La esencia del camino
Voy a platicar esta noche y espero que pongan el máximum de atención. Cada vez que venga yo por aquí, no tendré inconveniencia alguna en reunirme con todos ustedes para platicar un poco... Ha llegado la hora, pues, de comprender realmente el Camino Esotérico eso es obvio.
En todo caso, no está de más decirles que lo que estamos buscando, en verdad, es convertirnos en verdaderos SERES AUTORREALIZADOS Y PERFECTOS. Sonará un poco exagerado lo que estoy diciendo aquí, en esta sala, pero, en verdad, no veo otro objetivo básico para nuestras reuniones, sino el estudiar el Camino Esotérico.
Eso es lo fundamental. Distintos Mensajeros han venido a traer sus mensajes a la humanidad. En el pasado, en los tiempos antiguos, cuando la humanidad no había desarrollado en su naturaleza interior el abominable Órgano Kundartiguador, la vida era distinta: la Esencia no estaba (como les decía anoche a ustedes) embotellada entre el Ego, no había Ego.
Los distintos Centros de la máquina orgánica parecían verdaderas cajas de resonancia donde vibraban las armonías del Universo; entonces era la EDAD DE ORO, no existía ni “lo mío ni lo tuyo”; todo era de todos y cada cual podía comer del árbol del vecino sin temor alguno; aquél que sabía tocar la lira estremecía a la Naturaleza con sus notas...
Por aquélla antigua edad (que algunos llaman LA ARCADIA, en que se rendía cultos a los Hijos de la Mañana, a los Hijos de la Aurora del Maha-Manvantara, la Lira de Orfeo no había caído sobre el pavimento del templo hecha pedazos; la Naturaleza toda parecía un organismo que servía de vehículo a los Dioses. ¡Y es que era otra humanidad!... El fuego de los volcanes y el tormentoso océano lanzando sus olas a las playas, el canto de los ríos entre sus lecho de rocas y el vuelo de las aves gigantescas que entonces existían, se sentían en lo hondo del Ser, de forma más profunda. Parecía, toda la Tierra, hecha de un organismo vivo (de hecho lo es, pero era más viva aquella realidad para todos los seres humanos)...
Se hablaba únicamente en la LENGUA DE ORO, todavía no habían surgido tantos y tantos idiomas, todos los idiomas de la Torre de Babel... Así, pues, en nombre de la verdad bien vale la pena que nosotros tratemos de volver a ese estado de CONCIENCIA PRIMIGENIA... Como les dije ayer, la Esencia, en aquélla época, no estaba embotellada entre el Ego. Para que la Esencia viniera a embotellarse, fue necesario que surgiera en la anatomía humana el abominable ÓRGANO KUNDARTIGUADOR. En esa época (Lemúrica, dijéramos), la Tierra temblaba incesantemente, no había verdadera estabilidad en la corteza geológica del mundo. Por eso fue que los Rectores de la humanidad hubieron de tomar medidas.
Sabiendo ellos que el organismo humano es una máquina que asimila determinado tipo de Energías, y que luego transforma y retransmite automáticamente a las capas anteriores del organismo planetario, hicieron una alteración al cuerpo orgánico. ¿Propósito? Modificar esas Fuerzas en cierta forma y de cierta manera que permitieran la estabilidad de la corteza geológica, y así, dejaron libertad como para que el abominable Órgano Kundartiguador, mediante ciertos estímulos, se desarrollara. Incuestionablemente, si no hubieran habido ABUSOS SEXUALES (simbolizados por la leyenda aquélla de Adán y Eva en el “Paraíso Terrenal”), el desarrollo del abominable Órgano Kundartiguador hubiera sido algo más que imposible; los abusos sexuales permitieron que tal “órgano” se desarrollara.
Ahora bien, en nombre de la verdad, hablando juiciosamente ante ustedes, que están dedicados a los Estudios Esotéricos, debo tener yo el valor de ser franco y decir lo que me consta, lo que he vivido, lo que he experimentado... En aquélla edad yo tuve cuerpo físico y fui un Lemur como cualquier otro. Aún recuerdo, claramente, a las distintas tribus que vivían en lo que podríamos llamar nosotros (hoy en día) “ranchos”, pero aquéllos tenían más bien el aspecto de enormes chozas, con sus techos que caían hasta el piso y apenas si había una puerta por donde podía entrar toda una tribu. Habían también ciudades en la Lemuria, amuralladas, levantadas con lava de volcanes. Allí vivía la gente culta, pero en los campos vivían (como siempre) gentes que no estaban dedicadas a las letras.
En Lemuria la vida era muy distinta; se dio el caso de que existían también, allí, Sacerdotes y guerreros al mismo tiempo. Yo conocí a JAHVÉ, el “Genio del Mal”, un “Ángel caído”, como dice Saturnino de Antioquía. Tuvo cuerpo físico, era un Maestro de antiguos Maha-Manvantaras. Como Sacerdote oficiaba y todo el mundo le veneraba, y como guerrero era magnífico: Usaba siempre espada de oro, y su escudo, su yelmo y su malla, y toda su vestidura militar en general, era de oro. Se sabía que era un Ángel y le veneraban.
