La cuaresma Católica
La cuaresma Católica pretende paliar toda ofensa hecha a través del carnaval exotérico y lunar.
Porque es un paso obligado tras el desenfreno de esta sociedad hipnótica. La palabra “cuaresma” deriva del latín “Quadragesima diez” que señala a los 40 días que dura el tiempo litúrgico.
La fuente de la Biblia y del Antiguo Testamento marca a los 40 días del diluvio, a la marcha del pueblo de Israel por el desierto, a los 40 días en que Jesús de Nazaret estuvo en el desierto. Por lo tanto es un número simbólico que alude al Íntimo y sus procesos físicos o metafísicos.
La Cuaresma es un llamado a la reflexión y una actitud del corazón penitente, ya sea exotérico u hermético como preparación para vivir los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección del Cristo, en la Semana Santa, culmen de la fiesta Solar mayor del equinoccio de primavera.
Nuevamente el fuego hace presencia en la Cuaresma, pues se queman los restos de las palmas bendecidas el Domingo de Ramos del año anterior y con ellas se arma la ceniza del penitente. Estas cenizas son rociadas con agua bendita y luego aromatizadas con incienso que de este modo le confieren un aspecto espiritual. Con ellas se hace una cruz en la frente y se propone cierto ayuno y abstinencia voluntaria.
Esta disciplina de mortificación o sus variantes en las diferentes expresiones confesionales, fue siempre necesaria para contrarrestar la ley de resistencia, necesaria para que el devoto demuestre con sus hechos, su verdadera y loable resolución espiritual.
Plus y minius de energía deben armonizarse en el devoto alquimista a través de todos los tránsitos solares. Y para ello debe aprovechar los dictámenes de la Naturaleza solar y sus correspondientes periplos que le van insuflando los elementos necesarios para su puesta en práctica.
Dice el V. M. Samael Aun Weor sobre la pausa magnética creadora: “Siempre es necesario guardar esa pausa, uno puede trabajar intensamente en la Forja de los Cíclopes, pero debe también tener intervalos, descanso para los órganos creadores, en los cuales debe guardarse la pausa energética.(…) Hay épocas de fertilidad sexual y Pralayas, épocas de reposo; de manera que ese tipo de actividad va siempre alternado por épocas de reposo, eso es radical.
Sagrario G. E., M.G.
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