El Dios Pakal
Bien, estuve en el sepulcro del «Dios Pakal», me pareció extraordinario, obviamente tiene tal sepulcro una gran tapa de piedra debidamente burilada, cincelada, Don Pedro Ferriz, distinguido caballero dedicado a grandes investigaciones en cuestiones de platillos voladores, hombre serio en estos estudios, supone que esa plancha de piedra que tapa el sepulcro indica que el Dios Pakal de los Mayas, era un astronauta o viajero del espacio.
En eso sí, a pesar de que admiro a Pedro Ferriz, lamento disentir, porque estuve examinando cuidadosamente aquella gran plancha de piedra y pude verificar por mí mismo y en forma directa de que el «Dios Pakal» no era pues un habitante de otro planeta, como don Pedro supone.
Aparece sobre la piedra, que pesa varias toneladas y que cubre el sepulcro, una Gran Cruz hecha con cañas de maíz, y esto nos invita a la reflexión, entre los Mayas así como los Nahuas, Zapotecas, Toltecas, etc.
El maíz es sagrado, alegoriza o simboliza a la simiente humana, por ejemplo: en China, India, Japón, etc., la simiente humana está alegorizada o simbolizada por el arroz y en los pueblos cristianos de Europa y de Medio Oriente, la simiente fue alegorizada o simbolizada por el trigo.
La cruz hecha de cañas de maíz, obviamente resulta tremendamente significativa, pues bien sabemos nosotros, que la cruz es un instrumento de liberación no únicamente de martirio.
Realmente la inserción del Falus vertical, dentro del Ectais formal, hacen cruz, bien, y si tal cruz es hecha de cañas de maíz, nos está indicando algo extraordinario, es obvio que el Ens Seminis dentro del cual está contenido el Ens Virtutis del fuego, existen poderes extraordinarios.
El Ens Seminis o entidad del semen, o esperma sagrado del ser humano, contiene poderes místicos trascendentales formidables que los Mayas analizaron cuidadosamente en sus estudios, no solamente en Palenque, sino en Cancun, en Chichen-Itzá, etc.
Si la gente supiera del poder que existe en el Ens Seminis, jamás gastarían esa energía torpemente, para la satisfacción brutal de las pasiones animales, antes bien, aprenderían a transmutar. Los Mayas conocieron tal ciencia, ellos sabían por ejemplo que: «si no se derramaba el Vaso de Hermes, es decir, si no se cometiera el error de eyacular el Ens-Seminis, éste se transmutaría en energía creadora».
Así es como el cerebro se seminiza y el semen se cerebriza. Como resultado o secuencia de un proceder así en el hombre resulta una tercera fuerza, profundamente divinal, me refiero al fuego sagrado, cuando éste asciende en la espina dorsal del hombre, nos transforma radicalmente y nos convierte en verdaderos superhombres como el «Dios Pakal».
Descendimos las escalinatas que conducen al sepulcro del «Dios Pakal»; una Piedra Triangular sella la entrada, ahora esa piedra está colocada a un lado, el hecho de que sea triangular tal piedra, nos invita a pensar en muchas piedras triangulares de las catedrales góticas de Europa.
Esa piedra triangular representaría para el mundo cristiano: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, es decir a las tres fuerzas de la naturaleza: Santo Afirmar, Santo Negar y Santo Conciliar.
Obviamente sin esas tres fuerzas no puede haber ninguna creación, cuando esas tres fuerzas fluyen en direcciones diferentes, no hay creación; surge una nueva unidad cósmica dentro del espacio infinito, cuando esas tres fuerzas coinciden en un punto dado se realiza una creación.
Lo mismo sucede con el Matrimonio Perfecto, el hombre es la fuerza positiva, la mujer la fuerza negativa y la tercera fuerza, el Santo Conciliar, concilia a los dos lados.
Las tres fuerzas unidas realizan una nueva creación y viene al mundo un nuevo hijo, un nuevo vástago. Los Mayas comprendieron todo esto y que la piedra que sella el sepulcro, que sella la entrada del «Dios Pacal» es triangular resulta interesante.
