Camino iniciático
Cuando el Ser Humano se encuentra con el Sendero Iniciático se inicia un trabajo espiritual, podemos decir que el Camino Iniciático se va realizando en nosotros a través de la Elaboración de la Energía Creadora por medio de la Transmutación Sexual.
La Iniciación es la misma vida, no se compra ni se vende. Existen nueve Iniciaciones de Misterios Menores, llamada el Ciclo Probatorio, posteriormente continúan las Iniciaciones de Misterios Mayores.
Entonces el Iniciado se convierte en un Maestro de Sabiduría. El Iniciado que busque lograr asimilar su propio Ser tiene que estar dispuesto a soportar la ingratitud, traición de sus amigos cercanos, leales. El Iniciado ha sido calumniado, inculpado y difamado; su nombre ha corrido de boca en boca.
Por eso aquel Iniciado que está haciendo un Cambio Radical, tiene que divorciarse del mundo y la sociedad con sus sistemas, eso no le es perdonado.
Este Drama Crístico se repite como en el pasado le sucedió al Maestro Jesús. Sólo el Matrimonio Perfecto es la Senda hacia la iniciación. La Iniciación en los Misterios Crísticos es para hombres y mujeres de THELEMA, (voluntad) dispuestos a perderlo todo para ganarlo todo, la iniciación es para toda la vida no es una cuestión emocional o fanática.
La Verdadera Escuela Iniciática estará donde estén los auténticos aspirantes a la Sabiduría; no donde la enseñanza es contemplativa o teórica, donde la máxima exigencia es asistir regularmente y pagar puntualmente las cuotas, donde no tenga uno que vencerse a sí mismo; lo más seguro es que encontremos en un buen club Social. Si hay algo imprescindible en la vida de un Iniciado es trabajar en la falsa personalidad. En la Gnosis hay que trazarnos una meta que es Hacer el Trabajo Psicológico y Alquímico.
Da pena aquello que uno escucha decir: Yo tengo 20-30 años de gnosis y está peleando por cualquier cosa porque no quiere estar de segundo, siempre quiere estar donde la personalidad le exige, donde quiere estar. A esta humana persona le ha correspondido en estos tiempos de coordinar un pueblo que va ingresando a la Iniciación, para que cada quien enrumbe su trabajo, nosotros no somos los directores del trabajo de nadie, cada quien dirige sus condiciones para poder hacer la Obra bien echa.
En estos momentos se nos exige que tengamos esa capacidad de poder orientar sin someter. El que aprende a orientar sin someter tiene derecho a aprender de Dios y de sus hermanos para aumentar esa fuente de Sabiduría.
El que sólo aprende a dirigir y no deja que lo dirijan es una persona que se tranca el paso, se lo digo porque conozco, hermanos, sé lo que los Maestros están diciendo que si nosotros no hacemos un ordenamiento en nuestra forma de pensar, sentir y actuar indefectiblemente estamos incapacitados para realizar el trabajo.
Necesitamos fijarnos una meta de Encarnar una Sabiduría Iniciática que viene del Ser. La Gnosis no es una cuestión de asistir a una cadena el martes, jueves y un ritual el sábado; sino lo que vamos captando a través de la comprensión y aquellos estados de exaltación espiritual y estar al Servicio de Dios.
No compartimos con el caciquismo y la Inercia que hay en las filas gnósticas. Los Maestros exigen que los iniciados estén sumamente preparados internamente para formar grupos de estudios en condiciones de hablar un mensaje para superarnos espiritualmente. Debemos agilizar la difusión del mensaje gnóstico a la humanidad pero también en condiciones de formar un pueblo que ya está en segundas cámaras para prepararse internamente para que aflore el conocimiento que cada uno de nosotros tenemos guardado.
No debemos caer en la equivocación de cada quién tener una apreciación de un Iniciado y quiere verlo de acuerdo como el cree que debe ser y tiene la tendencia de ver la gnosis de una forma sin embargo pasan los años y no se auto-realiza. Debemos aprender de toda persona para no limitarnos en el camino. Toda persona es un maestro, porque maestro es el que enseña y no el que tiene tantas iniciaciones.
