Quinto Círculo
Amigos, señores, señoras... Vamos ahora a platicar un poco sobre la Quinta Infra-dimensión Natural o de Marte, ubicada bajo la corteza geológica de nuestro mundo terráqueo.
Ante todo conviene aclarar, en forma enfática, que no estamos aquí citando el Reino Mineral Sumergido del planeta Marte en sí mismo. Nos estamos refiriendo, exclusivamente, a esa sección Infra-dimensional ubicada bajo la epidermis de la Tierra, relacionada con la vibración de tipo marciano.
No estoy tampoco hablando del Cielo de Marte, ni del citado planeta. Lo que estoy diciendo se refiere, exclusivamente, a la Quinta Infra-dimensión de nuestro planeta Tierra, y eso es todo.
Me gusta aclarar todo esto con el propósito de evitar malas interpretaciones, pues la mente, como ya es sabido, puede caer en muchos sutiles engaños...
En el Quinto Círculo Dantesco, resaltan incuestionablemente las GENTES IRÓNICAS, FURIOSAS, los SOBERBIOS, ALTANEROS y ORGULLOSOS. En los Infiernos del planeta Marte en sí mismos, como ya estudiamos en nuestro libro titulado "LAS TRES MONTAÑAS", descubre el investigador Esoterista terribles aquelarres, zánganos espantosos, tenebrosas arpías, brujas, calchonas o como quiera llamárseles.
Empero, en el Quinto Círculo Dantesco, bajo la epidermis de la Tierra, sección de tipo, dijéramos marciano, no resaltan, ciertamente, las secuaces de Selene con sus asqueantes zánganos que tanto asustaron a los troyanos, en las Islas Estrófadas del mar Egeo. Aquí, el Dante Alighieri, el viejo florentino, discípulo de Virgilio el poeta de Mantua, sólo ve entre las aguas turbias y el inmundo lodo, a muchos soberbios que aquí, sobre la faz de la Tierra, brillaban solemnes en los ricos palacios y en las fastuosas mansiones...
Lo más doloroso de esta Región Abominable, es tener que encontrarse, los perdidos, con sus mismas diabólicas creaciones milenarias. Incuestionablemente, la Conciencia embotellada en todos esos Agregados Psíquicos que constituyen el Ego, el Mí Mismo, el Sí Mismo, ha de enfrentarse a sí mismo con todos sus componentes. Yo vi en aquellas Regiones Sumergidas mucho lodo, estancadas aguas y supremo dolor.
Todavía recuerdo con horror a cierta desesperada criatura, que sumergida entre aquel cieno de amargura, desesperada, trataba de ocultarse ante la mirada siniestra de ciertos monstruos horripilantes, que en el fondo mismo de su propia psiquis, eran Yoes personificando violencias, partes de sí misma. ¿Huir de sí mismos? ¿El Yo huyendo del Yo? ¡Espanto, horror! La Conciencia ante sí misma, enfrentada al suplicio maquiavélico imposible de describir con palabras.
Aquellos Yoes, parte de la criatura viviente que de ellos quería huir, no tenían los ojos de frente como los demás mortales; estos, por nefastos, se veían a derecha e izquierda como los de los pájaros... Eran Agregados Psíquicos de violencia. Portando simbólicos rifles, querían atacar a la criatura que se ocultaba, y, sin embargo, ésta última y sus atacantes, eran todos, Agregados Psíquicos, partes componentes de un mismo Ego, del Yo Pluralizado en su totalidad.
Revolcarse entre tanto lodo, huir de Sí Mismos, sentir pavor de Sí Mismo, el Yo enfrentado al Yo, partes de Mí Mismo enfrentado a partes de Mí Mismo, es ciertamente el horror de los horrores, lo incalificable, el espanto que no tiene palabras para expresarse. Es así como la Conciencia de los difuntos, de la Quinta Infra-dimensión del planeta Tierra, viene a conocer sus propias maldades, sus propios horrores, sus insólitas violencias, la ira nefasta...
P- Querido Maestro, he observado que al referirse al Quinto Círculo Dantesco del planeta Marte, nos dice que ahí hay aquelarres y convulsiones de ira; sin embargo, cuando se refiere al Cuarto Círculo Dantesco Solar, nos informa que en lo que toca al astro Sol, está limpio de Yoes, a pesar de que Marte corresponde a un paso adelante en el proceso de la Iniciación. Si se entiende mi pregunta, ¿quisiera usted aclararla?
R- Distinguido amigo: He dicho que en el Reino Mineral Sumergido Marciano, es decir, en los Infiernos del planeta Marte, no en su Cielo ni en su superficie planetaria, puede el investigador Esoterista encontrar, ciertamente, a las tenebrosas arpías y sus pavorosos aquelarres.
