Guerra en los Cielos
Amigos míos, damas y caballeros que me escuchan, vamos esta noche a estudiar el tema relacionado con la Guerra en los Cielos.
Se ha hablado mucho sobre la gran rebelión de los Ángeles contra el Eterno; se ha afirmado que Miguel con sus Huestes de Luz hubo de pelear contra el Dragón y sus secuaces.
Todo esto, amigos míos, es completamente simbólico; hay que saberlo entender para no caer en el error.
En pasadas pláticas dimos amplias explicaciones sobre el Diablo, el Dragón, y ahora entraremos más a fondo en toda esta cuestión. Entre paréntesis, quiero contarles a todos los aquí presentes que yo tengo una apuesta con el Diablo, y esto podrá sorprenderles un poco...
En cierta ocasión, no importa ahora la fecha ni la hora, sentados los dos frente a frente ante una mesa, escuché de labios de mi propio Lucifer Intimo las siguientes afirmaciones:
Yo a ti te venceré en la Castidad, y te lo voy a demostrar; tú conmigo no puedes... ¿Quieres hacer una apuesta conmigo? Sí, contestó Satán, estoy dispuesto a cazar la apuesta. ¿Por cuánto cazamos la apuesta?”... "Por tanto, y está hecho". Me alejé de aquel personaje que no es más que la Reflexión de mi propio Logos Intimo, tratándole en verdad un poco mal...
En nombre de la verdad, quiero decirles a ustedes, amigos míos, que hasta el momento actual estoy ganando la apuesta, pues el Diablo conmigo no ha podido; de ninguna manera ha logrado hacerme caer en tentación, aunque he tenido que librar con él tremendas batallas. La guerra pues, es tremenda estoy (Samael Aun Weor) venciendo al Dragón y puedo decir que le tengo derrotado. Esto es lo mismo que hizo Miguel contra Lucifer, la misma lucha de todo Iniciado contra su Dragón.
Así como Miguel venció a todos los Ángeles Rebeldes, así también cada uno de nosotros debe vencer y desintegrar a todos los Yoes Diablos o Agregados Psíquicos que personifican nuestros errores. Mirado desde otro ángulo este asunto de la Guerra en los Cielos, encontramos que tal alegoría representa también la lucha que hubo entre los Adeptos primitivos de la Raza Aria y los Brujos de la Atlántida, los demonios del océano, etc., etc., etc.
Es incuestionable que después del sumergimiento de aquel viejo continente, los Magos Negros de la Tierra Antigua, tragada por las aguas, continuaron atacando incesantemente a los Adeptos de la nueva raza a la cual nosotros todos pertenecemos.
La alegoría pues de la Guerra en los Cielos, tiene variados significados: Puede simbolizar sucesos religiosos, astronómicos, geológicos y, además, posee un sentido cosmológico muy profundo.
En la Tierra Sagrada de los Vedas, se habla mucho de las batallas de Indra contra Vritra. Obviamente, el resplandeciente Dios Indra es llamado por los sabios Vritrahan por ser el matador del Dragón, en la misma forma en que Miguel es el vencedor del mismo. Es claro que todo Iniciado que mate o venza al Dragón es tragado por la Serpiente y de hecho se convierte en Serpiente, como Wotán. Sin embargo, las tentaciones sexuales suelen ser espantosas, raros son aquellos que no caen en tentación.
Satán, el Dragón, Lucifer, o como queramos llamarle, hace tremendos súper-esfuerzos para hacer caer en tentación al Iniciado, y es claro que casi todos fallan, por eso es que es muy difícil conseguir gentes Auto-Realizadas. La debilidad de las personas se encuentra precisamente ahí, en el sexo, y por muy fuertes que se sientan, a la larga sucumben. Es pues eso de la Guerra en el Cielo algo terrible, casi imposible de describir con palabras (las tentaciones sexuales no son cualquier cosa)...
¿Es acaso muy fácil vencer al Dragón? Lo más grave de todo esto es que la gente tiene vivo el Ego los Demonios Rojos de Seth no han muerto, y la Conciencia de cada cual, embutida entre sus Agregados siniestros, funciona en verdad dentro de su propio condicionamiento, y hasta se justifica lavándose las manos como Pilatos, o aplazando el error diciendo: "Hoy no pude, pero después con el tiempo triunfaré", etc., etc., etc.
