Labná
Labná significa Casa abandonada o casa vieja. Este nombre fue dado por los mayas herederos de los itzaes, cuando éstos abandonaron Labná unos 800 años antes del descubrimiento de América. Tuvo una extensión de más de 2 km² y alojó a unos 3000 habitantes.
Y es casa vieja porque según nos dice el V. M. Samael Aun Weor, las construcciones americanas son más antiguas que las egipcias, no solo han llegado hasta la consumación de nuestra civilización Aria, sino que fueron hechas en la época Atlante.
Labná en su belleza artística reflejó su mundo interior ofreciéndose a los dioses santos como cuna y nido de los efluvios venusinos del alba, en el nacimiento de la raza Aria. Por su inestimable valor es Patrimonio Cultural de Yucatán, de la Nación y de la Humanidad.
Se encuentra engarzada en un collar precioso con Xlapac, Sayil y Kabáh a 42 km al sureste de Uxmal en la zona Pucc. En el alba de los tiempos antiguos los itzaes “sobresalieron especialmente sobre los demás pueblos americanos en la escritura jeroglífica, la cronología y la arquitectura en la que fueron consumados maestros” Sagrario G. E.
Labná Es famosa por poseer una hermosa construcción maya tallada en piedra: El Arco, de notable perfección y fina ornamentación. Debe haber sido la entrada a un recinto dedicado a grandes celebraciones. En su fachada incluye representaciones de casas de palma y serpientes estilizadas.
Como otros asentamientos de la región, Labná tiene un sacbé interno que sigue un eje norte sur y que comunica sus principales conjuntos: El Palacio y El Mirador.
El Palacio se localiza en el extremo norte del sacbé interno. Este edificio tuvo varias etapas constructivas hasta acumular 57 recámaras en dos niveles. En el ala oeste se observa una moldura rectangular que bordea los vanos, ejemplo del Puuc temprano; el resto corresponde al Puuc floreciente, notorio en la talla del friso con columnas con atadura, mascarones de Chaac, grecas escalonadas y celosía.
Sobre la sección frontal del primer nivel sobresale un mascarón zoomorfo de cuyas fauces emerge una cabeza humana: hacia el norte, otro más, flanqueado por figuras humanas, muestran una fecha maya que corresponde al año 862.
El Arco de Labná es un pasadizo abovedado que sirve como acceso a un pequeño cuadrángulo ubicado al oeste: El Mirador. La fachada muestra figuras geométricas realizadas con la técnica del mosaico de piedra del estilo Puuc floreciente. La moldura media posee tres segmentos: el interior, biselado; el central con piedras de encaje en zigzag y el del remate con una faja lisa.
El friso tiene decoración con greca escalonada doble y columnillas como fondo. En la fachada interna la moldura superior luce chozas en cuyos vanos se ven representaciones de dignatarios mayas con tocados. Las esquinas rematan con mascarones de Chaac. El techo presenta, en su parte media una pequeña crestería calada.
Editado por jesusagrario
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