Batalla en el cielo
Y fue hecha una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles lidiaban contra el dragón, y lidiaba el dragón y sus ángeles. Y no prevalecieron, ni su lugar fue más hallado en el cielo.
Y fue lanzado fuera aquel gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña a todo el mundo; fue arrojado en tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. Por lo cual alegraos cielos, los que moráis en ellos.
¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! Porque el diablo ha descendido a vosotros, teniendo gran ira sabiendo que tiene poco tiempo (Apoc. Cap. 12 Vers. 7, 8, 9 y 12).
Ha habido dos grandes batallas contra los magos negros: La de la Arcadia y la del año de 1950 en que se abrió el pozo del abismo. Esta última es la del milenario. La tercera será la de la nueva Jerusalén.
Al iniciarse el período terrestre, el plano mental y aun los planos más divinos de conciencia, estaban densamente superpoblados por toda clase de magos: blancos y negros, pertenecientes a los períodos de Saturno, Solar y Lunar.
Los millones de magos negros constituían gigantescas poblaciones de malvados, que obstaculizaban la acción y la vida de los magos blancos, y eran ya un gravísimo inconveniente para la evolución cósmica en los mundos superiores de conciencia.
De haber seguido la vida en esa forma, hubiera sido totalmente imposible el progreso de los aspirantes hacia los mundos superiores. Pero entonces la Fraternidad Blanca entregó a Miguel la misión de arrojar de los planos superiores de conciencia a todos los magos negros, y recibió Miguel la espada de la justicia, y se le confirieron terribles poderes para que pudiera cumplir su misión totalmente.
Todas las organizaciones de la logia negra y todos los templos de la fraternidad tenebrosa estaban establecidos en los planes superiores de conciencia.
Miguel pudo recibir esta misión debido a que pertenecía al rayo de la fuerza. Y se trabó Miguel en tremendos combates, cuerpo a cuerpo con los terribles jerarcas de la logia negra, y así pudo arrojar de los planos superiores de conciencia al Dragón: la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, es decir, a la magia negra con todas sus legiones de demonios.
Luzbel, es un gran jerarca de la logia negra; usa capa roja y túnica del mismo color, su cola o rabo es sumamente larga y en la punta de ésta lleva un papiro enrollado donde está escrita la ciencia del mal.
Esa cola en los demonios se va formando cuando la corriente del Kundalini (Kundartiguador) se dirige hacia abajo, hacia los infiernos del hombre: esa cola no es más que el mismo Kundalini que parte del coxis hacia abajo. Los cuernos de todo mago negro son propiamente la marca de la bestia y por lo tanto, pertenecen al guardián del umbral, que viene a ser el yo superior del mago negro.
Ariman, gran jerarca negro, usa turbante rojo y es Jefe de enormes legiones. Lucifer, fue el mayor iniciado negro de la época Lunar, y sus legiones son numerosas. Todos estos millones de demonios quedaron en el ambiente de nuestra Tierra y se dedicaron a encaminar las almas humanas por el sendero negro. Belcebú, con sus legiones, también se estableció en nuestro ambiente y a través del tiempo se hizo muy conocido de todos los actuales humanos.
A Belcebú lo llama la Biblia: Dios de Ecrón, porque en Ecrón se le levantó un templo y se le adoró como a un dios. Belcebú estableció su caverna y se dedicó de lleno, como en los antiguos períodos, a extraviar las almas. La Biblia nos habla de Belcebú en el Cap. 12 de San Mateo, versículos 24, 25, 26 y 27.
Más los fariseos, oyéndolo, decían: éste no echa fuera los demonios, sino por Belcebú príncipe de los demonios. Y Jesús, como sabía los pensamientos de ellos, les dijo: todo reino dividido contra sí mismo, es desolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no permanecerá. Y si Satanás hecha afuera a Satanás, contra sí mismo está dividido. ¿Cómo pues permanecerá su reino? Y si yo por Belcebú hecho fuera los demonios, vuestros hijos por quién los echarán? Por tanto ellos serán vuestros jueces".
Todos los magos negros establecieron en nuestra tierra sus templos, logias, aulas, cultos etc. y se entregaron a desarrollar sus planes, de acuerdo con las órdenes supremas de Yahvé. Ellos fueron los responsables del fracaso de nuestra presente evolución humana, pues es una terrible realidad que la evolución humana fracasó. Miguel triunfó en los cielos pero nuestra tierra se llenó de profundas tinieblas. ¡Ay de los moradores de la tierra!
Samael Aun Weor La Revolución de Bel Capítulo 12 LA BATALLA EN EL CIELO
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