Sabiduría divina

En que revelacio n o teosofi a basa usted su doctrinaUn letrado le pregunta al Maestro ¿En qué revelación o Teosofía basa usted su doctrina?

R. El caballero en la misma pregunta formulada, tiene la contestación. Pues, mi doctrina se basa en el conocimiento revelado que todo el mundo puede obtener de su Maestro interior (El Íntimo).

Este conocimiento divinal se llama Teosofía, es decir, Sabiduría divina. Teo significa Dios y Sophia, sabiduría.

La meditación constituye nuestra técnica, y quien se hace atleta en meditación, puede obtener el conocimiento revelado o Teosofía y es en esta clase de conocimiento interior que yo baso mi doctrina, la cual puede ser obtenida directamente por todo aquel que se tome el trabajo de desarrollar las facultades superlativas del ser, por medio de la técnica científica de la meditación.

No hay que confundir la Teosofía, en la que fundamento mi doctrina, con el teosofismo escolástico y morboso.

Esta Teosofía o sabiduría divina no es de mi exclusiva propiedad, y cada cual la puede adquirir por su propia cuenta y sin necesidad de mi intervención personal, porque ella es cósmica y universal, y el Íntimo de cada persona es el celoso guardián de esa arcaica sabiduría.

Lo importante es convertirse en un atleta de la meditación para recibir ese conocimiento directamente del propio Maestro interior de cada cual, es decir, de su Íntimo.

Nuevamente pregunta El letrado: ¿Con qué autoridad predica usted tales enseñanzas?

R. Caballero: mientras el hombre esté coaccionando su mente con el complejo de autoridad y de tradición, será un esclavo. Esos complejos son trabas que incapacitan a la mente para comprender la vida libre en su movimiento.

La autoridad y la tradición constituyen bancos pétreos a los cuales se ancla el barco de la mente, y se incapacita para pensar por sí mismo y para comprenderse a sí mismo y aun se incapacita como instrumento concientivo del Ser.

Mientras la mente del ser humano esté enredada dentro de complejos de autoridad y tradición, el hombre será esclavo del pasado y no podrá comprender el instante eterno de la vida libre en su movimiento.

Autoridad es explotación, y si el caballero defiende alguna autoridad y la preconiza, en ello hay explotación.

Aquel que desarrolla la intuición, aquel que despierta las facultades superlativas de la conciencia, recibe el conocimiento divinal y no necesita para ello afianzarse en los bancos anticuados de supuestas autoridades.  

AUN WEOR MAESTRO DE MISTERIOS MAYORES DE LA FRATERNIDAD UNIVERSAL BLANCA La Revolución de Bel Conclusión

Añadir un comentario