El árbol de la vida
Ni entráis al paraíso ni dejáis entrar a los demás. Yo desenmascarare a los traidores y desconcertaré a los tiranos ante el veredicto de la conciencia publica.
Yo romperé todas las cadenas del mundo.Yo, Aun Weor, el poderoso hierofante de los misterios egipcios iniciaré la era de Acuario, aunque tenga que convertir la tierra entera en un gigantesco cementerio. No me atemoriza la sonrisa sutil de Sócrates, ni tampoco me desconcierta la carcajada estruendosa de Aristófanes.
El cielo se toma por asalto, porque el cielo es de los valientes. El gnóstico envuelto, en la coraza de acero del carácter, empuña la espada de la voluntad y como un guerrero terrible se lanza a la batalla a tomarse el cielo por asalto.
Los gnósticos somos los hombres de las grandes tempestades y entre el estampido del trueno, solo entendemos en lenguaje de majestades.
Cuando ya el guerrero se acerca a la iniciación, puede entonces reírse de la muerte, con una carcajada que puede estremecer todas las cavernas de la tierra. Entonces sí tiene derecho al elíxir de larga vida, que es oro potable, vidrio líquido, flexible, maleable.
Pide a los señores del Karma, más años de vida para pagar sus deudas, y así se cumple la muerte y resurrección en la presente encamación, se une con el Íntimo y luego, pagado el Karma, convoca a los señores del Karma para declararles que ha resuelto quedarse en el mundo a trabajar por la humanidad y que en consecuencia sigue con su cuerpo físico hasta la consumación de los siglos.
Los maestros Kout Humi, Moría, San Germán, etc., tienen cuerpos físicos que datan de miles de años atrás, todos ellos tienen edades Incalculables. ¿Qué haría un Maestro de Misterios Mayores cambiando de cuerpo constantemente? El fundador del Colegió de Iniciados es el Maha-Gurú, permanecerá con nosotros hasta que el último iniciado haya llegado a su estatura.
El autor de Dioses Atómicos, nos dice que en el Egipto hay dos maestros de edades realmente indescifrables: uno de ellos lo mencionan antiquísimas escrituras religiosas. El Maestro conserva su cuerpo durante millones de años porque posee el elíxir de larga vida, y este reside en el Kundalini.
El Maestro vive engendrando su cuerpo diariamente por medio del Kundalini. Las células de un Maestro no se marchitan, porque el fuego del Kundalini no las deja marchitar. El Kundalini es pues el elixir de larga vida. Este fuego es el oro potable de los antiguos alquimistas, este es el árbol de la vida del cual nos habla el Génesis en el siguiente versículo:
Y había Jehová Dios hecho nacer de la tierra, todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer, también el árbol de la vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal" (Génesis Cap. 2º Versículo 9).
El árbol de la vida es el Kundalini y el árbol de la ciencia del bien y del mal, es el semen. Ambos árboles son del huerto de Dios. Y salía del Edén un río para regar el huerto y de allí se repartía en cuatro ramales". "El nombre de uno era Pisón: este es el que cerca toda la tierra de Havilah, donde hay oro.
Y el oro de aquella tierra es bueno: hay allí también bedelio y piedra cornerina. La tierra de Havilah, es nuestro propio cuerpo, y el oro de esta tierra, son los átomos solares de nuestro sistema seminal, es decir, el oro potable del semen.
El segundo río es Gihón: este es el que rodea toda la tierra de Etiopía. Este segundo río es el líquido céfalo-raquídeo, que es el otro polo de nuestro sistema seminal, con el cual rodeamos toda nuestra tierra de Etiopía, es decir nuestra cabeza y garganta, pues con el líquido céfalo-raquídeo formamos, cerebro y garganta.
Y el nombre del tercer río es Hiddekel: Este es el que va delante de Asiría, y el cuarto Río es el Eufrates (Génesis Cáp. 2 Versículos 11, 12, 13 y 14). El río que va delante de Asiría, y el Eufrates son los dos polos de la fuerza seminal de la mujer. La mujer está delante de nosotros porque es la puerta del Paraíso, y la puerta siempre está delante.
