El poder del sonido

Precisamente, agradecer estos acordes tan magníficos que han venido, realmente, a alegrarnos el corazón, con estas canciones inefables, que resuenan en todas las Esferas con esas notas singulares del Espíritu. 

Ciertamente, las melodías exquisitas de nuestro corazón vibran y se estremecen con cada tono; palpitan en las ondas cristalinas del Espíritu; fluyen con sus inefables canciones, que han llegado hasta las profundidades de mi Ser, han hecho vibrar en mí, ciertamente, todas las cuerdas de mi Lira Espiritual.

El mundo se debate entre la Música de las Esferas  No podemos más que inclinarnos reverentes ante la Sabiduría Audible.

No hay duda de que las Esferas se sostienen gracias al Verbo, a la Música, al Sonido. Los ritmos del Mahaván y del Chotaván, que son los grandes ritmos del Logos, sostienen el Universo firme en su marcha.

Uno en Éxtasis, en Samadhi, habiendo pasado más allá del cuerpo, de los afectos y de la mente, se sumerge en el Vacío Iluminador y escucha entonces el Estado de la Música misteriosa de la Esferas que sostienen el Universo firme en su marcha.

Todos los sonidos producidos por el planeta Tierra, en última síntesis, vienen a dar el SONIDO NIRIOONOSIANO del Universo. Las tonalidades de este planeta y los sonidos producidos por los mundos vecinos, tienen su NOTA SÍNTESIS, pues cada planeta tiene, en sí mismo, su Nota Clave o Sintética; y el conjunto de todos los Sonidos Síntesis de todo el Sistema Solar, constituido… …inefables, sublimes, con los cuales debemos nosotros cooperar cada vez que podamos.

Por eso es que digo que los cánticos inefables que hemos escuchado aquí, en este Santuario sagrado, de Guadalajara, Jalisco, han hecho vibrar, realmente, las notas más exquisitas de mi Alma. En nombre de la verdad tenemos que decir, que la Música. En nombre de la verdad he de decir, que las SIETE NOTAS MUSICALES, que van desde el Do hasta el Mi, son el fundamento de toda creación…

Les he hablado sobre la Ley del Eterno Heptaparaparshinock, la LEY DEL SIETE. Incuestionablemente, el siete multiplicado por siete, nos da las 49 notas. Esas 49 notas contienen la Nota Síntesis, que es el Sonido Nirioonosiano de la Creación.

Piensen ustedes cómo la Música sostiene a todo lo que es, a todo lo que ha sido y a todo lo que será. Beethoven, aquel gran músico, en el Mundo Causal, está siempre a las puertas del Templo.

Las melodías más exquisitas del Cosmos,  del espacio infinito. La Música, con todas sus notas, ha establecido el orden en todo lo creado. Obviamente, queridos hermanos, no está demás recordar que en los tiempos antiguos, allá en la vieja China, los Sabios Iniciados inventaron algo extraordinario: quiero referirme a aquel instrumento, al AYA-ATAPAN, que producía, realmente, las 49 notas. Esa era con todos los mundos del espacio estrellado, parecía el Sonido Nirioonosiano de la Creación.

De tal instrumento musical devinieron, más tarde, los distintos instrumentos como el piano, el violín, la guitarra, etc.

Vean ustedes qué interesante estos Sabios en realidad de verdad, que en aquellos tiempos se hacían experimentos magníficos combinando a la Química con el Sonido. Entonces aquellos Sabios hermanos Iniciados, gracias a un monarca pudieron sacar la positiva del espectro solar.

Nadie puede dudar que el espectro solar tiene los siete colores básicos fundamentales. Desafortunadamente, los científicos sólo ven únicamente, es la parte negativa del espectro.

Pero aquellos Sabios hermanos aprendieron a sacar la energía positiva del lado positivo tal espectro, y con esos colores hicieron ensayos extraordinarios: Comenzaron por un rayo coloreado de cualquier color transformaron aquel color del rayo con el cual estaban operando.

Si hacían pasar, por ejemplo, el azul, a través de las notas musicales, aquel rayo se transformaba en cualquier otro color; si hacían pasar el rojo a través de las diferentes notas de la escala, aquél rayo se transformaba también en azul.

Por esos tiempos hicieron experimentos extraordinarios, por ejemplo: Si se hacía pasar el rayo de luz a través dijéramos, sobre el opio, entonces el opio se transformaba por ejemplo, un pedazo de bambú. LA MÚSICA Y EL COLOR. La Música, se puede decir, se esconde detrás del color, subyace detrás del Color.

Cuando yo estuve reencarnado en la China, en aquella Personalidad que se llamó CHOU-LI, estuve entonces afiliado a la ORDEN DEL DRAGÓN AMARILLO. Entonces hicimos experimentos extraordinarios: Un Iniciado, con un instrumento musical hacía vibrar las más deliciosas sinfonías. Aquel instrumento daba las 49 notas (las siete multiplicadas por siete, de acuerdo con la Ley del Eterno Heptaparaparshinock).

Cuando hacía vibrar la primera nota nosotros nos concentrábamos; cuando hacía vibrar la segunda, entrábamos en una zona subconsciente más profunda; cuando hacía vibrar la tercera nota, nos concentrábamos más en sí mismos; y así, cada una de esas notas estaba relacionada con cada uno de los 49 Niveles del Subconsciente con los Yoes que allí existen, luchaba por comprenderlos con ellos cara a cara de acuerdo con las 49 notas del instrumento.

Samael Aun Weor