Aniquilación del ego

Diablo sentadoEsto de aniquilación molesta realmente a las escuelas del pseudo-esoterismo y del pseudo-ocultismo barato. Resulta que el Ego no desea pasar por ninguna aniquilación; el Ego quiere realmente vivir, cueste lo que cueste, no desea la aniquilación.

Obviamente, mis queridos hermanos, debemos comprender la Doctrina de los Muchos.

Han dicho algunos que yo he tomado la Doctrina del yo pluralizado del señor Gurdjieff y que cómo es posible que siendo el Avatara de la Era del Acuarius, la tome de él.

Se equivocan, no he tomado esa Doctrina de Gurdjieff, ni Gurdjieff es el autor de esa Doctrina.

Gurdjieff la tomó del Tíbet, es una Doctrina tibetana, y yo la he tomado del Egipto de los Faraones, la conocí en Egipto también la conocí entre muchas escuelas arcaicas.

Los primeros que la enseñaron fueron los Avataras de la Lemuria. Así pues, Gurdjieff la tomó del Tíbet y yo la tomé de Egipto.

No creo que sea un delito haberla tomado de Egipto, sólo que en el antiguo Egipto de los Faraones, al yo no se le decía Ego, Ego es un término latino; al yo pluralizado se le llamaba Seth.

A todos los agregados psíquicos, citados por los tibetanos no exclusivamente por míster Gurdjieff, se les denominaba “Demonios rojos de Seth”. Sabíamos nosotros, los egipcios y digo los egipcios porque yo soy un egipcio y este cerebro con el que estoy pensando y hablando, estuvo 4.000 años bajo tierra, aunque parezca increíble que Horus nosotros no decíamos Horus, sino Aurus fue capturado por los Demonios rojos de Seth.

 

Al hablar así, queríamos decir sencillamente, queríamos explicar a nuestros devotos, que los Demonios rojos de Seth habían atrapado a la Consciencia humana. Los devotos de todo el alto y bajo Nilo, entendían a la maravilla y todos en general luchábamos contra los Demonios rojos de Seth; obviamente, quiero decir contra los yoes que personifican tal o cual error, y hablando en lenguaje estrictamente tibetano, quiero decir contra los agregados psíquicos que personifican nuestros errores. 

 

En el Tíbet, la Doctrina de los Muchos es el fundamento del Lamaísmo. No hay duda que el señor Gurdjieff, quien estuviera como Lama en el Tíbet, sacó de allí la Doctrina para preconizarla en el mundo occidental. No quiere decir esto que la Doctrina fuese de su propiedad exclusiva. La Doctrina de los Muchos, es muy conocida en el Tíbet y cuando se dice que hay que destruir a los agregados psíquicos que personifican nuestros errores, los tibetanos lo expresan en la siguiente forma: El Budha Interior debe destruir a la Doctrina de los muchos en sí mismo.

 

Vean ese modo de hablar, es decir, acabar con los elementos inhumanos que en nuestro interior cargamos.

Hay algunos Bodhisatvas caídos también en el Tíbet, en los Himalayas. Muchas veces los lanus es decir, discípulos, tienen que soportar pacientemente todo un día, a los diversos agregados psíquicos que van pasando o que van controlando, en orden sucesivo, el cuerpo de un Lama, de algún Lama caído, de un Bodhisatva caído.

Pero ellos tienen paciencia de soportarles sus sandeces, aguardando el instante en que termine la procesión de agregados y por último se asome, siquiera por un momento, el Ser Real de aquel Lama instructor; entonces reciben del Ser la enseñanza que estaban buscando. Después el Ser se retira y continúan los yoes atormentando a los pobres discípulos.

Acabar con la Doctrina de los Muchos en sí mismo, no es fácil, en idéntica forma pensábamos y seguimos pensando los antiguos egipcios. Hay que matar a los Demonios rojos de Seth, dentro de ellos está embutida la Esencia. Entre los devotos del Chang y del Zen, la Esencia recibe otro nombre: se le denomina el “Budhata”. Así, van viendo ustedes que esta Doctrina no es propiedad exclusiva, ni del señor Gurdjieff ni de nadie; es de orden general.

Ese Budhata o material psíquico que en nuestro interior cargamos, es importante, es la Esencia que está embutida entre los Demonios rojos de Seth, entre los agregados psíquicos. Se hace necesario quebrantar cada uno de esos elementos indeseables que en nuestro interior llevamos, para liberar la Esencia; sólo así conseguiremos integrarnos y convertirnos realmente en Individuos Sagrados.

Bien sabemos que para poder desintegrar los agregados psíquicos, tenemos que dirigir la Lanza contra los mismos y esto nos lo enseña claramente Richard Wagner, gran Maestro subestimado por los sabihondos del pseudo-ocultismo barato. Richard Wagner, con su Parsifal, da una lección extraordinaria de Esoterismo Tántrico.

 

Samael Aun Weor  Conferencia del temario gnóstico titulada "La seriedad en el trabajo esotérico y la anormalidad de nuestra psiquis". para acceder hacer CLICK aquí

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