Así en esta forma son muy raros los "Migueles" que vencen al Dragón; hay que buscarlos con la Linterna de Diógenes; estas gentes son demasiado débiles, frágiles, ignorantes y absurdas. Se ha hablado también mucho sobre los Ángeles caídos en los viejos textos de la antigüedad clásica, mas esto no lo entienden los ignorantes ilustrados, ni los "bribones del intelecto". Cualquier Gurú-Deva que caiga en la generación animal, se convierte de hecho en un Ángel Caído, y hasta en un demonio.
Es incuestionable que cuando algún Adepto comete el crimen de derramar el Vaso de Hermes, resucitan dentro de sí todos los Elementos Inhumanos que antes había desintegrado, y por tal motivo se hace de hecho un demonio más. Hemos llegado pues a la raíz de un tema muy discutido, demasiado estudiado y raras veces comprendido. Lo que sucede es que para poder comprender esta cuestión se necesita haberla vivido; de nada sirven aquí las suposiciones o los vanos racionalismos.
Como quiera que yo viví todo esto en un remotísimo pasado arcaico, cuando multitud de Bodhisattvas Lemures cometieron el error de caer en la degeneración animal, por eso puedo dar testimonio sobre todo esto, y explicarles crudamente tal como es, y sin suposiciones ni utopías de ninguna clase. A mi no me importa que la gente me crea o no me crea; estoy diciendo lo que he vivido, y eso es todo; por lo demás, allá se los halle cada cual con su vida; afirmo lo que me consta, lo que he podido ver, oír, tocar y palpar...
La cuestión de los Ángeles caídos está representada en el Indostán con las luchas religiosas de Iranios contra Brahmanes; Dioses contra Demonios; Dioses contra Asuras, tal como figura en la Guerra del Mahabharaata, etc., etc. Esto de las batallas contra el Dragón podemos verlo también en los Eddas Escandinavos, donde aparecen los Ases guerreando contra los gigantes helados: Asathor contra Jotums. Quiero pues, amigos míos, que comprendan la necesidad de pelear contra el Dragón; quiero que entiendan que deben vencerlo en batallas campales, si es que en verdad aspiran ustedes a convertirse en Serpientes de Sabiduría y en Dioses terriblemente Divinos.
Por favor, les ruego que salgan de la ignorancia en que se encuentran; les suplico que estudien estos libros y que los vivan; me duele en verdad verles a todos ustedes convertidos en sombras débiles y miserables.
P- Maestro, ¿quisiera explicarme si al caer una persona que esté trabajando en la Fragua Encendida de Vulcano resurgen en ella el Yo o los Yoes que haya logrado desintegrar?
R- Distinguida hermana gnóstica, es incuestionable que con cualquier caída sexual, resucita de hecho y por derecho propio algún elemento subjetivo infrahumano. Por eso nuestro Señor el Cristo dijo: El discípulo no debe dejarse caer, porque el discípulo que se deja caer tiene después que luchar muchísimo para recuperar lo perdido.
P- Maestro, nos habla usted de la Guerra en los Cielos, y sabemos por las enseñanzas que las peleas contra el Enemigo Secreto deben hacerse en el Averno, es decir, bajando a los Infiernos. ¿Podría aclararme esto?
R- Amigos, es incuestionable el sentido alegórico de todos los escritores religiosos, ya sean estos cristianos, budhistas, mahometanos, etc., etc. El asunto éste de Cielos se refiere a estados de Consciencia; indubitablemente, nuestros distintos estados Conscientivos son alterados en la lucha. La batalla contra el Enemigo Secreto puede llevarnos a la liberación definitiva o al fracaso radical.
Ciertamente, resultaría incongruente suponer siquiera por un momento, tentaciones pasionarias en Regiones Divinales inefables; por este motivo debemos traducir aquí la palabra "Cielos" como estados de Conciencia o como funcionalismos de la Esencia, etc., etc., etc.
P- Maestro, cuando usted hablaba de que cazó apuesta con su Lucifer Intimo, ¿podemos entender que el monto de ésta es su propia Alma?
R- Amigos, hermanos gnósticos, existen las valorizaciones y las desvalorizaciones del Ser. Existen también Capitales Cósmicos equivalentes a virtudes. El monto de tal apuesta se basa en determinado Capital Cósmico; éste se valora en forma similar a como se valoran las monedas del mundo, y por ende quedaría desprovisto de cierta cantidad de virtudes, y devaluado o desvalorizado íntimamente. Creo que con lo aquí he expresado, los hermanos de este auditorio me han entendido.
P- Maestro, se nos ha hablado que trabajando en la Fragua Encendida de Vulcano se puede desintegrar el Ego. ¿Qué nos puede decir al respecto?
