Inquietudes del Ser
¿Por qué estamos nosotros reunidos en este recinto, para qué? Obviamente tenemos inquietudes, eso es claro, anhelamos algo; no estamos contentos con la forma en que vivimos. Porque, indubitablemente, hay algo que nos mueve internamente, algo íntimo, si no, no estaríamos aquí, en este lugar.
Debemos distinguir entre el ÍNTIMO y la ESENCIA; la Esencia en sí, podríamos decir, para hablar en síntesis, que es una fracción, dijéramos, del Íntimo en nosotros.
Desafortunadamente, la Esencia se encuentra embotellada entre los agregados psíquicos. Tales agregados personifican a nuestros errores de tipo psicológico. Incuestionablemente, todo defecto aunque sea invisible para los sentidos externos, está debidamente personificado.
En un antiquísimo pasado, la Esencia no estaba enfrascada, era libre; se manifestaba plenamente a través de nuestra vida diaria, a través de nuestros sentidos. Entonces LA HUMANIDAD ERA INOCENTE, sublime, bella; no se conocía ni el bien ni el mal, todo era de todos y cada cual podía comer del árbol del vecino sin temor alguno. En esas edades, las gentes estaban EN CONTACTO CON LAS CRIATURAS DE LOS MUNDOS SUPERIORES. En tales épocas los Elementales del Fuego, de los Aires, de las Aguas, de la Tierra eran visibles y tangibles para todo ser humano…
Se PARLABA en el orto purísimo de la DIVINA LENGUA, que como un río de oro, corre bajo la selva espesa del Sol. Existía un Lenguaje Cósmico, inefable, en el que parlan los Elohim, en el que parlan todos los Elementales de la Creación… Esa era la Lengua Primigenia… Tiene su gramática perfecta; eso es obvio. Por ejemplo, si quisiera a ustedes en Lengua Sagrada decirles, “que permaneceré un tiempo más aquí en darles las Enseñanzas, cumpliendo con mi deber”, les diría: “Samael Aun Weor, MASLEIM URIM SEIDUA”. Pero si quisiera decir que luchando y aunque me tocara muchos sacrificios, les diría: “LUTENER AEODON”…
Aquella frase que apareció en el encelado de la pared, en el famoso banquete de Belsasar, y que Daniel interpretó, hallamos pura Lengua Sagrada: “MENE, MENE, PHARES UPHARSIN”. También se podría decir: “Om Mene Tekel Phares Upharsin”, es decir: “Tu reino será entregado está noche a Medos y Persas”; y bien sabemos que Babilonia, esa noche, cayó en manos de Medos y Persas… Así pues, se parlaba en otros tiempos en ese precioso lenguaje. La humanidad era inocente; cualquier humana criatura en las épocas de la Edad de Oro, en plena Lemuria, podía percibir, claramente, la mitad de un HOLTAPAMNAS. Un Holtapamnas tiene unos cinco millones y medio de tonalidades del color y era perceptible para cualquier ser humano.
Los Iniciados, los que se habían educado esotéricamente, podían percibir, claramente, todo un Holtapamnas, menos una tonalidad, que solamente la puede percibir la Infinitud que todo lo sustenta, el Omnimisericordioso, el Omnisciente y Omnipenetrante Eterno Padre Cósmico Común. Se usaban normalmente, en la Lemuria, unas 300 consonantes y unas 51 vocales. A través del tiempo los ojos se fueron atrofiando, y la capacidad hablativa también fue disminuyendo. El OLFATO fue disminuyendo poderosamente, degenerando, y después de la sumersión de Atlántida, la raza humana se precipitó, definitivamente, por el camino de la degeneración.
Ahora si, apenas se perciben los siete colores básicos del Espectro Solar y unas pocas tonalidades; ésa es la cruda realidad de los hechos. Un perro tiene un olfato mejor que el que podemos tener nosotros; con el olfato puede seguir las huellas de su amo. El águila, puede percibir una lagartija a miles de metros de altura y precipitarse desde lo alto para atraparla. HAY CRIATURAS ANIMALES cuyos logros Espirituales, CUYOS LOGROS DEL SER, SON MEJORES QUE LOS NUESTROS; ésa es la cruda realidad de los hechos.
Así pues, ha llegado la hora, conviene saberlo, de que nosotros marchamos por el Camino de la Involución, de la degeneración. Cuando la Esencia era libre estaba despierta, entonces era todo Luz en nosotros; se decía que estábamos en el Edén. Pero cuando el Ego surgió en nosotros, la Esencia quedó embotellada entre él mismo. Cuando la Esencia era libre, EXISTÍA LA FE verdadera, producto del verdadero Saber, pero cuando el Ego surgió y la Esencia quedó enfrascada entre el mí mismo, indubitablemente, se perdió la Fe; hoy el escepticismo reina soberano sobre la faz de la Tierra.
Es bueno saber que desde el siglo XVIII para acá, el ESCEPTICISMO tomó gran fuerza entre toda la humanidad, ENVENENÓ LAS MENTES humanas. Antes del siglo XVIII, las gentes veían claramente, en España, frente a sus costas maravillosas, la famosa ISLA NONTRABADA o Encubierta; isla sobre la cual existen muchas leyendas. Es una isla de la Cuarta Vertical, una isla que se encuentra en Estado de Jinas o Yinas. Pero desde que el escepticismo pudrió, dijéramos, las mentes humanas, desde el siglo XVIII para acá, la Nontrabada se hizo invisible, ya nadie la ve y existe, pero nadie la ve.