Desgraciadamente fue uno de los que traicionó primero al Santuario de Vulcano. Los traidores del Santuario de Vulcano le enseñaron TANTRISMO NEGRO, es decir, ritos sexuales en los que ese Iniciado cometía el crimen de derramar el Vaso de Hermes Trismegisto (hablo en un lenguaje, dijéramos, esotérico-especial que ustedes deberán entender, pues no soy muy partidario de usar, dijéramos, la vulgaridad para las cuestiones relacionadas con el sexo, debido a que el sexo, en sí mismo, es sagrado). Yahvé, indubitablemente se entusiasmó con ese Tantrismo Negro; trató de convencer a su esposa de que el sistema de Tantrismo Negro (Magia Sexual con eyaculación del Ens-Seminis) era el más indicado para la Liberación. Su esposa no aceptó; ella también era un ELOHIM encarnado y prefirió separarse de él antes que aceptar el Tantrismo Negro.
Bien, como secuencia o corolario, desarrolló el abominable Órgano Kundartiguador. Ella no cayó y todavía no ha caído. Es un Elohim Primordial de la Aurora del Maha-Manvantara... A través del tiempo y a través de los siglos, él se convirtió en un demonio terriblemente perverso; es el Jefe Supremo de la Logia Negra. Traigo a colación esto de Yahvé, para ilustrar el aspecto sexual y el abominable Órgano Kundartiguador. Obviamente, FUE LA TRAICIÓN A LOS MISTERIOS DE VULCANO LO QUE ENGENDRÓ LA CAÍDA.
En aquella antigua edad, después de la división en sexos opuestos, las tribus se reunían en Templos especiales bajo dirección de los KUMARATS para procrear. Mas el acto sexual era un Sacramento, nadie se atrevía a realizar la Cópula Química fuera del Templo. El Rey y la Reina (en la Lemuria) de cualquier país, realizaban aquéllas funciones ante el Ara Sacra. Viviendo en aquél Continente MU, fui testigo de todas esas cosas; viviendo en el Continente Mu, era yo miembro de una tribu, dormíamos en una gran choza con todos los de mi “Clan”. Cerca a nosotros había lo que podríamos denominar, hoy en día, un “cuartel”: gentes dedicadas a la preparación para la guerra (soldados); las ciudades estaban más lejos.
Al Templo asistíamos siempre, normalmente, ya a los Ritos, ya a recibir la Instrucción Esotérica de los Hierofantes, más el ambiente se sobrecargaba de instante en instante con el PODER LUCIFÉRICO; al fin, todos los de mi tribu les dio por realizar la cópula fuera del Templo... La reproducción, antes de aquél instante fatal, se realizaba por KRIYASHAKTY, es decir, por el poder de la Yoga y de la Voluntad; nadie cometía el crimen de derramar el Vaso de Hermes Trismegisto. Cualquier zoospermo puede escaparse de las glándulas endocrinas sexuales y hacer fecunda a una matriz sin necesidad de cometer ese delito, mas los de las tribus comenzamos a delinquir.
Yo, aún recuerdo, todavía, cómo una mañana nos presentamos todos en el Templo, después de haber fornicado. De las profundidades del Santuario un Hierofante, con espada desenvainada, nos arrojó diciendo: “¡FUERA INDIGNOS!”, y todos salimos huyendo. Este mismo hecho acaeció en todos los rincones de ese gigantesco Continente que se llamaba “Lemuria” (era un Continente que ocupaba casi todo el océano Pacífico). Obviamente, tal evento antropológico (perteneciente más bien a la Antropogénesis) se ve descrito en las distintas escrituras religiosas del mundo en forma simbólica (ésa es la salida de Adán y de Eva del “Paraíso Terrenal”). Fuimos arrojados por haber “comido” de ese “fruto prohibido” que se nos dijo “No comeréis”. Debido a esa anomalía surgió el abominable Órgano Kundartiguador.
Como quiera que estábamos acostumbrados a los Ritos religiosos del Templo durante la reproducción, en el Sacramento de la Iglesia de Roma o del Amor, al fornicar la resultante fue el surgimiento (en la anatomía oculta) del abominable Órgano Kundartiguador. La Serpiente Ígnea de nuestros mágicos poderes (la KUNDALINI), que antes se levantaba victoriosa por la médula espinal, descendió y quedó encerrada entre el Chakra Muladhara, en la forma de TRES VUELTAS Y MEDIA (como la define perfectamente la Kundalini-Yoga), y el abominable Órgano Kundartiguador (la Serpiente Descendente, la horrible PITÓN de siete cabezas que Apolo irritado hirió con sus dardos), se proyectó desde el coxis hacia abajo, hacia los Infiernos Atómicos del hombre, y se convirtió en la famosa “COLA” del Satán bíblico.
Se logró lo que se quería, sí; se estabilizó la corteza geológica de la Tierra. Aquel abominable Órgano Kundartiguador, llegó a cristalizar físicamente. No es exagerado, pues, afirmar en forma enfática, que en aquélla antigua edad llegaron los seres humanos a tener cola, como la de los changos.
