL judía, y el tercero es el ESPÍRITU DE LA DOCTRINA, el ZOAR, donde está toda la Cábala de los Rabinos. La Biblia, el Cuerpo de la Doctrina, está en clave. Si queremos nosotros estudiar la Biblia compaginando versículos, procedemos en forma ignorante, empírica y absurda. Prueba de eso es que todas las SECTAS MUERTAS que se han instituido hasta la fecha actual, con la Biblia interpretada en forma empírica, no han podido ponerse de acuerdo. Si existen miles de sectas, basadas en la Biblia, quiere decir que ninguna la ha comprendido.
Sólo con el tercer libro, que es en el del ZOHAR (escrito por Simeón Berjorchail, el Gran Rabino Iluminado), hallamos la clave para interpretar la Biblia. Entonces es necesario abrir, pues, el ZOHAR. Y si queremos saber algo sobre el HIJO DEL HOMBRE, debemos estudiar allí el "ÁRBOL DE LA VIDA". ¿Cómo podríamos saber algo sobre el "HIJO DEL HOMBRE", si no estudiamos el ÁRBOL DE LA VIDA en el ZOHAR?. ¡No es posible!. Cuando uno estudia el "ÁRBOL DE LA VIDA", tiene que ahondar en los diez Sephirots de la Cábala Hebraica.
Esta vez voy a hablar yo de los diez Sephirots, no de arriba hacia abajo, sino a enfocarlos de abajo para arriba, pues como me decía en cierta ocasión a mi el Conde San Germán: "Ahora nos toca a nosotros, en estos tiempos, trabajar de abajo para arriba" (y es verdad; no nos queda más remedio, porque la Humanidad está demasiado materializada). De manera que voy a empezar a hablarles a ustedes, sobre el ÁRBOL DE LA VIDA, desde abajo para arriba, no de arriba para abajo... El primer Sephirot, pues, es MALKUTH. Pero este MALKUTH, propiamente dicho, es el mundo físico (este, en el que nosotros vivimos), este mundo tridimensional de Euclides; eso es obvio.
Los científicos pueden jugar, dijéramos, con la bio-mecánica de los fenómenos, pero no pueden crear vida (¡imposible!). Si nosotros ponemos, sobre la mesa de un laboratorio, las sustancias químicas con las que están compuestos los gametos masculino y femenino (es decir, zoospermos y óvulos), y les decimos a los científicos que fabriquen tales gametos, no niego que puedan hacerlos, fabricarlos (es posible que con la ayuda de poderosos microscopios, los hagan), pero lo que sí estamos absolutamente seguros, es de que jamás van ellos, con esos gametos, a producir vida, a crear un organismo humano...
Don Alfonso Herrera, el gran sabio mexicano, aquel que creara la teoría de "La Plasmogenia", fabricó la célula artificial, pero fue una célula que nunca tuvo vida, una célula muerta. Se pueden pasar semillas (por ejemplo), productos de un café, de una tierra a otra tierra. ¡Correcto!. También se pueden pasar "semillas" de una persona a otra persona, hacer (dijéramos) inseminaciones artificiales. Todo esto es posible, pero se está jugando ahí con lo que la Naturaleza hizo. Porque vamos a ver si son capaces, los científicos, de fabricar esas "semillas", con posibilidades de convertirse en algo vivo (eso nunca se ha hecho, jamás se hará).
Conclusión: la vida es algo diferente; el organismo humano necesita de un "NEXUS FORMATIVUS" (como lo dijera Enmanuel Kant, el filósofo de Koenisberg) para su sostenimiento. Ese tal "NEXUS FORMATIVUS" es el Cuerpo Vital, o Lingam Sarira de los Indostanes: el ASIENTO VITAL de la célula viva, el JESOD de la Cábala Hebraica.
Así como nuestro Cuerpo Físico tiene (para su mantenimiento, su sostenimiento, su conservación) su Cuerpo Vital, así también lo tienen las plantas y cualquier organismo que tenga vida (y en general, lo tiene todo el planeta Tierra). De manera que todo el mundo terráqueo tiene su propia VITALIDAD, su FUNDAMENTO VITAL, su JESOD. En este JESOD del mundo terráqueo, está la vida de nuestro mundo. Ahondando un poquito más, podríamos citar nosotros la cuestión de la QUINTA COORDENADA.
