Dios quiere la felicidad
Si se castigan las almas como partículas o partes de Dios entonces Dios se castiga a sí mismo. Al alma como partícula de él le da libre albedrío y castiga las malas acciones. ¿Cómo ve Ud. estos auto-castigos?
R. Caballero; Dios quiere la felicidad de sus hijos, y como no los quiere esclavos, les da libre albedrío. ¿Pero qué culpa tiene Dios por ejemplo, de que usted se de un baño de sol y le sobrevenga por ello una insolación?
¿Qué culpa tiene Dios de que el caballero se tome unas cervezas y luego, embriagado, se caiga y se fracture una pierna? ¿Qué culpa tiene Dios de que usted se de un baño excesivamente largo y se resfríe?
La violación de toda ley natural trae dolor, y Dios no es culpable de que sus hijos violen sus leyes.
Toda causa produce su efecto inevitable, y las causas malas producen malos efectos.
El hombre mismo se vive condicionando diariamente a sí mismo con sus propios actos, y cada reencarnación es una repetición de la pasada reencarnación más las consecuencias buenas y malas de los pasados actos y pensamientos.
Nadie nos traza nuestro destino, somos nosotros los autores de nuestros destinos, y los agentes del gobierno mundial, o señores del destino, son únicamente los jueces de la ley.
Respuesta dada por Samael Aun Weor
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