Las Fuerzas Cósmicas o Planetarias, al pasar por los organismos devinieron LUNARES y estabilizaron las capas geológicas del mundo. Cuando eso acaeció, entonces los Rectores de la humanidad resolvieron eliminar de la humana especie el abominable Órgano Kundartiguador, y lo lograron. Pero hubieron errores de cálculos matemáticos, se demoraron más de lo mandado y el ensayo resultó perjudicial: Quedaron desafortunadamente, EN LOS CINCO CILINDROS de la máquina orgánica (Intelecto, Emoción, Movimiento, Instinto, Sexo) las consecuencias del abominable Órgano Kundartiguador, QUEDÓ EL YO pluralizado, el Ego, el mí mismo, el sí mismo. Si no hubiera sido por esa equivocación de algunos Individuos Sagrados, hoy en día la humanidad no tendría ese Ego.
Obviamente, quienes así se equivocaron tienen un KARMA CÓSMICO terrible que habrán de pagar en el futuro Maha-Manvantara (desgraciadamente). Claro, mucho más tarde, en el tiempo, distintos MENSAJEROS vinieron de los Mundos Superiores (Avataras; la palabra “Avatara” significa “Mensajero”) y todos ellos se pronunciaron contra el abominable Órgano Kundartiguador contra las “malas consecuencias” del mismo, mas todo fue inútil.
Allá, en el Continente Asiático, trabajó intensamente el amadísimo ASHIATA SHIEMAH, más todo fue inútil. BUDDHA, Gautama Sakyamuni, trajo la Enseñanza a la India y se pronunció de hecho contra el abominable Órgano Kundartiguador. Desafortunadamente, a través de los siglos, la Enseñanza Budista original se ha perdido; hoy es muy poco lo que queda de la auténtica Enseñanza de Nuestro Señor, el Buddha. Y en cuanto a JESHUÁ BEN PANDIRÁ, Jesús de Nazareth, el Cristo, de hecho se pronunció contra el abominable Órgano Kundartiguador. Los Cuatro Evangelios son cuatro textos de Alquimia y de Kábala, y quien los comprenda puede realizar, en verdad, toda la GRAN OBRA.
Incuestionablemente, los dos líderes más grandes que han habido a través del tiempo, han sido el Buddha y el Cristo. En cierta ocasión hube de presentarme... ...en un Monasterio Budista, en el Japón. Entonces se me ocurrió hablar algo a favor del Cristo. Entre los hermanos asistentes se formó, por lo que dije, cierto escándalo. Como el Templo era Budista y no Cristiano, se puso la queja, pues, al Maestro. Éste vino a mí y me invito a sentarme en un cojín, y se sentó al frente y me interrogó: “¿Por qué ha hablado usted a favor del Cristo, siendo éste un Monasterio Budista?”. Respuesta: “Con profundo respeto a esta Sagrada Institución, le dije, he de afirmar en forma enfática que EL BUDDHA Y EL CRISTO SE COMPLEMENTAN”...
Aguardaba yo una reacción de parte del Maestro, pero con gran asombro asintió diciendo: “En verdad que el Buddha y el Cristo se complementan, así es”... Luego hizo traer un hilo o cáñamo, y me dijo: “Présteme su mano derecha”. Lo hice así, claro. Con un hilo me amarró, pues, el dedo pulgar derecho, después el dedo pulgar izquierdo, y terminó hablando en lenguaje Zen: “El Buddha y el Cristo se complementan”... Me retiré de aquel Monasterio, habiendo entendido perfectamente el KOAN. En nombre de la verdad tenemos que reconocer que ese Koan es muy sabio: Buddha y Cristo están ligados dentro de nosotros; porque el dedo pulgar derecho representaría al Cristo y el izquierdo al Buddha (son dos factores dentro de nosotros).
Buddha Gautama Sakyamuni, trajo la DOCTRINA DEL BUDDHA INTERIOR al mundo. ¿Cuál es nuestro Buddha Interior? Es el Íntimo, el Buddha (Atman-Buddhi, hablando en lenguaje rigurosamente Sánscrito, Teosofista); ése es el Buddha Íntimo de cada cual; y Gautama nos trajo esa Doctrina del Íntimo. Por eso está escrito en el Testamento de la Sabiduría Antigua: “Antes de que la falsa aurora amaneciera sobre la Tierra, aquéllos que sobrevivieron al huracán y a la tormenta alabaron al Íntimo y a ellos se les aparecieron los Heraldos de la Aurora”... Ese Íntimo es el Buddha Interior de cada cual. Que no lo tengan encarnado los “humanoides, ¡es cierto! Que está en la Vía Láctea, de acuerdo; pero a cada cual le corresponde (allá arriba, en la Galaxia) un Buddha Íntimo.
En cuanto al Cristo, cambia la cuestión. Jesús de Nazareth, el Gran Kabir, el Gran Iniciado Gnóstico, uno de los miembros más exaltados de la Orden de los Esenios, y que viviera hace muchos siglos, allá, a orillas del Mar Muerto, trajo la DOCTRINA DEL CRISTO ÍNTIMO. El error de las gentes modernas consiste en creer que el Cristo era exclusivamente aquél gran Maestro, Jeshuá Ben Pandirá (ése es su nombre local, pero eso es local).
