La meditación espiritual
Es una herramienta espiritual. La meditación es una herramienta de desarrollo espiritual. Profesionales de la medicina lo recomiendan para evitar dolencias psicosomáticas y mitigar las reales, una indicación relacionada con el bienestar y el disfrute en nuestro día a día.
La implacable velocidad a la que vivimos, nos instala en una existencia, irreal..., mientras nos obsesionamos en hacer mil cosas a la vez, y muy pocas veces somos conscientes de ellas.
Las meditaciones que relajan son las más conocidas, aquellas que centras tu atención en la respiración, que ayudan a reducir el ajetreo mental y en las que la mente se apacigua y se calma.
Las meditaciones que transforman, en cambio, van a la raíz del problema, su objetivo principal es detectar y eliminar los pensamientos negativos que provocan emociones negativas como los miedos, la inseguridad, el enfado, la insatisfacción o la tristeza, y a la vez que los eliminas aprendes a desarrollar tus facultades..., que te darán seguridad, confianza, valor, amor, alegría y felicidad.
En cuanto a los beneficios de su práctica, todos los profesionales de la meditación coinciden en resaltar los siguientes puntos:
Reduce los efectos del estrés, eliminando las patologías vinculadas con este mal que nace en la cabeza y afecta a tu cuerpo, tus relaciones y tu realidad. Refuerza el sistema inmunológico. Mejora la capacidad de atención y concentración. Mejora las relaciones interpersonales porque desarrolla la empatía.
Ayuda a reflexionar sobre uno mismo, generando un necesario autoconocimiento. Mejora la memoria. Ayuda a crear pensamientos positivos, generando una actitud optimista para afrontar la vida cotidiana. etc.
Meditación Retrospectiva
Esta puede hacerse sobre hechos vividos durante el día o sobre acontecimientos generales de nuestra existencia. Observación psicológica de los hechos es indispensable. Sin condenar, ni aceptar, sino tratando de comprender la substancia misma de ellos para detectar cuál es el resorte secreto de la acción, el agregado psicológico en sí. El análisis íntimo de los hechos y la confrontación lógica de ellos con los deberes del Alma, son una gran panacea para desintegrarlos luego con la electricidad trascendente de Devi Kundalini.
Relajar el cuerpo. Pranayama. Vocalización (siete veces). Tener definido o definir el elemento psíquico sobre el cual trabajaremos. Pedir al Ser Interno que con su fuerza nos retroceda a los hechos de ayer, antes de ayer, etc. El elemento psicológico de estudio será el punto central de cada escena.
Cuanto más se realice esta práctica, más clara será la imaginación. La imaginación es un factor determinante al igual que la inspiración. Recordemos que nuestra vida es como un película y al estudiarla no debemos CONDENAR ni JUSTIFICAR. Los acontecimientos, las personas, las cosas, etc., son impresiones vivas, energías en nuestro país psicológico.
REMORDIMIENTO es lo primero y COMPRENSION es lo segundo, aunque ambas constituyen un todo íntegro. Es posible cambiar reacciones mecánicas por acciones conscientes a través de la CONFRONTACION LOGICA y la AUTO REFLEXION INTIMA.
LA DUALIDAD ES NATURALEZA DEL YO, no lo olvidemos. Entre el Yo y el Medio Ambiente donde se manifiesta, se halla la DUALIDAD. Ejemplo: lo MORAL y lo INMORAL, la CULPABILIDAD y la INOCENCIA, el ORDEN y el DESORDEN, lo JUSTO y lo INJUSTO, la BONDAD y la CRUELDAD, etc. En una parte de la “dualidad” CONDENAMOS para JUSTIFICARNOS, pero sin comprender que aquello es el reflejo de nuestro interior psicológico. En la otra parte de esta “dualidad” se ALABAN los valores morales con la esperanza de ser ALABADOS los nuestros.
Para comprender la “dualidad” del Yo de nuestra psicología, tenemos que ver de modo simultáneo, fuera y dentro de nosotros, aquello que se CONDENA y aquello que se JUSTIFICA y además teniendo presente que aunque en apariencia el medio es distinto (condenar o justificar) el fin es LA AUTO-AFIRMACION del YO.
Auto-AFIRMARSE es sentirse VICTIMA o JUEZ. Sólo a través de la AUTO-OBSERVACION podemos descubrir el engaño sutil del Yo. Comprendiéndonos a nosotros, comprenderemos a los demás y es a partir de allí que comenzaremos a ponernos en el lugar de los demás. Porque eso que nos desagrada en los demás está muy vivo en el lado oculto del espacio psicológico nuestro, por esta razón conviene revisar retrospectivamente la película de nuestra vida. Allí descubriremos con asombro aquello que censuramos y que está muy vivo en nosotros.
Una vez que hayamos comprendido la substancia del Yo, la dualidad del enemigo secreto, como conciencia, nos auto-enjuiciaremos haciendo memoria del daño que hemos causado a otros y a nosotros mismos. La sinceridad en este trabajo psicológico nos dará la clave del éxito.
Para eliminar este aspecto del “Yo” suplicaremos ayuda a nuestra Divina Madre. A ella debemos rogarle con todas las fuerzas del alma y del corazón que nos disuelva esa entidad o agregado a la psíquis. Ella eliminará de acuerdo a nuestro arrepentimiento, remordimiento y comprensión. Las crisis internas son necesarias para que surja el verdadero arrepentimiento. Mantra: “KRIM”.
Añadir un comentario