Nuestro trabajo de alquimia
Los regímenes de nuestra Piedra Filosofal son cinco: 1º) Reducir los metales a su materia prima. 2º) Convertir nuestra tierra filosófica en Mercurio y Azufre. 3º) Unir nuestro Azufre con el Sol y con la Luna. 4º) Elaborar el Elíxir blanco. 5º) Darle a este elíxir el color del Cinabrio, y partir de él para elaborar el elíxir Rojo.
La reducción de los metales a su materia prima, es pura Magia-Sexual. Así es como nuestra tierra filosófica se reduce al fuego y al Mercurio de la filosofía secreta. Nuestro Azufre es Solar y Lunar.
El Elíxir Blanco y el Elíxir Rojo, el hombre y la mujer unidos sexualmente, el oro y la plata, tienen durante el trance sexual el poder de transmutar los metales de nuestra personalidad en oro puro del Espíritu.
El Azufre filosófico es la tintura roja, el Fuego del Kundalini, es el espíritu del Vitriolo romano. Aristóteles en el libro de los meteoros, dice: "Todos los alquimistas saben que no se puede de ningún modo, cambiar la forma de los metales, si antes no se los reduce a su materia prima".
Debemos sublimar nuestro Mercurio filosófico. El Mercurio pasa por destilación, coagulación, putrefacción, calcinación, y fijación, en su matriz sexual y en su hornillo.
Nuestra tierra filosófica bebe el agua fecundante que aguardaba, apaga su sed, y después produce centenares de frutos. Nuestra tierra filosófica, nuestro organismo humano, saturado del semen Cristónico, produce los frutos internos de las grandes realizaciones Cósmicas. Blanquead vuestra agua negra, antes de agregarle el fermento".
El cuervo que voló del Arca de NOE, es nuestra agua negra que debemos blanquear, es el Mercurio de la filosofía secreta que debemos hacer resplandecer con el oro puro del Espíritu. Esta cabeza de cuervo, madre, corazón y raíz de los otros colores, es el latón inmundo, es el residuo negro, es el bronce de los filósofos, es el númmus, es el azufre negro, es el macho esposo, etc.
Hay que blanquear el cuervo negro, hay que transmutar el plomo en oro. Nuestra Gran Obra no es otra cosa que una permutación de las naturalezas, una evolución de los elementos. El oro puro del Espíritu es el aguardiente vinagre de los filósofos, la leche virginal que reduce todos los metales a su materia prima.
Es el Mercurio perfecto, el cuerpo que voló del Arca de NOE. Es la Paloma del Espíritu Santo. Hay que hacer girar a los cuatro elementos en círculo, permutando su naturaleza. Hay que convertir la tierra en agua, el agua en aire y el aire en fuego. Aquellos que no saben morir y resucitar deben abandonar nuestro arte sagrado. Hay que morir para vivir, hay que perder todo para ganarlo todo.
En un extremo de nuestra Piedra bendita arden dos antorchas: el oro y la plata, el hombre y la mujer, unidos sexualmente. En el otro extremo está el Elíxir de la Perfección que es el hijo de los dos. "No se puede pasar de un extremo a otro, sin pasar por el medio".
Existen cuatro aguas: la primera disuelve la Cal de Luna y la transmuta en el Mercurio de la filosofía secreta. La segunda disuelve el oro, amarillea y hace resplandecer los metales. La tercera reduce a todos los metales a su materia prima. La cuarta es el Mercurio perfeccionado, es el Oro puro del Espíritu. Las dos primeras aguas son el Elíxir rojo y el Elíxir Blanco, con las cuales realizamos nuestros trabajos al rojo y al blanco.
Nuestra piedra filosofal es negra, es roja y es blanca. El Mercurio de la filosofía secreta es Cuervo negro que debe transmutarse en la Paloma Blanca del ARCA de NOÉ, que es la paloma del ESPÍRITU SANTO, el oro puro del espíritu. El hombre es el Rey rojo y la mujer es el Rey blanco.
Nuestra piedra filosofal es negra, es roja y es blanca. Nuestro trabajo al rojo y al blanco, es Unión amorosa de la Magia Sexual. Con la Magia-Sexual blanqueamos nuestro Cuervo negro, y nos convertimos en Dioses omnipotentes del Universo.
Con nuestro trabajo al rojo y al blanco, nos convertimos en Dragones de siete cabezas. Con nuestro trabajo al rojo y al blanco, nos convertimos en habitantes del mundo de NIEBLA DE FUEGO.
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