El Cristo es una Fuerza Cósmica, es el SEGUNDO LOGOS, UNIDAD MÚLTIPLE PERFECTA; es una Fuerza como la electricidad, una Fuerza como la de la gravitación universal, una Fuerza como la del fuego, el agua, el aire, etc. Es una Fuerza. Esa Fuerza se expresa a través de cualquier hombre (también diré mujer, las mujeres también tienen el mismo derecho) que estén debidamente preparados, y eso es todo.
Si el Cristo es cierto que se expresó y se sigue expresando a través del Gran Kabir Jesús, no es menos cierto que se expresó a través de Nuestro Señor QUETZALCÓATL (y bien vale la pena leer la vida, pasión, muerte y resurrección del Bendito Quetzalcóatl). Si bien es cierto que resplandeció, pues, en Quetzalcóatl, también no es menos cierto que un día brilló a través del rostro de MOISÉS, en el Monte Nebo, no es menos cierto que se expresó en la India con el nombre de KRISHNA, pues el Cristo Cósmico, donde quiera que halla un Hombre que esté preparado, allí él se expresa.
El Cristo no es un Individuo, no es una persona, no es un Yo; Cristo es una Fuerza Cósmica que está latente en todo átomo del Universo, es el FUEGO UNIVERSAL DE VIDA (eso hay que entenderlo), es el Fuego. Yo estuve en la aurora del Maha-Manvantara y fui testigo del amanecer de la vida. Cuando el Ejército de la Palabra comenzó a hacer fecunda la Materia Caótica para que surgiera la vida, yo vi al Gran Cristo Cósmico asumir humana figura, lo vi entrar al Templo y firmar un pacto, y crucificarse en su cruz para salvar a Hombres y Dioses... El Cristo es el Fuego Universal de Vida. Mucho se podría decir sobre el Cristo y yo les diré a ustedes lo siguiente: El Cristo se define con cuatro letras que están sobre la cruz del mártir del Calvario (INRI, IGNIS NATURA RENOVATUR INTEGRAM; el Fuego renueva incesantemente la Naturaleza).
El Fuego está crucificado aquí, en la Tierra. Si golpeamos una piedra con otra, salta fuego. ¿Dónde está el filón de donde saltó él? En la misma agua se esconde el Fuego Líquido, entre la piedra el Fuego Pétreo, dentro del aire el Fuego Gaseoso. Así, pues, el Fuego está en todo lo que es, ha sido y será; el Fuego no tiene principio ni fin. Si nosotros rastrillamos un fósforo, un cerillo, veremos con asombro que brota la llama. Se dirá que “la llama ésa, del cerillo, es el producto de la combustión”, pero tal concepto es falso. Nosotros aseveramos que la combustión existe debido al Fuego, no podría haber combustión sino hubiese Fuego.
El Fuego estaba encerrado allí, dentro de la materia ésa del fósforo; con el frotamiento lo que se ha logrado es liberar la llama para que se encendiera plenamente. El Fuego hace que la mano pueda moverse para rastrillar el cerillo; sin Fuego, sin vida, esa mano no se mueve; el Fuego está latente allí, si no, no aparecería, porque de la nada, nada sale. El Fuego conserva, en sus procesos, a todos los organismos existentes, a todas las especies humanas, a todas las especies animales y a todo lo que es, a todo lo que ha sido y a todo lo que será. El Fuego, en sí mismo, es sagrado. ¿Quién conoce la naturaleza del Fuego? Nadie, ¿verdad? La misma vida existe por el Fuego; mas LA ESENCIA MISMA ES FUEGO VIVO. Cuando esa Esencia (que es Fuego) viene a la existencia, la criatura se forma y nace; cuando el Fuego (la Esencia) abandona al cuerpo físico, el cuerpo muere. Así, pues, venimos al mundo por el Fuego y nos vamos cuando el Fuego nos abandona.
Ahora bien, lo que a nosotros los gnósticos nos interesa no es tanto el Fuego Físico, sino el Fuego del fuego, la Llama de la llama, la SIGNATURA ASTRAL DEL FUEGO. Ésta, en sí misma, es el Cristo Íntimo; sólo él puede (desde adentro) salvarnos y acabar de destruir los elementos indeseables que llevamos en nuestro interior. Ahora verán ustedes cómo el Cristo y el Buddha se complementan dentro de nosotros mismos. Mas hay algunos que creen que Gautama, el Buddha Sakyamuni, es más elevado que Jesús de Nazareth, el Cristo, y otros que dicen que el Cristo es superior al Buddha. Cada cual es libre de pensar como quiera; yo sitúo a los Ocultistas y Esoteristas dentro del terreno vivo del estudio esotérico.
Bien sabemos nosotros que Atman-Buddhi es el Buddha Íntimo, el Buddha. Así está escrito en los libros sánscritos. Ahora bien, ya sabemos que el Cristo es el Segundo Logos (el Primer Logos es el PADRE, es BRAHMA; el Segundo es el HIJO, VISHNU; el Tercero SHIVA, el ESPÍRITU SANTO). De manera que ese Cristo Íntimo (es claro), está dentro de la escala del Ser, o dentro de los Niveles de nuestro Ser Superlativo y Trascendental, mucho más allá del Buddha, pero se complementan. Cuando el Logos Solar quiere venir dentro del cuerpo de un Hombre, obviamente debe descender desde su elevada Esfera, PENETRAR EN EL VIENTRE MATERNO DE LA DIVINA MADRE KUNDALINI (la Serpiente Ígnea de nuestros mágicos poderes, la Virgen del Mar, Stella Maris, la “Signatura Astral del Esperma”, como se dice en Alquimia). “Ella es Virgen antes del parto y después del parto”; y al fin, de ella nace el Logos ya humanizado.