Obviamente, más allá del Mundo Vital existe el Mundo Astral. En el Mundo Astral viven los desencarnados, después de que abandonan el Cuerpo Físico; en el Mundo Astral encontramos a las columnas de Ángeles y de demonios. Cualquiera puede aprender a trabajar en el Mundo Astral, si esa es su voluntad. Nosotros enseñamos sistemas, mediante los cuales es posible entrar en el Mundo Astral a voluntad. Ese Mundo Astral es, precisamente, el JOB cabalístico.
Más allá del Mundo Astral, encontramos el Mundo de la Mente Cósmica, el famoso NETZAH de los hebreos. La Tierra tiene sus límites; la Mente Cósmica, o la Mente Planetaria, está en todo lo que es, ha sido y será. Nuestra propia mente es una fracción de la Mente Planetaria, eso es todo, y a esa Mente Planetaria o MUNDO MENTAL, se le denomina NETZAH (nada tiene de raro, es cuestión de nombre, pero el Mundo de la Mente ha sido ampliamente estudiado por todas las ESCUELAS de REGENERACIÓN).
Continuando, pues, con este análisis del "Árbol de la Vida", entramos en el Mundo de las Causas Naturales, el Mundo Causal. Obviamente, el Mundo Causal es realmente el Templo de la FRATERNIDAD de la LUZ INTERIOR, no levantado jamás por manos humanas. En el Mundo Causal, encontramos nosotros las distintas corrientes de causación cósmica: todo efecto tiene su causa, toda causa su efecto; toda causa se transforma en efecto y el efecto, a su vez, se convierte en causa de un nuevo efecto. Así, pues, las causas y los efectos están debidamente encadenados.
En el Mundo Causal, propiamente dicho, está ese principio del hombre conocido como "ALMA HUMANA" (se le ha denominado TIPHERETH, y esto es bastante interesante). El Alma Humana, en sí, es masculina; el Alma Espiritual, en sí, es femenina. Pero en el Mundo de TIPHERETH encontramos al Alma Humana, lo que tenemos de humano.
Cuando El Cristo viene a darnos ayuda (el Cristo Íntimo), obviamente habrá de surgir en nosotros desde TIPHERETH, es decir, en el Mundo Causal, puesto que en el Mundo Causal están las causas de nuestros errores y Él tiene que eliminar las causas de nuestros errores. Para que el Cristo Cósmico pueda nacer en nosotros, se necesita que se HUMANICE, pues Él es una fuerza cósmica, universal, latente en todo átomo del Infinito. Pero, para que se humanice, ha de penetrar en el vientre de la Divina Madre Kundalini.
Es decir, ¿cómo podría entenderse esto?. Dentro de nosotros está nuestro Padre (que está en secreto) y también está nuestra Divina Madre Kundalini. Al desdoblarse pues, en el ETERNO MASCULINO, DIVINO, y en el ETERNO FEMENINO, surge la MADRE DIVINA. Ella recibe en su vientre al Logos (cuando él desciende desde su elevada zona) y es eterna; por eso se dice de ella que es Virgen antes del parto, en el parto y después del parto. Y es de ella que debe nacer ese Niño-Jesús, ese Jesu-Cristo Íntimo, o Jeshuá particular que ha de venir a salvarnos.
Él surge, pues, en el Alma Humana. Cuando alguien recibe la Iniciación de Tiphereth, Él viene pues a expresarse en el Alma Humana, en el Mundo Causal. Surge de hecho, desde allí, para poder eliminar las causas de los errores, que están allí. Mucho más allá del Mundo de Tiphereth, o Mundo de las Causas Naturales, esta GEBURAH, que es el Mundo (dijéramos) del Alma Espiritual (en Buddhismo riguroso, se le llamaría el "MUNDO BÚDDHICO" o "INTUICIONAL"; también se le llama, pues, el Mundo del ALMA-ESPÍRITU).
¿Qué es, pues, el Buddhi?. En el Buddhi está nuestra Alma-Espíritu, la Walkiria, la Reina de los Jinas (GINEBRA), aquella que a Lanzarote escanciara el vino, entre las copas delicias de Sukra y de Manti... Recordemos nosotros al Dante, cuando habla de las DOS ALMAS: de la que trabaja, y esa otra que se contempla en un espejo (y que brilla, y todo). De manera que son dos Almas: la una, masculina, y la otra, femenina. A GEBURAH también se le denomina el "MUNDO DEL RIGOR", de "LA LEY", de "LA JUSTICIA".
