La Lemuria su hundimiento
La Lemuria, un gigantesco continente, estaba situado allá en el océano Pacífico; tenía un clima sumamente tropical, tremendamente tropical. Los volcanes hacían erupción constantemente.
La vida era muy distinta en aquella época de como lo es ahora. Todo el mundo parlaba en el lenguaje de la Luz. Si queríamos saludar a alguien no decíamos "Good morning" o "Buenos días", sencillamente nos llevábamos la mano al corazón y decíamos "Aibú", y el otro contestaba "Aibú".
Hablábamos un lenguaje muy distinto, era más bien cantadito, y un lenguaje superior, y teníamos poder sobre los elementos: el fuego, el aire, el agua, la tierra, yo mismo caminaba por entre esas multitudes lemúricas.
Recuerdo pues los poderes; cómo podía desatar el rayo, las tempestades. Nosotros habíamos venido de otros mahanvantaras; conocíamos la vida. Más tarde cometimos el error de tomar esposas cuando se nos estaba prohibido, entonces nos tocó sufrir mucho, sufrir para volver a levantarnos.
Así pues, conocí la Lemuria en el océano Pacífico; al fin se hundió a través de 10.000 años de incesantes terremotos, por "sol de lluvia de fuego y grandes terremotos", como dicen los aztecas.
Todo eso lo conocí entre el fuego y los terremotos, se hundió la Lemuria en el Pacífico a través de 10.000 años. Hubo sobrevivientes, algunos de esos involucionaron tanto que se volvieron liliputienses.
Hace poco en Bolivia encontraron un grupo de liliputienses; tenían un pueblito; pero esto no es la historia de pulgarcito, eran así como de unos 10 centímetros; los más altos eran gigantes, tenían 20 centímetros, y el pueblito era todo de casitas que parecían de muñecos, un muñequero, y las ollitas, ¿cómo sería donde cocinaban los liliputienses? Todo era chiquito.
Pero de la noche a la mañana las gentes aquellas desaparecieron. ¿Qué se hicieron?, se metieron dentro de la cuarta vertical y se fueron; estos eran lemures ya involucionantes.
Sin embargo el pueblito se conserva, y aquella tribu que habita en esa región no permite jamás que un civilizado se acerque a ese pueblito que está custodiado por la tribu.
Es un pueblito que parece de muñecos, con varios cerros que lo rodean, elevadísimos; cada cerro es tan alto que cuando mucho puede llegar a tener tres metros, pero para ellos es un gran cerro.
Doctrina Gnóstica develada por Samael Aun Weor
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