¡Vean ustedes ese milagro: Cómo sale él del Fuego In Abstracto y se humaniza; por último entra en el Iniciado con la INICIACIÓN DE TIPHERETH (que es la Iniciación Venusta). Entonces crece y se desarrolla dentro de nosotros; nace entre los ANIMALES DEL DESEO porque el Iniciado todavía no ha alcanzado a eliminar sus Yoes. Él debe desarrollarse desde niño. En principio el Iniciado no siente cambio alguno, pero a través del tiempo va sintiendo el cambio.
Nace débil, pequeño, más debe crecer y hacerse Hombre. Conforme él va eliminando los elementos indeseables que en nuestro interior cargamos, va creciendo... Vean ustedes cómo, no siendo él un pecador, se convierte en algo así como un pecador (sin serlo), pues, se hace de hecho responsable de todas nuestras actividades mentales, sexuales, emocionales, volitivas, etc., etc., etc. Vive como Hombre entre los hombres, aunque los hombres no le conozcan; habiendo vencido, tiene que volver a vencer; también debe vivir, en el corazón del Hombre, todo el DRAMA COSMICO, tal como está escrito en los Cuatro Evangelios.
Los Tres Traidores le llevan a la muerte, las multitudes de Yoes que en nuestro interior cargamos son las que gritan “¡crucifixia, crucifixia, crucifixia!...” JUDAS, el DEMONIO DEL DESEO, que cambia al Cristo Íntimo por todos los placeres del mundo (las famosas 30 monedas de plata); PILATOS, el DEMONIO DE LA MENTE que a todas horas se vive lavando las manos, que “nunca tiene la culpa de nada”, que siempre encuentra evasivas y justificaciones, le traiciona, le hace azo-tar en pleno Concilio, le colocan corona de espinas en sus sienes, le flagelan con 5.000 y más azotes. Todo significa allá dentro en los Mundos Internos, de cualquier Hombre debidamente preparado; y aquel Señor debe subir al Gólgota del pleno sacrificio en el Mundo Causal, o Mundo de las Causas Naturales. Y CAIFÁS, el DEMONIO DE LA MALA VOLUNTAD, que vende los Sacramentos, prostituye el Altar, fornica con las devotas, etc., también traiciona al Cristo Íntimo. Todo esto se verifica allá adentro, en los Mundos Internos de cualquier Hombre que esté debidamente preparado.
Después baja al Sepulcro. Con su muerte él mata a la muerte. Como resucita él en nosotros, nosotros resucitamos en él y nos hacemos inmortales; nos convertimos de hecho en MAESTROS GLORIFICADOS, nos convertimos en Maestros de la talla de un Moria, o de un Kuthumi, o de un Serapis, o de un Hermes Trismegisto, o de un Jesucristo. Así que la cruda realidad de los hechos es que el Señor es un Factor Interior profundo en cada uno de nos, como lo es el Buddha. Y si Gautama trajo el mensaje del Buddha, del Buddha Íntimo, el Gran Kabir Jesús trae el mensaje del Cristo Cósmico y ambos se complementan (así fue reconocido en una Pagoda Budista, en el Japón). Así, pues, bien vale la pena que reflexionemos en esto, que profundicemos y ahondemos en todas estas cuestiones...
¿Hay dos clases de Buddhas? ¡Lo sabemos! Existen los BUDDHAS TRANSITORIOS y los BUDDHAS PERMANENTES. “Buddha Transitorio” es el que todavía no ha logrado encarnar en sí mismo al Cristo Íntimo; “Buddha Permanente” o “Buddha de Contemplación”, es aquél que ya se cristificó, que ya recibió en su naturaleza interior al Cristo Íntimo. “BUDDHA MAITREYA”, pues, es el Buddha que ha encarnado al Cristo Íntimo (así se debe entender). Buddha Maitreya no es una persona, Buddha Maitreya es un título, es un grado esotérico, e indica cualquier Buddha que se haya cristificado... Hace mucho tiempo, muchísimo tiempo, me tocó vivir en la China, allá, durante la Segunda Subraza de la gran Raza Aria. Entonces me llamé CHOU-LI, e ingresé en la “ORDEN DEL DRAGÓN AMARILLO”. Y aprendí los Siete Secretos Indecibles, conocí las SIETE JOYAS DEL GRAN DRAGÓN.
Nos dedicábamos especialmente a la meditación de fondo. Un hermano chino hacía vibrar un aparato musical maravilloso que daba las 49 notas; la síntesis de aquél extraño aparato producía el sonido NIRIOONOSIANO del Universo. Cuando vibraba la primera nota, nosotros tratábamos de tener la mente quieta y en silencio. Al dar la segunda nota, pasábamos al Segundo Nivel del Subconsciente. También nos enfrentábamos a los Yoes con el propósito de recriminarlos y de obligarlos a guardar silencio, mas si la mente no lograba aquietarse, recriminábamos más fuertemente a esos Yoes. Cuando sonaba la tercera nota, ahondábamos un poco más, nos dirigíamos a la tercera zona del Subconsciente para pelear con los Yoes, para obligarles a guardar silencio. Y así, con cada nota de aquél misterioso aparato (el AYA-ATAPAN), nos sumergíamos en cada uno de los 49 NIVELES DEL SUBCONSCIENTE, peleándonos con los diversos agregados psíquicos inhumanos que llevamos en nuestro interior.