He dicho también que en el Reino Mineral Sumergido del Sol que nos ilumina y da vida, dentro de sus Infradimensiones meramente naturales, todo está limpio; allí no vemos a las secuaces de Selene ni a los horripilantes zánganos, ni a los seguidores de Simón el Mago. Sería absurdo suponer, siquiera por un instante, que pudiesen vivir entre las entrañas del radiante Sol, los Adeptos de la Mano Izquierda y los Adivinos de Pitón. Es ostensible que las vibraciones solares destruirían, aniquilarían de inmediato a cualquier criatura impura...
Repito lo que antes dijera: En el Sol solamente pueden morar solemnes los Espíritus Solares, los Seres Inefables que están más allá del Bien y del Mal.
P- Dice usted que en la Quinta Infra-dimensión del organismo planetario, unos Yoes se enfrentan a otros, y que también la Conciencia se enfrenta a esos Yoes, terriblemente malignos por su naturaleza iracunda. ¿Significa esto que la Conciencia es un tercero en discordia, que forma parte del Mí Mismo?
R- Distinguido señor, su pregunta es importante, y con el mayor gusto nos apresuramos a aclarar...
Ante todo, es urgente saber que el Ego, el Yo, el Mí Mismo, el Sí Mismo, no es algo individual. Ciertamente, el Ego es un conjunto de Agregados Psíquicos; a estos últimos, podemos denominarlos también Yoes. Nuestro tal Yo, es pues una suma de pequeños Yoes pendencieros y gritones que llevamos dentro. Si a estos se les denomina "Demonios", no cometeremos error específico definitivo. Analizando cuidadosamente esta cuestión, podemos llegar a la conclusión lógica de que tales Yoes-Demonios personifican claramente a nuestros Defectos Psicológicos.
Yo les invito a ustedes, señores y señoras, a comprender concretamente, que cada uno de estos Yoes-Diablos lleva en su interior cierto porcentaje bien definido de nuestra propia Conciencia. En la Quinta Infra-dimensión Natural de nuestro planeta Tierra, resulta que la Conciencia se enfrenta a sí misma, se auto-conoce mirándose con muchos ojos desde diversos ángulos, de acuerdo con cada uno de sus Yoes.
Es indubitable que la Conciencia trata de huir de sí misma, de sus propios Defectos representativos, de sus propias creaciones diabólicas. Nada agradable resulta para los difuntos tratar de huir de sí mismos, sentir horror de sí mismos, tratar de ocultarse una parte, de las terribles y espantosas miradas, de otra parte o partes de sí mismo. Quiero ayudar en alguna forma a todos aquellos que me escuchan, valiéndome esta vez de un símil muy exacto...
Aquí en México, a la entrada del Castillo de Chapultepec, tenemos el Salón de los Espejos; los visitantes se ven en cada uno de estos cristales en formas completamente diferentes. Algunos espejos de estos, descomponen nuestra figura, haciéndonos aparecer como gigantes de otros tiempos; otros, nos dan el aspecto de insignificantes enanos; aquellos, el de rechonchas figuras espantosamente obesas; estos otros, el de alargadas figuras deformadas, delgadas y horripilantes; esos otros, deforman nuestra imagen haciéndola surgir con piernas y brazos monstruosos, etc., etc.
Imaginad por un momento que cada una de estas figuras fuese alguno de nuestros Yoes, viva personificación de nuestros errores. ¿Qué sería de todas esas criaturas de los múltiples espejos, partes del Sí Mismo, del Mí Mismo, del Ego que llevamos dentro, si horrorizados cada uno de ellos quisiera cada cual, independientemente, huir de los otros? Nosotros, convertidos en todos estos múltiples Yoes, cada una de nuestras partes, espantadas de cada una de nuestras partes, cada horror espantado de cada horror. Ese es un suplicio peor que el del Tántalo; he ahí pues la tortura en el Quinto Círculo Dantesco.
Ciertamente, señores y señoras, el Ego que llevamos dentro está constituido por millares de demonios, Yoes que representan a nuestros Defectos Psicológicos. Es ostensible que tal enjambre de Diablos controlan la Máquina Orgánica aquí en el Mundo Físico, y no guardan concordancia alguna entre sí. Todos ellos luchan por la supremacía; todos ellos quieren controlar los Centros Capitales de la Máquina Orgánica. Cuando alguno de ellos gobierna por un momento, se siente ser el amo, el jefe, el único. Sin embargo, después es destronado, y otro pasa a ser el jefe.
Ahora os explicaréis, señores y señoras, el motivo por el cual todos los seres humanos estamos llenos de íntimas contradicciones. Si pudiéramos vernos en un espejo de cuerpo entero, tal como somos, nos sentiríamos horrorizados de sí mismos. Esto último es un hecho concreto en la Quinta Infra-dimensión Natural del planeta Tierra. Sin embargo, en la citada Región Tenebrosa, el espanto es aún más crudo, más realista, hasta tal punto que cada una de las partes huye sin consuelo, despavorida, tratando de ocultarse de cada una de las otras partes...