R- Distinguida dama, ya en pasadas pláticas hablamos muy ampliamente sobre el modus operandi para la disolución del Mí Mismo, del Sí Mismo. También hicimos amplias explicaciones sobre el mismo tema en nuestro libro titulado "El Misterio del Áureo Florecer". Entonces dijimos que había necesidad de trabajar con la Lanza de Eros, durante el Coito Químico o Cópula Metafísica.
Creo pues que este auditorio ya no ignora nuestros procedimientos Gnósticos, Esotéricos; lo más importante consiste precisamente en saber orar durante el Sahaja Maithuna. En tales instantes hay que suplicar a la Divina Madre Kundalini particular (porque cada cual tiene la suya), para que ella elimine el error que necesitamos erradicar o extirpar de nuestra propia Psiquis. Es indiscutible que la Electricidad Sexual Trascendente puede reducir a cenizas a cualquier Defecto Psicológico.
Indudablemente, nuestra Madre Divina Kundalini, manejando con destreza la Pica Santa, podrá volver polvo a cualquier Agregado Psíquico, a cualquier Defecto íntimo. También dijimos en pasadas cátedras que se hace necesario primero, haber comprendido el defecto que queremos extirpar de nuestra naturaleza; es ostensible que sólo por medio de la Técnica de la Meditación podemos comprender en forma íntegra cualquier error. Comprensión y Eliminación son básicos para la Disolución del Mí Mismo, del Sí Mismo.
P- Maestro, ¿quisiera explicarnos si derramando el Vaso de Hermes se desarrolla el Órgano Kundartiguador?
R- Distinguidas damas y caballeros, es urgente comprender que cuando se derrama el Vaso de Hermes en forma continua y habitual, se desarrolla también el Abominable Órgano Kundartiguador, la famosa Cola Satánica de los Tenebrosos, el Fohat Negativo, siniestro, que a la larga nos conduce por la vía descendente, infrahumana, hasta el Abismo y la Muerte Segunda.
P- Maestro, quisiera decirnos si trabajando en la Fragua Encendida de Vulcano sin derrame del Vaso de Hermes, pero sin desintegrar el Yo Pluralizado, a la larga también se desarrolla el Órgano Kundartiguador?
R- Amigos, distinguida dama que hace la pregunta, se hace muy necesario comprender la necesidad de una Conducta Recta cuando se trabaja en la Forja de los Cíclopes. Aquel que no muere en Sí Mismo, aquel que no disuelve el Ego, a la larga desarrolla el Abominable Órgano Kundartiguador, aunque esté trabajando en la Fragua Encendida de Vulcano (la Sexo-Yoga).
Ya dijimos en precedentes capítulos que el Abominable Órgano de todas las Fatalidades se desarrolla en los adúlteros, en los que traicionan al Gurú, en los sinceros equivocados acostumbrados a justificar delitos, en los iracundos y perversos, etc., aunque estén trabajando con el Tantrismo Blanco, aunque no derramen el Vaso de Hermes. Sólo muriendo en Sí Mismos y trabajando de verdad en la Novena Esfera, y sacrificándose por nuestros semejantes, es como podemos desarrollar en nuestra naturaleza íntima, la Serpiente Ígnea de nuestros Mágicos Poderes. Mucho más tarde hemos de vencer al Dragón totalmente, si es que en verdad anhelamos ser devorados por la Serpiente para convertirnos en "Serpientes".
P- Maestro, la batalla que libró el Arcángel Miguel contra el Dragón y los Ángeles Rebeldes, ¿debemos entender que la hizo con la Lanza de Longinus?
R- Mis amigos, la Lanza de Longinus es la misma Lanza de todos los pactos mágicos, la misma con que San Jorge hiriera a su Dragón. No hay duda de que esta Pica Santa, esta Asta de Aquiles, es el emblema maravilloso de la Energía Sexual con la cual podemos incinerar, quemar, destruir radicalmente a las diversas partes del Mí Mismo, del Ego, del Yo Psicológico.
P- Venerable Maestro, ¿qué es lo que alegorizan los Ángeles Rebeldes?
R- Amigos, se dice que Miguel peleó contra el Dragón y sus Ángeles Rebeldes, como tenemos que hacerlo nosotros contra el Lucifer Intimo y los Agregados Psíquicos; se trata de luchas interiores, secretas, terribles y muy dolorosas. Cada uno de nosotros debe convertirse, pues, en un "Miguel", peleando incesantemente contra el Dragón y sus huestes fatales.
Samael Aun Weor Capitulo 19º Guerra en los Cielos del libro Si, Hay Infierno; Si, Hay Diablo; Si, Hay Karma
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