En conclusión, el que llegaba a la nota 49 y había trabajado correctamente, lograba una quietud absoluta de la mente, en los 49 Niveles del Subconsciente. Entonces la Esencia, el Buddhata, momentáneamente se escapaba de entre el Ego para precipitarse en el VACÍO ILUMINADOR. Experimentábamos, en esa forma, la Verdad, lo Real. Mi amigo LI-CHANG, se distinguió por aquélla edad en la Ciencia profunda de la Meditación. Él, Li-Chang, ya no vive sobre la faz de la Tierra: Mora en un Planeta del Cristo (planeta de un lejano... ...de esta Galaxia). Y allí está dentro del Cuerpo Astral, es feliz. Así, pues, Li-Chang alcanzó a recibir el Tao. Pero, ¿qué es el “Tao”? El TAO es el Ser, el Tao es el INRI, el Tao es el Cristo Íntimo; Li-Chang recibió el Tao... En el Esoterismo Buddhista-Zen, no se usa la Dialéctica meramente razonativa, se usa la DIALÉCTICA DE LA CONCIENCIA, que es diferente. Por ejemplo, un monje se dirige al Maestro y le interroga así:
“¿Por qué BODHIDHARMA vino del Occidente?” Respuesta inmediata, instantánea: “El ciprés está en el centro del jardín”... “No coincidirá la respuesta con la pregunta” diríamos, acostumbrados a la Dialéctica Razonativa, o la Dialéctica Formal, pero sí corresponde (tal respuesta) a la Dialéctica de la Conciencia... El Árbol de la Vida está dentro de nosotros mismos, aquí y ahora; no importa de dónde haya venido, la VERDAD está en todas partes... En otra ocasión el Abad, el Maestro de un Monasterio, dice a los discípulos: “Preguntad lo que tengáis que preguntar”. Un discípulo dice: “Quiero preguntar algo”. Pero antes de preguntar, el Maestro con su cayado le da un golpe en la boca (no es muy agradable cuando a uno le dan un golpe, ¿verdad?, pero ésa es la forma de actuar en el Zen y en el Chang Budista); la pregunta que iba a hacer, no estaba correcta...
Un día llega un Maestro y se presenta en la sala de la meditación, los discípulos se prosternan ante él, le rinden mucho culto, le rinden honores, y el Maestro habla: “¿Por qué tan tarde todo esto?” Un discípulo habla una tontería, sin fundamento, y el Maestro le despide: “¡Tonto, necio, fuera de aquí, largo, no sirve!”... Aquí, se les dice una palabrita dura a los hermanitos, y reaccionan terriblemente... ...Eso no tiene sentido, de verdad..., el “nene de papá”... Pero hay que aprender lo que es LA DISCIPLINA ESOTÉRICA. En el Zen, eso es una Cruz, pero la dialéctica que existe en el Zen va al fondo, va al Buddha Íntimo de cada cual. Por ejemplo: Un estudiante anheloso de saber algo, anheloso de llegar del SATORI, de llegar a experimentar alguna vez el Vacío Iluminador, le habla al Maestro dentro del Templo:
“Maestro, ¿qué es el Vacío Iluminador?”. La respuesta fue que el Maestro le dio una patada; pero se la dio terrible: en el estómago, nada menos. El pobre hombre cayó al suelo, ahí, como “privado”, pero experimentó el Vacío Iluminador. Cuando se levantó, en vez de estar perdiendo el tiempo reaccionando, abrazó al Maestro y le dijo lleno de alegría: “¡Al fin he experimentado el Vacío Iluminador!...”
Afortunadamente el Maestro no le completó la tarea con una bofetada, porque cuando obtienen el Satori, cuando un discípulo ha experimentado el Satori y se presenta lleno de alegría (todavía en el estado aquél de Éxtasis) ante el Maestro, el Maestro lo saca de ese estado con una bofetada; es verdad, porque (dicen) sino que le viene la ENFERMEDAD DEL SATORI, es decir, se queda como mal para el resto de su vida, entonces, para que no se quede así con una bofetada lo regresan. Observen ustedes que el Buddhismo Zen va directamente, allá, a la Esencia, a la Conciencia, al Buddha Interior, y en el fondo resulta trascendental... ¿Cómo poder explicarles esta cuestión de la Dialéctica de la Conciencia, en qué forma?... Bueno, observen ustedes a un polluelo cuando está dentro del cascarón y ya está listo para salir, por lo común, la gallina (cuando ella siente que el polluelo comienza a picar, por allí), la gallina lo ayuda; ella misma le da unos picotazos al cascarón y esto ayuda al polluelo que quiere salir.
