Novena esfera
El descenso a la Novena Esfera, fue en las antiguas grandes civilizaciones que nos han precedido en el curso de la historia, la prueba máxima para la suprema dignidad del Hierofante; Hermes, Budha, Jesús, Dante, Zoroastro, etc., y muchos otros grandes Maestros tuvieron que pasar por esa difícil prueba.
Recordad, amadísimos discípulos, que la Novena Esfera es el Sexo. Muchos son los que entran a la Novena Esfera, pero es muy raro encontrar alguna persona que salga victoriosa de la difícil prueba.
La mayor parte de estudiantes ocultistas viven mariposeando de escuela en escuela, de logia en logia, siempre curiosos, siempre en busca de novedades, a la caza de todo conferencista nuevo que llegue a la ciudad.
Cuando algún estudiante de estos se resuelve a trabajar con el Arcano A.Z.F., cuando algún estudiante de estos se resuelve a bajar a la Novena Esfera para trabajar con el fuego y el agua, lo hace como siempre: “buscando” siempre curioso, siempre necio.
El estudiante ocultista todo lo vuelve escuelitas y teorías.
Si entra a la Novena Esfera, lo hace como cuando se mete en una escuelita más, siempre imbécil, siempre curioso, siempre necio. Es difícil hallar un aspirante serio y definido de verdad por la Senda del Matrimonio Perfecto.
A veces aparecen algunos estudiantes aparentemente muy maduros y serios, pero a la larga se les ve el cobre. Triste realidad, pero es la realidad de esta vida.
Las pruebas de la Novena Esfera son muy finas y delicadas. El doctor le aconseja al devoto fornicar porque de lo contrario dizque se enfermaría.
Las comadres le meten miedo a la esposa, los hermanitos de todas las organizaciones asustan al estudiante, los Magos de las tinieblas disfrazados de santos, le aconsejan al devoto derramar santamente el semen; los seudo sabios le enseñan al aspirante Magia Sexual negativa con derrame del semen.
La forma de enseñar, el tinte sublime y místico que esos tenebrosos disfrazados de santos le dan a su doctrina, logran desviar al devoto y alejarlo de la Senda del filo de la Navaja. Entonces el estudiante cae en la Magia Negra. Cuando el estudiante se desvía, se cree más sabio que los Maestros de la Gnosis.
Realmente los fracasados de la Novena Esfera, aquellos que no logran pasar las muy largas y duras pruebas de este Arcano, se convierten de hecho en demonios, terriblemente perversos; lo peor del caso es que ningún demonio se cree malo y perverso. Todo demonio se cree santo y sabio. Cuando comienza las prácticas de Magia Sexual, el organismo se resiente.
A veces se inflaman las glándulas sexuales y parótidas, duele la cabeza, se siente cierto mareo, etc. Esto horroriza a los curiosos mariposeadores de escuelitas, que huyen entonces aterrorizados, buscando como siempre, refugio en alguna nueva escuelita. Así pasan la vida estos pobres tontos, siempre de flor en flor. Un día cualquiera mueren estos pobres tontos, sin haber logrado nada. Perdieron el tiempo miserablemente.
Llegada la muerte se convierten estos necios en legión de demonios que continúan. La Novena Esfera es definitiva para el aspirante a la Realización. Es imposible auto-realizarse íntimamente, sin haber encarnado el Alma. Nadie puede encarnar el Alma si no ha engendrado el Astral Cristo, la Mente Cristo, y la Voluntad Cristo.
Los actuales vehículos internos del hombre mencionados por la Teosofía, son sólo simples formas mentales que todo hombre debe disolver cuando intenta auto-realizarse íntimamente.
Necesitamos nacer y eso de nacer es, ha sido y será un problema absolutamente sexual. Es necesario nacer, y para eso hay que bajar a la Novena Esfera. Esa es la prueba máxima para la suprema dignidad del Hierofante. Esa es la prueba más difícil. Es muy raro encontrar alguien que pueda pasar esa difícil prueba. Por lo común, todo el mundo fracasa en la Novena Esfera. Es necesario que los esposos se amen profundamente.
La gente confunde el deseo con el Amor. Todo el mundo le canta al deseo, y lo confunden con eso que se llama Amor. Sólo aquellos que han encarnado su Alma, saben lo que es Amor. El yo no sabe qué es Amor. El yo es deseo. Todo aquel que encarna su Alma es por eso un Budha.
Todo Budha debe trabajar en la Novena Esfera para encarnar al Cristo Interno. En la Novena Esfera nace el Budha. En la Novena Esfera nace el Cristo. Primero debemos nacer como Budhas y después como Cristos.
Bendito sea el Amor. Benditos los seres que se aman verdaderamente. Benditos aquellos que salen victoriosos de la Novena Esfera.
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