El Edén es el mismo sexo y el árbol de la vida está en el mismo Edén El gran Hierofante, Eliphas Levi, dijo que el gran arcano era el árbol de la vida, bañado por los cuatro ríos del Edén. Pero entonces temeroso dice en un momento de arrebato: "Temo haber dicho demasiado". Este es el terrible secreto, indecible que jamás ningún iniciado habla osado divulgar. Este es el terrible secreto del "Gran Arcano". Estos cuatro ríos del Edén son las fuerzas sexuales del hombre y de la mujer.
El Árbol de la Vida, está en medio de los cuatro ríos del Edén.
Si el hombre con todos sus vicios y pasiones hubiera podido comer del Árbol de la Vida, entonces todavía tendríamos a Nerón vivo y los grandes tiranos no hubieran dejado un solo instante de luz a la humanidad. Aun viviría Calígula, y los 12 Césares de Roma, todavía estarían sentados sobre sus tronos, pero afortunadamente Jehová supo guardar el árbol de la vida.
Echó fuera al hombre, y puso al oriente del huerto del Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía a todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida (Génesis. Cáp. 3 Vers. 24).
Enciende tus nueve lámparas místicas, ¡oh Chela! ¡Óyeme! Hay en el fondo de tu alma un Maestro que permanece en acecho místico, aguardando la hora de ser realizado. Escúchame, amado discípulo, ese Maestro es tu Íntimo y tu eres el alma del Maestro. El Íntimo se hace Maestro con los frutos de las experiencias milenarias a través de las innumerables reencarnaciones. No olvides, amado discípulo, que tú eres un alma y que tu cuerpo es tu vestido.
Escúchame amado discípulo: ¿Cuándo un vestido se te daña, qué lo haces? Lo arrojas de ti, porque ya no te sirve, y ello no me lo puedes negar. Ahora bien, y si tu deseas reponer tu vestido ¿A dónde vas? Tú me contestarás que vas a la sastrería, para que el sastre te confeccione otro vestido. Pues, bien, querido discípulo, ya te dije que tú eres un alma y que tu cuerpo es tu vestido. Tu vestido de carne fue bien hecho a tu medida, y lo hicieron dos obreros: tu padre y tu madre.
Cuándo ese vestido se te dañe, ¿Qué lo haces? Lo arrojas de ti, y si quieres reponerlo tienes que buscar un nuevo par de obreros que sean varón y hembra para que te hagan otro vestido de carne bien hecho y a tu medida. Tú me dirás que ¿Cómo? Y yo te pregunto: ¿Cómo te hicieron el vestido de carne que tienes? En la misma forma te harán los nuevos sastres otro vestido de carne. ¿Por qué se te hace raro?
¿Cuando tú te quitas un vestido de paño y te pones otro dejas de ser el señor X. X. y te olvidas de tus negocios y de tus cuentas? Claro que no: sea con un vestido de paño o con uno de dril tú siempre pagas tus cuentas. Lo mismo sucede cuando tú, que eres un alma, te revistes con un vestido de carne. Tú pagas tus cuentas viejas y las pagas porque no queda mas remedio. Esas cuentas son tus malas acciones.
Escúchame amado lector: son millones los vestidos de carne que tú te has quitado desde el principio del mundo. Si tú no te acuerdas de eso, otros si se acuerdan, y llegará el día en que tú podrás recordar tus millonadas de muertes y nacimientos desde la constitución del mundo.
No olvides que Adán no es un solo individuo, ni Eva una sola mujer, Adán son los millones de hombres de la Lemuria, y Eva las millonadas de mujeres de la Lemuria. Las almas que hoy en día veis vestidas con carne y hueso son las mismas de la Lemuria, que en ese entonces estaban vestidas con otros vestidos de carne y hueso. Los cuatro tronos en el amanecer de la vida emanaron de su propia vida millones de cuerpos humanos en estado de embriones. Esos cuerpos humanos se desarrollaron a través de las edades y ahora son nuestros maravillosos vestidos, hechos del limo de la tierra.
Todo esto lo explica la Biblia. Pero para estudiar la Biblia se necesita haber estudiado ocultismo, porque la Biblia es un libro de ocultismo y no se puede leer a la letra muerta como quien lee un periódico. La Biblia es el libro de los gnósticos y sólo siendo gnóstico se la puede entender.
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