El drama de Quetzalcoatl
Hemos asistido a un evento extraordinario. Ciertamente, el drama de Quetzalcoatl resplandece en la noche aterradora de todas las edades. Este es el mismo Drama que representaran en los misterios de Eleusis, es el mismo Drama que representara, estoicamente, sobre las calzadas de Jerusalén, el gra kabir Jesús
No podía faltar en México, la Tierra Sagrada de los tiempos antiguos, el drama cósmico.
Se ha bosquejado aquí, en forma extraordinaria, ese grandioso Drama.
Obviamente, Quetzalcóatl resplandece, es el Logos, Unidad Múltiple Perfecta. Quetzalcóatl es también Mitra, Hermes Trismegisto, el tres veces grande Dios, Ibis de Thot, es, en realidad de verdad, el Sol Espiritual.
Quetzalcóatl es la serpiente emplumada, la Serpiente Mística de los Misterios Órficos, de los Misterios de Egipto, y de los Misterios del glorioso México, antiguo y arcaico.
No es Quetzalcóatl, un personaje meramente mitológico, como suponen los ignorantes ilustrados, ¡no! Quetzalcóatl es el mismo principio cósmico, que puso en existencia al Universo; es la palabra, es el verbo de Juan.
Con justa razón dijo Juan: “En el principio era el Verbo y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Por él todas las cosas fueron hechas; y sin él, nada de lo que fue hecho, hubiera sido hecho”…
Quetzalcóatl es el Verbo mismo, la Palabra encarnada. Antes de que el Universo existiera, Quetzalcóatl existía: Quetzalcóatl es la Serpiente Emplumada que se revolvía entre la Polvareda Cósmica en el OMEYOCAN, cuando apenas comenzaba aparecer la vida sobre este Sistema Solar.
Quetzalcóatl es en sí mismo el LOGOS PLATÓNICO, el CHRISTUS Hebraico, el VISHNU Indostánico…
Quienes no conocen la Sabiduría Hermética; quienes nunca, en realidad de verdad, han hecho un estudio sobre los diversos Génesis; quienes nunca han estudiado la Filosofía Gnóstica; esos que creen que saben demasiado cuando en realidad de verdad, ignoran la RELIGIÓN SABIDURÍA de los tiempos arcaicos, piensan que Quetzalcóatl es un mito, un ídolo, y hasta lo miran con desdén.
¡Señores, ha llegado el momento en que nosotros pasemos por una gran REVALORIZACIÓN DE PRINCIPIOS! ¡Ha llegado el instante en que nosotros entendamos, claramente, que Quetzalcóatl nos indica lo que debemos que hacer!
Si nosotros queremos en verdad transformarnos, tenemos un PROTOTIPO extraordinario: ¡QUETZALCÓATL! Quetzalcóatl como Logos, es lo que es, lo que siempre ha sido y lo que siempre será; es la vida que palpita en cada átomo, como palpita en cada Sol; es la Palabra.
En realidad de verdad, la Palabra es profundamente significativa. López Portillo decía, por ejemplo, en su obra maravillosa “Don Q”, que “la Palabra tiene tres aspectos fundamentales: primero, el Sonido; segundo, la Representación; tercero, su Significación”… Así que cuando alguien en verdad, conoce el valor de la Palabra y aprende a crearla, marcha por el Camino Correcto de Quetzalcóatl.
Habéis visto representado este Drama extraordinario, este Drama Maravilloso. Incuestionablemente, Quetzalcóatl, el Cristo Méxicano, es el centro fundamental de todo este Drama.
En realidad de verdad, mis queridos amigos, ha llega para nosotros un momento grandioso: ¡Se ha abierto en nuestra inteligencia a la primera llamarada de la comprensión! Empezamos a entender que el Logos puede ser visto de distintas maneras: Ya desde el ángulo Hebraico, o desde el ángulo Egipcio; como también podemos estudiarlo a la luz del México arcaico.
Quetzalcóatl, como Christus, como Vishnu, como Logos, es el Verbo. La Palabra fue la que dio vida a este Universo; la Palabra sostiene a este Universo. El Logos suena. El Logos es música, y al música también es esférica y fluye en todo el panorama cósmico.
Dentro de cada uno de nosotros está latente Quetzalcóatl. Dentro de cada uno de nosotros existe la posibilidad de encarnarlo.