La Conciencia dividida en múltiples pedazos, horror del Averno, misterio, cosas terribles de las Tinieblas de Minos. ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!
P- Aunque es evidente que esta Quinta Infra-dimensión Natural de nuestro planeta Tierra es mucho más densa y material que las anteriores, ¿quisiera usted explicarnos qué elementos son característicos de su densidad?
R- Caballero, amigos... Ciertamente, el Quinto Círculo Dantesco resulta más denso que los cuatro anteriores, debido a su composición atómica. Es de saber que cada átomo de la Quinta Región Sumergida, lleva en su vientre 480 átomos del Sagrado Sol Absoluto.
Es evidente pues, que la Quinta Región Sumergida, resulta mucho más grosera que las anteriores; por ende, el sufrimiento es allí mayor. Millones de condenados habitan en esa zona de la Tierra: Gentes que se hieren mutuamente entre sí, blasfemos que maldicen al Eterno Dios viviente; personas llenas de odio y de venganza, soberbios, iracundos, impetuosos, asesinos y malvados.
Todas estas gentes creen que van muy bien. Ninguno supone, siquiera por un instante, que marcha por los caminos de las tinieblas y del horror, y que va mal; todos ellos se sienten santos y virtuosos; algunos de ellos se auto-consideran calificándose de víctimas de la injusticia; todos en general presumen de justos...
P-Con relación a los Nueve Trabajos que se realizan en la Segunda Montaña de la Resurrección, ¿quisiera usted decirnos cuál es la diferencia entre el trabajo en la Quinta Infra-dimensión del planeta Marte y el del Quinto Círculo Dantesco del planeta Tierra?
R- Amigo, amigos... Les invito a comprender lo que es el trabajo en la Disolución del Ego. Indubitablemente, al sumergirnos por medio de la Meditación en nuestros propios Infiernos Atómicos, con el propósito de comprender tales o cuales Defectos Psicológicos, es incuestionable que nos ponemos en contacto con tal o cual Infra-dimensión Natural.
Siendo la Quinta Región Sumergida la sección fundamental de la ira, obviamente, al tratar de comprender en forma íntegra los diversos procesos del enojo, del coraje, de la violencia, de la soberbia, etc., etc., etc., nos ponemos en contacto con el citado Quinto Círculo Dantesco.
Es indispensable hacer una clara diferenciación entre aquellos Elementos Inhumanos que se relacionan con los Nueve Círculos Dantescos del planeta Tierra, bajo la epidermis de este afligido mundo, y los Elementos Infra-conscientes que dentro de nuestra Psiquis guardan íntima relación con los Infiernos de la Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Pero oídme bien señores y señoras, para que no existan confusiones: Distinguid entre Cielos e Infiernos. El Cielo de cada uno de estos citados planetas, es totalmente diferente al Infierno de cada uno de los mismos.
Aprended siempre a ubicar cualquier Infierno planetario dentro del Reino Mineral Sumergido del mismo. Cielo es diferente: Es región de Luz, Armonía, Felicidad. No podríamos ingresar a cualquiera de estos Cielos planetarios, sin antes haber trabajado en sus correspondientes Infiernos. Mirad las cosas desde este ángulo: Es claro que jamás podríamos ingresar al Cielo de Marte sin antes haber trabajado en el Infierno Marciano, dentro de las entrañas vivientes de su propio Reino Mineral Sumergido.
En el Infierno de Marte, en sus Infradimensiones Naturales, debemos eliminar ciertos Estados Psíquicos Brujescos, Infra-conscientes e Inhumanos. Esta clase de trabajos sólo son posibles para aquellos Individuos Sagrados conocidos como "Potestades", y que se preparan para alcanzar en el Cielo de Marte, el estado de Virtudes. Sin embargo, cualquier trabajo entre las entrañas de los otros mundos del Sistema Solar, guarda alguna relación psíquica con sus correspondientes Secciones Infernales del planeta Tierra.
No olvidéis, señores y señoras, las Leyes de las Correspondencias, Analogías y Numerología. De todas maneras, es urgente saber que si en los Infiernos del planeta Marte debemos eliminar psíquicos estados brujescos e infra-conscientes, en la Quinta Sección correspondiente e Infernal del planeta Tierra, sólo nos limitamos a eliminar los procesos de la ira, soberbia, etc., etc.
Samael Aun Weor correspondiente al libro Si, Hay Infierno; Si, Hay Diablo; Si, Hay Karma Capitulo 9 Quinto Circulo Dantesco o Esfera Sumergida de Marte
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