Hay un Pectoral que aparece muy bien hecho sobre el pecho del «Dios Pakal», nueve collares (9), esos nueve collares representan el noveno Circulo Dantesco: «el pozo del Universo, dentro del organismo humano».
Los Organos Creadores, indican que el «Dios Pakal» era un hombre que transformaba el esperma sagrado en energía creadora, un hombre completamente casto, recto, en el sentido más completo de la palabra, un hombre que jamás adulteró, que nunca fornicó.
En su cuello aparecen Tres (3) Collares más, representando las tres fuerzas primarias de la naturaleza, y del cosmos, indica que el «Dios Pacal» logró cristalizar en su naturaleza la fuerza del Padre, la fuerza del Hijo, la fuerza del Espíritu Santo. El Santo Afirmar, El Santo Negar y El Santo Conciliar, es decir, el «Dios Pakal» logró darle forma a esas tres fuerzas dentro de sí mismo.
El «Dios Pakal» tiene Diez (10) Anillos, en sus diez dedos, esto nos está indicando a los Diez Sephirotes de la Kábala Hebraica, un hombre que se llenó de extraordinarias virtudes, es un hombre magnífico, un verdadero Avatara o Mensajero para la humanidad de aquella época. Un hombre que le entregó a los Mayas grandes conocimientos.
En una de sus manos aparece un Cubo, una piedra cúbica y en la otra una esfera. La piedra cúbica nos indica que realmente, éste hombre era tan sabio que poseía la piedra filosofal, es decir, la piedra de la Verdad, un hombre que había encontrado la Verdad. Y en cuanto a lo otro, en cuanto a la Esfera, nos indica que era un hombre perfecto, hombre que había despertado su conciencia, un hombre que gozaba de sabiduría infinita.
Pero hay algo que aterra en todo esto, algo que asombra, que espanta: Resulta que lo sepultaron con seis decapitados. Es una cuestión meramente simbólica. Pero los Seis Decapitados, son hechos concretos, decapitaron a seis hombres, y los enterraron con el «Dios Pakal», claro que para transmitirle a la posteridad un mensaje.
Sin embargo, debemos reconocer que la forma de transmitir dicho mensaje fue muy sangrienta, seis hombres decapitados, con eso quisieron decir los Mayas que este hombre, había eliminado todos sus defectos de tipo psicológicos, porque cuando nosotros consultamos la Kábala Hebraica vemos, la estrella de seis puntas del Rey Salomón, seis puntas son masculinas y las seis entradas entre punta y punta son femeninas.
Las doce radiaciones se descomponen mediante la Alquimia en doce constelaciones del Zodíaco, bien, pero el número seis indubitablemente también recuerda al enamorado, al amor, a la pasión, etc., es decir, este hombre eliminó de sí mismo todos sus defectos pasionales, de todos los agregados psíquicos que le apenaban, logró la máxima perfección y el testimonio para la posteridad fueron los seis decapitados. Si no se conociera un poquito la Kábala Hebraica, sería imposible encontrar entonces el significado de los seis decapitados.
Es tremenda la tumba del «Dios Pakal», lleva una Máscara de Jade que ha sido reconstruida por el Museo de Antropología, esa máscara de jade nos está indicando pues, que su rostro era tan perfecto que había que velarlo de los profanos, un rostro de un hombre Dios. Se construyó pues todo un monumento para enterrar a ese gran Avatara o Mensajero de los Mayas que se llamara «Pakal».
«Pakal» fue un hombre que trabajó con el maíz, es decir, con la simiente. Lo de la plancha o tapa de piedra que cubre la tumba del «Dios Pakal», aparece éste como descendiendo de la cruz. Entonces es como Don Pedro Ferriz piensa que está este hombre manejando algún aparato capaz de viajar a través del espacio.
Aparece también ahí un símbolo del planeta Marte, para indicarnos que el «Dios Pacal» estaba relacionado en alguna forma con el planeta Marte, mas no quiere decir esto que fuera habitante o un extraterrestre venido de Marte, sino un hombre influenciado por la radiación marciana, un hombre de carácter enérgico, un hombre fuerte, que supo enseñar a los Mayas su doctrina.
Conferencia: El Dios Pakal. Samael Aun Weor
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