Rituales negros
Hay ciertos ritos tenebrosos que se conservan desde las épocas más lejanas de la historia.
Las hechiceras de Tesalia celebraban ciertos rituales en sus cementerios o panteones para evocar las sombras de los fallecidos.
En el aniversario de sus muertos queridos concurrían ante las tumbas del cementerio y en medio de alaridos espantosos en pinchaban sus pechos para que manara sangre.
Esta servía de vehículo a las sombras de los muertos para materializarse en el mundo físico. Homero, el gran Iniciado, cuenta en la Odisea algo sobre un ritual celebrado con un hechicero en la isla de Calixto donde reinaba la cruel diosa Circe.
El sacerdote degolló una res entre un foso llenándose este de sangre. El sacerdote invocó al adivino de Tebas. Cuenta Homero que éste acudió al llamado y se pudo materializar totalmente gracias a la sangre. El adivino de Tebas platicó personalmente con Ulises y le pronóstico muchas cosas.
El sabio autor de Zaratustra dijo: Escribe con sangre y aprenderás que la sangre es espíritu. Goethe exclamaba a través de su Mefistófeles diciendo: Este es un fluido muy peculiar.
Las tinieblas son en sí mismas PADRE MADRE; la luz su hijo, dice la sabiduría antigua. Es evidente que la luz increada tiene un origen ignoto, absolutamente desconocido para nosotros... De ninguna manera exageramos si enfatizamos la idea de que tal origen son las tinieblas. Del caos sale el COSMOS y de las tinieblas brota la luz; Oremus profundamente...
Hablemos ahora sobre la luz prestada, cósmica, secundaria; es obvio que cualquiera que sea su origen y por bella que sea, tiene en el fondo un carácter pasajero, mayavico... Las inefables tinieblas profundas, constituyen pues, la matriz eterna, en la cual los orígenes de la luz aparecen y desaparecen...
En este nuestro afligido mundo del SAMSARA, es incuestionable que nada se añade a las tinieblas para convertirlas en luz... En este doloroso valle de las amarguras, es claro, que nada se añade a la luz para transformarlas en tinieblas. La lógica del pensamiento o mejor dijéramos, el TERTIUM ORGANUM, nos invita a pensar que la luz y las tinieblas son permutables.
Analizando esto desde un punto de vista rigurosamente científico, llegamos a la conclusión de que la luz es tan solo un modo de las tinieblas y viceversa.
Luz y tinieblas son fenómenos del mismo NOÚMENO, ignoto, profundo, inconcebible para la razón... El que percibamos más o menos la luz que resplandece en las tinieblas es cosa que depende de nuestro poder de visión espiritual...
Un gran Ser dijo: Lo que es luz para nosotros, es tinieblas para ciertos insectos; y el ojo espiritual ve iluminación allí donde el ojo normal tan solo percibe oscuridad...
El Universo sumido en PRALAYA después del MAHAMVANTARA, disuelto en su elemento primordial, reposa necesariamente entre las tinieblas profundas del espacio infinito...
Es urgente comprender a fondo el misterio profundo de las tinieblas caóticas. Antes del amanecer del MAHAMVANTARA el Universo dormía, en la terrible oscuridad..
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