Así, también, cuando ya está uno maduro para el Satori, el Maestro le ayuda (aunque sea con una patada, claro está). Parecería muy duro, pero constituye la realidad del Zen, como el pollo aquél, o polluelo que está para salir del cascarón. En todo caso, ese lenguaje Búddhico del Zen y del Chang va directo, allá, a la Conciencia, y eso es lo trascendental. Es una Dialéctica, pero no la Dialéctica Formal, no una Dialéctica libre, no es ese tipo de Dialéctica, es la Dialéctica de la Conciencia; eso es claro...
Nosotros tenemos que aprender a mirar dentro de sí mismos, necesitamos aprender a ver dentro de nuestra Naturaleza Interior. Cuando lo hayamos logrado, entonces nos convertiremos en Buddhas. ¿Cómo aprender a ver dentro de nuestra Naturaleza Interior, de qué manera? Pues, primero que todo, desarrollar la capacidad de la AUTOOBSERVACIÓN PSICOLÓGICA. Como les decía anoche, a medida que uno se vaya autoobservando psicológicamente, va viendo sus Yoes, sus agregados psíquicos inhumanos, los va eliminando, los va desintegrando, los va pulverizando con la ayuda de DEVI KUNDALINI SHAKTI, porque sin la Serpiente Ígnea de nuestros mágicos poderes no es posible desintegrar los Yoes. Así, pues, aprender a “ver” dentro de nuestra Naturaleza Interior es necesario para convertirnos en Buddhas, eso es obvio. (Estamos hablando algo que es trascendental e importante).
Ahora bien, en alguna ocasión, un Maestro Zen, había sido invitado para que diera un sermón en la Pagoda Budista. Todos los monjes aguardaban y al fin llegó el Maestro, los miró a todos, dio la espalda y se retiró a su celda. Un monje, que era el más interesado en la plática y quien habían hecho la invitación a toda la hermandad, fueron a reclamarle. La respuesta del Maestro fue: “Un experto en los Sastras puede enseñarles Sastras, y un experto en cualquier otra escritura religiosa puede que les enseñe; yo soy un Maestro Zen”... Ésa fue su única respuesta, lo había dicho todo. Es un lenguaje que ustedes no entienden; ustedes están acostumbrados, están enseñados a la Lógica Formal o a la Lógica Dialéctica, pero este es un lenguaje diferente. ¿Qué había querido decirles ese Maestro? ¿Qué fue lo que dijo? “¡Señores, aprendan a ESCUCHARSE A SÍ MISMOS, busquen al Íntimo, búsquense a sí mismos, pues dentro de ustedes está todo!” Eso fue lo que quiso decir...
Yo estoy dando la explicación aquí, porque ustedes están acostumbrados a la Lógica Formal; si estuvieran en el Japón, a esta hora, cualquier monje, me estaría..., bueno, halándome las orejas fuertemente, estaría soportando un regañito y un jalón de orejas. ¿Por qué? Porque estaría castrando la Enseñanza; eso se llama “CASTRAR LA ENSEÑANZA”... Es necesario que ya se aprehenda la Dialéctica de la Conciencia... Hablando pues, en esta forma, vemos que no es posible llegar al grado de Buddha si uno no ha eliminado en sí mismo los elementos indeseables. El BUDDHA TRANSITORIO todavía está en la lucha, no ha disuelto el Ego; es un Buddha con residuos del Ego; el BUDDHA PERMANENTE es aquél que ya se cristificó.
Así, pues, Buddha y Cristo están íntimamente relacionados, son dos factores dentro de nosotros mismos. En un porvenir tendré que ir al Asia, a cumplir una gran misión: Tendré que enseñarle a la humanidad la necesidad de fusionar las Enseñanzas Budistas y Crísticas, pues el porvenir religioso de la humanidad estará en la mezcla de lo mejor del Esoterismo Budista con lo mejor del Esoterismo Crístico. Al fin y al cabo, LA GNOSIS ES ESOTERISMO CRÍSTICO Y BUDISTA integrados; por eso es que el Movimiento Gnóstico está llamado a hacer una revolución crucial. En el fondo, lo que necesitamos es liberarnos, acabar con esas malas consecuencias del abominable Órgano Kundartiguador.
¿Cómo podría existir un Buddha si antes no ha creado los CUERPOS EXISTENCIALES SUPERIORES DEL SER? Y para crearlos se necesita ser Alquimista. Es inconcebible un Buddha que no posea los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser; ¡sería absurdo!). Pero, ¿cómo se crean esos Cuerpos, de qué manera? Conviene, que ustedes pongan la debida atención esta noche, porque esta Enseñanza es preciosa. Necesitamos, CONOCER LOS MISTERIOS DE LA GRAN OBRA, necesitamos saber cómo se prepara el Mercurio de la Filosofía Secreta; eso se hace impostergable. ¿Qué es el Mercurio? ¿Lo saben? ¿Por qué se le dice al Iniciado que “tiene que ponerse las botas de Mercurio”? Bueno, les diré a ustedes que el Mercurio es el ALMA METÁLICA del Esperma; el Mercurio, en sí mismo, es sacratísimo. Pero, ¿cómo se elabora el Mercurio?