Mucho más allá de ese Sephirot, encontramos pues al séptimo de los Sephirots: es GEDULAH (se le dice también CHESED). Este CHESED es el Mundo Íntimo, el Mundo de Atman, "el Inefable". El Testamento de la Sabiduría Antigua dice: "Antes de que la falsa aurora apareciera sobre la Tierra, aquellos que sobrevivieron al huracán y a la tormenta alabaron al Íntimo, y a ellos se les aparecieron los Heraldos de la Aurora...". El Íntimo es Atman, "el Inefable": CHESED.
Así, pues, estos siete Sephirots son, dijéramos, LA MANIFESTACIÓN. Mucho más allá de estos siete Sephirots inferiores, vienen los Sephirots superiores... BINAH: ¿pero qué es BINAH?. BINAH es el Espíritu Santo (sí, el Espíritu Santo en cada uno de nos). El Mundo del Espíritu Santo es formidable, maravilloso, extraordinario. Y más allá del Mundo del Espíritu Santo, está el Mundo de CHOKMAH, o sea, el Mundo del logos, del Cristo Cósmico, y muchísimo más allá está el Mundo de KETER, o sea el Mundo del ANCIANO DE LOS DÍAS, nuestro Padre que está en secreto. Cada uno de nosotros tiene su Padre particular, individual. Hay tantos Padres dentro del Cielo, cuanto gente en la Tierra (y aún más).
Cada uno de nos tiene el suyo. Obviamente, nadie será capaz de ver al Padre, ni de platicar cara a cara con Él, sin MORIR. Es decir, primero tiene que MORIR EL EGO (no el cuerpo, sino el Ego), para tener luego la dicha de ver al Padre y de platicar con Él debidamente. De lo contrario, no sería posible. O por lo menos, si no ha alcanzado todavía (el Iniciado) a MORIR totalmente, por lo menos debe haber MUERTO siquiera un NOVENTA POR CIENTO, para poder tener la dicha de ver al Padre y de platicar con Él, cara a cara, personalmente. El (KETER), es la Bondad de las Bondades, lo Oculto de lo Oculto, la Misericordia de las Misericordias. Así, pues, este es el "Árbol de la Vida", los diez Sephirots de la Cábala Hebraica. El "Hijo del Hombre" está en la región de TIPHERETH; ahí es donde está el "Hijo del Hombre".
Si miramos a TIPHERETH, vemos que es el quinto de los Sephirots, es decir, está entre la mitad de los Sephirots (de los de arriba y de los de abajo). El tiene (como "Hijo del Hombre" que es), que expresarse en el Alma Humana, y tendrá que reunir a los Sephirots (a los de abajo y a los de arriba), integrarlos en sí mismo, para transformarse realmente en el ADAM-KADMON, es decir, en el ADAM CELESTE, en el ADAM SOLAR. Cuando eso se haga estaremos perfectos, convertidos en Dioses terriblemente divinos, más allá del bien y del mal. Es decir, sin El Cristo (que viene a manifestarse en Tiphereth) no sería posible llegar a tan tremendas alturas. El Señor es, pues, fundamental para la Gran Obra;
Él es el MAGNÉS INTERIOR de la Alquimia... Comprendiendo, pues, el "Árbol de la Vida", sabemos lo que es también el "Hijo del Hombre", tal como figura en la Biblia. Pero no podríamos saber qué es el "Hijo del Hombre", si nosotros no estudiamos el "Árbol de la Vida" en el ZOHAR. Por ejemplo, se habla en las Sagradas Escrituras (por ahí) del "Hijo del Hombre". Dice: "Aquel que negare al Hijo del Hombre, ese es ANTI-CRISTO...".
Obviamente que sí, porque el que niega al "Hijo del Hombre" (que está en la región de TIPHERETH), es decir, al Alma Humana (pues se refiere, esa expresión, al Alma Humana), aquel materialista que niega al Alma Humana, que priva al ser humano la posibilidad de tener Alma-Humana; aquel, como un Carlos Marx, que con su dialéctica materialista le quita a la Humanidad los valores eternos, obviamente que se convierte en ANTI-CRISTO; porque si El Cristo se expresa a través de TIPHERETH, el que se manifiesta en contra del Alma Humana, o PRINCIPIO CAUSAL (que niega esa Alma, el materialista), es ANTI-CRISTO. De manera que el Anti-Cristo es la falsa ciencia, actualmente vive sobre la faz de la Tierra. Todos esos científicos ateos, enemigos del Eterno, Anti-Cristo son, en un ciento por ciento, puesto que niegan al "Hijo del Hombre".