Comprender que la psicología que debemos aplicar a la vida no es la que leemos de los libros sino la que los momentos exigen, para mantener tal posición antes los eventos diarios, los libros nos ilustran como aplicarlo. Uno de los problemas claves que vemos en pueblo gnóstico es la falta de continuidad de propósito; prácticas y enseñanzas hemos tenido muchísimas y cada día los Venerables Maestros y la Logia Blanca amplían las mismas pero si no hay continuidad de propósito no hay rescate de nada. No debemos andar buscando facilismo sino enfrentarnos con nosotros mismos, dejar de buscar claves mágicas fáciles.
Cuando hablamos de las escuelas esotéricas a través de la humanidad no podemos dejar de hablar sin excepción de las Escuelas de Egipto, de la Orden del Escarabajo, de los estudios superiores que se realizaban en las Pirámides.
Resulta sorprendente que la colosal Esfinge, de Gizeh, que ocupa ahora su lugar junto a la Gran Pirámide, sea obra de la primera civilización egipcia, en la más remota antigüedad.
La esfinge, esculpida por obra de más antiguo sacerdocio humano, es la imagen de la Naturaleza. Una cabeza humana sale de un cuerpo de toro con garras de león y pliega sus alas de águila a los costados. En ese ser compuesto del toro, del león, del águila y del hombre se encuentra representado cuatro elementos constitutivos del microcosmos y del macrocosmos, el agua, la tierra, el aire y el fuego, base de la Ciencia Oculta.
Hermes es el misterioso primer iniciador de Egipto en las doctrinas sagradas, como casta, es el sacerdocio depositario de las tradiciones ocultas. Los griegos discípulos de los egipcios, le llamaron Hermes Trimegisto, es decir el tres veces grande Dios Ibis de Toth.
La Doctrina del Fuego Principio y del Verbo Luz, encerrada en la Visión de Hermes, será el centro y la cúspide de la Iniciación Egipcia. El sacerdocio egipcio, cuerpo orgánico de iniciados, depositarios de la antigua ciencia de Hermes, se retiró al secreto de sus santuarios.
Los iniciados juzgaron necesario recubrir la verdad esotérica con un triple velo que la hiciera inatacable. A la difusión exterior del culto popular de Isis y Osiris, corresponde en lo interior la organización de los pequeños y los grandes misterios. Se le rodeó de barreras casi infranqueables. Se exigió el juramento de Silencio, bajo pena de muerte al iniciado que divulgara el menor detalle de los Misterios.
La Iniciación egipcia vino a ser el refugio de la doctrina esotérica y además el crisol donde se fundió la resurrección nacional del Egipto y escuela de religiones futuras. La Iniciación antigua se basaba en una concepción global del hombre, cuerpo, alma y espíritu, y la Iniciación era un adiestramiento gradual de todo el Ser Humano hacia las cimas del Espíritu desde donde es posible dominar la vida.
Los sabios decían: Para alcanzar la maestría, el hombre tiene necesidad de una transformación total de su físico, moral e intelectual. Esa modificación sólo es posible por el ejercicio simultáneo de la Voluntad, de la Intuición y del razonamiento. El alma posee sentidos que están dormidos, la Iniciación los despierta. La Doctrina Egipcia tiene una concepción septenaria del Hombre.
Las Sociedades Inicíaticas, como la Masonería, el Rosacrucismo y el Gnosticismo Universal, en la Ceremonia de acceso al grado de Aprendiz o miembro de Segunda Cámara, someten al candidato a cuatro viajes llamados Iniciáticos. El primero comporta la prueba de Tierra, el segundo la prueba de Aire, el tercero la prueba de Agua y el cuarto la prueba del Fuego. Se trata de enseñar al candidato a dominar las trampas del mundo material; de instruirlo sobre la utilización de la fuerza del Pensamiento; de enseñarle después a dominar las pasiones y finalmente conectarlo con su Ser divino, poniéndolo al Servicio de su Padre Interno.
Pero esos viajes, realizados mediante un ceremonial muy sugerente, no son más que una escenificación. En ellos el candidato no aprenderá nada, a menos que comprenda en profundidad que aquella ceremonia externa debe ser vivida en su interior, aprendiendo realmente a dominar las fuerzas morales, las emotivas, las intelectuales y las materiales, convirtiéndose en experto en cuestiones del alma.
Son unos viajes simbólicos que todos deberemos un día llevar a cabo, ya que la conquista de la Sabiduría es una tarea común a todos. Quienes los realizan en su aspecto simbólico atestiguan de su afán de quemar etapas, anticipándose a etapas evolutivas futuras.
La Sabiduría sólo se adquiere a base de trabajos internos a lo largo de nuestra vida y de varias existencias.
Añadir un comentario