¡Grandioso el Drama!: El Hombre que está en la Lejana Thula; el Hombre que cae en tentación, que se embriaga con el vino, que fornica y pierde todos los Poderes; el hombre que abandona, pues, sus Palacios maravillosos; y se dirige a la Tierra Roja, a la Tierra de los Mayores. El hombre que sufre y llora y anda por esos caminos del mundo, ¡ése es Quetzalcóatl!
En fin, ya vieron ustedes la preciosa representación. ¡Resucita de entre los muertos! ¡Resplandece gloriosamente en el infinito espacio inconmesurado! ¡Es Gloria, es Luz, es Sapiencia!
Nosotros también, como Quetzalcóatl, un día perdimos el Edén maravilloso de que nos habla el Génesis Hebraico. Salimos del Jardín de las Hespérides, abandonamos los Campos Elíseos cuando caímos en la fornicación animal.
Mas ante nuestra vista, hay un guia, un guía extraordinario y maravilloso que nos indica el camino de la liberación ¡Ese guía es QUETZALCÓATL!
Amigos, la CRUZ que carga Quetzalcóatl, esa Cruz formidable, ese Árbol del Universo, contiene el secreto mismo de la Doctrina Quetzalcoatltiana: Pensemos por un momento en el LINGAM vertical y el YONI horizontal. Incuestionablemente, la inserción del Phalus Vertical dentro del Kteis formal, hace Cruz: La Cruz que carga sobre su hombre Quetzalcóatl; la Cruz que carga el Gran Kabir Jesús, rumbo al Calvario, la Cruz espléndida de todas las edades, la Cruz espléndida de todos los siglos.
Amigos, incuestionablemente, esa Cruz que es instrumento de tortura y de martirio, también, es verdad, que la Cruz es instrumento de la LIBERACIÓN…
En los tiempos de la antigua Lemuria, se conoció el Arca de la Ciencia. Entonces, los Hombres y Mujeres que aún no habían perdido la Inocencia Edénica, se reunían en los Templos de Misterio para reproducirse.
Mas no se reproducían como se reproducen las bestias, Mas no se reproducían como se reproduce el animal intelectual, ¡no! Se reproducían como se reproducen los Hombre verdaderos, se reproducían como se reproducen los Superhombres: Entonces, se aceptaba, claramente, el DON DE KRIYASHAKTI. Hombre y Mujeres se unían para crear y volver nuevamente a crear, más nunca derramaban el Vaso de Hermes Trismegisto, el tres veces grande Dios, Ibis de Thot.
Y como secuencia o corolario, la Serpiente Sagrada ascendía por la espina dorsal de aquellos Hombres Sagrados. Y tenían aquellas criaturas Poder sobre el fuego, sobre los aires, sobre las aguas y sobre la perfumada tierra…
Mucho más tarde, en el tiempo, los seres humanos cayeron en la generación animal y como secuencia o corolario de derramar el Vaso de Hermes, perdieron todos sus Poderes. ¡Cayó Quetzalcóatl, sí cayó!… Pero ahora, todos nosotros podemos dirigirnos hacia la Tierra Roja, hacia la Tierra de nuestros Antepasados, hacia la Tierra de nuestros Mayores, para lograr, nuevamente, la Luz y el esplendor.
Solamente llegando a esa Tierra Bendita lograremos la RESURRECCIÓN; y aparecerá entonces la figura de Quetzalcóatl dentro de nosotros mismos, aquí y ahora. ¡Nos cubriremos de Gloria! ¡Nos cubriremos de esplendor! ¡Tendremos Poder para dominar a los aires, a la tierra y a todos los Elementos de la Naturaleza en general!
Día llegará, en que los que sigan la Doctrina de la Gnosis, podrán provocar cambios en la Naturaleza. Día llegará, en que los que sigan la Doctrina de la Gnosis, lograrán la Resurrección del Quetzalcóatl dentro de sí mismos, aquí y ahora.
Nosotros, los gnósticos, tenemos la clave de todos los imperios, y la llave de todos los Poderes, por eso hacemos temblar la tierra y mover los huracanes, porque conocemos el Secreto de Quetzalcóatl. Y ese secreto lo ignoran los cerdos del Materialismo. ¡Ése secreto es el GRAN ARCANO!
Amigos, me despido esta noche; y felicito muy sinceramente a todos estos nobles artistas que han aparecido en escena, en ellos veo la chispa de la genialidad, mediante el Arte Diamantino, mediante el Arte cargado de Sapiencia llegaremos nosotros a todos los rincones de la Tierra, llevaremos la Gnosis a los lugares más lejanos del mundo. ¡Paz Inverencial!
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