Reflexionemos en todas estas cuestiones, mis queridos hermanos, para que vayamos entendiendo lo que es el Cristo Íntimo y la NAVIDAD DEL CORAZÓN... Buddha y Jesús, o Buddha y El Cristo, se complementan dentro de nosotros mismos... Les narraba yo alguna vez el caso (un caso insólito), de que alguna vez estuve ahí, dentro de un Templo Buddhista, en el Japón, y hablé algo adentro, ante la congregación, sobre El Cristo. Se produjo, naturalmente, un rumor de todos los monjes.
Estaba yo en pleno Monasterio Buddhista; de hecho, los monjes se dirigieron al Maestro y le contaron que un hombre estaba hablando a favor del Cristo. Yo esperaba que aquel monje viniera con un gesto terrible, con palos y quién sabe qué más, ¿no?, pero afortunadamente nada sucedió... Me dijo: "¿Cómo es que usted, aquí en un Templo Buddhista, habla a favor del Cristo?". Y le respondí: "Con el profundo respeto que esta congregación merece, me permito decirles que El Cristo y El Buddha se complementan...". Pero entonces ví, con asombro, que aquel Maestro asintió, y dijo: "Así es; Cristo y Buddha se complementan" (lo afirmó, ante todos los monjes). Luego me habló con un KOAN, para darme a entender que El Cristo y el Buddha son dos FACTORES ÍNTIMOS que uno lleva en su interior.
Hizo traer un vidrio, en el cual se miró primero el dedo pulgar derecho, y después el dedo pulgar izquierdo. Yo entendí el KOAN, porque estoy acostumbrado a la DIALÉCTICA DE LA CONSCIENCIA. Quiso decirme, con eso, que El Cristo y El Buddha están aunados dentro de nosotros mismos, son dos aspectos de nuestro mismo Ser. Y esto se lo puedo a ustedes explicar, o lo podemos explicar a la luz, precisamente, del "Árbol de la Vida". El Buddha, naturalmente, está formado por estos dos principios: CHESED y GEBURAH. En lenguaje rigurosamente filosófico, diríamos: ATMAN-BUDDHI (ese es el BUDDHA INTERIOR).
Y en cuanto al Cristo, veámoslo aquí, en CHOKMAH. En fin, de manera que El Cristo, a través de BINAH (que es el SEXO), viene a quedar conectado con el Buddha, que es CHESED-GEBURAH (partes de nuestro propio Ser: Cristo y Buddha). Entonces, el porvenir esotérico y religioso de la Humanidad del mañana, tendrá indubitablemente lo mejor del Esoterismo Crístico y lo mejor del Esoterismo Buddhista, es decir, el Esoterismo Buddhista y el Esoterismo Crístico tienen que integrarse, fusionarse (son dos partes de nuestro propio Ser). Gautama, el Buddha, Sakya-Muni, vino a enseñarnos, realmente, la Doctrina de CHESED y GEBURAH, es decir, la Doctrina del Buddha Interior.
Y en cuanto a Jeshuá Ben Pandirá, vino a enseñarnos la Doctrina del Cristo (CHOKMAH es el Cristo), vino a enseñarnos la Doctrina del Alma Humana, la Doctrina de TIPHERETH, la Doctrina del Cristo Íntimo, la Doctrina del CRESTOS ÍNTIMO (Gautama nos trajo la Doctrina del Buddha Íntimo, y Jesús de Nazareth nos trajo la Doctrina del Cristo Íntimo). Cada uno de ellos nos trajo algún mensaje del Cristo Cósmico. Así, pues, Cristo y Buddha se complementan, están dentro de nosotros mismos; eso es obvio. Entendidas estas cuestiones, mis queridos hermanos, bien vale la pena, pues, trabajar para llegar, algún día, a recibir la INICIACIÓN VENUSTA, es decir, la INICIACIÓN DE TIPHERET, LA NAVIDAD DEL CORAZÓN...
Samael Aun Weor
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