Bueno, eso fue lo que callaron todos los Alquimistas del medioevo; ése es el secreto indecible. ¿Es urgente elaborarlo? Sí, les voy a dar la clave: Y obviamente, la clave está precisamente en el ARCANO A.Z.F., ahí es donde está la clave, en estas tres letras está la clave... La clave de tal Arcano... La “A” (AQUA o AGUA), se refiere a esa AGUA METÁLICA, al NÚMERO RADICAL METÁLICO, al EXIOHEHAI, es decir, las secreciones glandulares sexuales, el Esperma Sagrado. La “F” es el FUEGO, el FOHAT, porque sin Fuego nunca se podría elaborar el “A”, el Agua Pura de Vida, el MERCURIO de la Gran Obra. El Agua, en sí misma, es el Mercurio, el Número Radical Metálico que hay que aprender a sublimar. Mas el secreto es necesario conocerlo, para saber cómo se fabrican los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser.
Incuestionablemente, el secreto está en un artificio que es muy sencillo, muy simple, pero grandioso. El secreto vivo para la preparación del Mercurio..., ese secreto es llamado el “Secretum-Secretorum” (hablando en lenguaje latino). No usaré términos vulgares para el tema; diré, únicamente, que hay necesidad de la conexión del LINGAM-YONI durante el Matrimonio Perfecto, y que jamás en la vida se debe derramar el Vaso de Hermes Trismegisto, el tres veces grande Dios Ibis de Thot (y ustedes sabrán comprenderme). EVITANDO, pues, el ORGASMO de la Fisiología... ...el cuerpo humano, se consigue la fabricación del Mercurio. Ese Mercurio es el Alma Metálica del mismo Esperma (el Alma Metálica, repito).
Hay Tres Mercurios, y los voy a enunciar y a ilustrarlos con dibujos... Bueno, a este lo llamaríamos el “Primer Mercurio”, que es el AZOGUE EN BRUTO del Esperma; a este le llamaríamos el “Segundo Mercurio”, que es ya, propiamente, el ALMA METÁLICA del Esperma, y a éste le llamaríamos nosotros el “Tercer Mercurio”, o sea, MERCURIO + AZUFRE. El Mercurio es el Alma Metálica del Esperma; el Azufre es el FUEGO SAGRADO; si juntamos Mercurio y Azufre, faltaría algo más. En la fisiología... ...de Eros, se necesita también la SAL, que debe sublimarse a través de todas las operaciones tántricas y de laboratorio.
Es necesario que estudiemos, un poquito, toda esta cuestión. Incuestionablemente, al transmutarse el Esperma Sagrado en Energía Creadora, ésta sube por un par de cordones simpáticos (que existen en nuestra anatomía orgánica) hasta el cerebro. Son las Corrientes Energéticas Sexuales que han de subir por los cordones ganglionares, exactamente hasta la masa cerebral. Ése es el Mercurio, mas sabemos nosotros, que las Corrientes Energéticas Sexuales deben polarizarse en Positivas y Negativas, SOLARES y LUNARES. Ya polarizadas, hacen contacto en el TRIBENI (cerca del coxis) y entonces aparece el FUEGO SAGRADO que sube por la espina dorsal en forma de Azufre. Ese Fuego, unido con las Corrientes Solares y Lunares del Mercurio, asciende por la espina dorsal, a lo largo del canal de SUSHUMNÁ (o canal medular) hasta el cerebro, y a medida que asciende abre los CENTROS ESPIRITUALES propios.
El excedente de este Tercer Mercurio, incuestionablemente viene a cristalizar en los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser. Así nos convertimos en Buddhas... Pero vamos a concretarnos ahora en este tercero [señala en la pizarra]. En este Tercer Mer-curio existe el Azufre y la Sal. ¿Qué es la “NEBULOSA” en el espacio infinito? Una mezcla de SAL, de AZUFRE y MERCURIO. Cualquier metal de la Tierra, si lo disolvemos, queda reducido a Sal, Azufre y Mercurio. Todo lo que existe en la Creación se debe a la Sal, al Azufre y al Mercurio; eso es obvio. Así, pues, en una “Nebulosa” hay Sal, Azufre y Mercurio. La “Nebulosa” es el “ARCHÉ” de los Griegos; de ahí salen los mundos que luego ruedan alrededor de sus centros gravitacionales. Si allá arriba, en el espacio estrellado, se necesita un Arché o “Nebulosa” para que de allí broten los mundos a la existencia, aquí abajo es lo mismo; aquí se necesita crear (dentro de nuestro organismo) un Arché, una “Nebulosa” muy especial con Sal, Azufre y Mercurio.
Esas substancias las vamos a sacar, precisamente, de nuestras glándulas endocrinas sexuales, y al fin, de ese Arché de aquí abajo, del Microcosmos-Hombre, nacen los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser. Normalmente, las notas Do-Re-Mi-Fa-Sol-La-Si vibran en el sexo, pero si las pasamos a una Octava Superior, el Arché viene a cristalizar en Cuerpo Astral. En una Octava Superior el Arché cristaliza en el Cuerpo Mental, y en otra Octava aún más superior, en el Cuerpo de la Voluntad Consciente. Es así, repito, como nos convertimos en Buddhas.
Bueno, hasta aquí mi plática de esta noche. Si alguien quiere hacer preguntas, tiene la más absoluta libertad.
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