Hablarle de ELEMENTALES o de DUENDES a los primitivos habitantes de Irlanda, en las épocas de los Hiperbóreos, era tan natural como nosotros hablar hoy en día del chile o de la cebolla, o de las papas. Las gentes convivían con los Elementales; hoy los bribones del intelecto se ríen de todas esas cosas. “¡Cuentos para niños pequeños!”, dicen… Todavía nuestras generaciones pasadas, eran un poco distintas. A los niños se les regalaban cuentos de hadas, para que se distrajeran, y no hay duda de que esos cuentos preparaban su mente para la PERCEPCIÓN DE LOS ELEMENTALES.
Hoy a los niños se les regala aventuras de distinta especie: Cosas que huelan a guerra, cosas que huelan a pistolas, crímenes, robos, etc. Total, que se prepara a los niños desde la infancia, para homicidas, ladrones y cincuenta mil cosas más. Así pues que, a medida que va pasando el tiempo, el Ego ha ido tomando más y más fuerza, y la Esencia, la Conciencia ha quedado cada vez más y más aprisionada entre el Ego.
Hoy en día, cuando uno nace, es obvio que logra la Esencia expresarse un poco. Bien sabido es que toda persona normal, común y corriente, posee un 97% de SUBCONSCIENCIA y un 3% de CONCIENCIA o Esencia libre. Al venir al mundo, al retornar, al regresar, al reincorporarnos, ese 3% de Esencia libre impregna al huevo fecundado y se manifiesta en el cuerpo del recién nacido. El 97% Subconsciente de Esencia está enfrascado entre los Yoes, los agregados psíquicos; no tiene oportunidad de expresarse.
Así pues, lo que SE EXPRESA EN EL NIÑO es LA ESENCIA LIBRE, el pequeño porcentaje de Esencia libre; eso le da AUTOCONCIENCIA, Objetividad Consciente. Un niño recién nacido es Autoconsciente, pero el adulto cree que el recién nacido es Inconsciente, que no se da cuenta de nada, y se equivoca. El recién nacido, precisamente, es distinto: Ve estado lamentable en el que se encuentran los adultos; no ignora que los adultos están dormidos, los ve como son; está despierto.
Los Yoes o agregados psíquicos (o como les llamemos), personificando errores, dan vueltas alrededor de la cuna de aquella criatura, van, vienen; quisieran entrar en ese cuerpo, pero no tienen la oportunidad. ¿Cómo? Resulta interesante ver que sólo la Esencia pura, libre, Autoconsciente, logra expresarse a través del niño; por eso el niño está despierto. A veces ríen las criaturas, ¿con quién ríen? Con sus propios Yoes que van y vienen, otras veces se atemorizan cuando ven a sus Yoes muy feos. También suelen ver a los familiares de sus pasadas existencias, recuerdan sus vidas anteriores; no ignoran nada y eso es maravilloso.
En los tiempos en que el Ego no había surgido en la especie humana, todos éramos como niños; podíamos VER A LOS ÁNGELES, a los Dioses, a los Seres Inefables y PLATICAR CON ELLOS cara a cara. Cuando el Ego se desarrolló, esa felicidad se perdió. Así también, cuando nace el niño, en principio su Esencia se manifiesta, pero más tarde las cosas van cambiando: los Yoes comienzan a expresarse a través de la Personalidad, y al fin, la Esencia, queda allá en el fondo, olvidada.
Desgraciadamente, con la educación que recibimos de nuestros instructores, con el ejemplo de nuestros familiares, LA PERSONALIDAD se va desarrollando. Incuestionablemente, esta Personalidad viene a constituir algo así como una especie de doble Conciencia, o mejor dijéramos UNA CONCIENCIA FALSA.
En la Personalidad están las costumbres que nos han inculcado, los hábitos que nos hemos formado, las doctrinas con que nos han educado, los conceptos que hemos elaborado, la educación recibida, etc. Por tal motivo, la Personalidad viene a desplazar a la verdadera Conciencia; la Conciencia viene a quedar en el fondo del olvido, sin oportunidad para su manifestación. Lo único que viene a expresarse a través de nosotros es la Falsa Conciencia, la Personalidad Falsa.
Así pues que, la Falsa Personalidad actúa en forma mecánica. Para toda pregunta tiene una respuesta siempre mecánica; vive de acuerdo con sus hábitos, con sus conceptos, con sus opiniones, con sus emociones inferiores, con sus instintos, con sus impulsos animales, etc. Las actividades de nuestra humana Personalidad son inconscientes, mecánicas. Nada sabe nuestra Personalidad sobre lo que es la Conciencia verdadera, la ignoramos.
Nuestra vida es completamente mecánica; funciona, sí, pero mecánicamente, debido a la LEY DE LAS ASOCIACIONES. Es algo semejante a aquello del manejo del automóvil: Va uno conduciendo su vehículo por las calles de la ciudad y todo el movimiento de la máquina se va realizando automáticamente. Uno cumple con mover tales o cuales palancas y el aparato funciona, se mueve; viajamos miles de kilómetros, y sin que nos demos cuenta absolutamente para nada del modo como están trabajando las distintas piezas de la máquina.
El que se sienta a tocar el piano se halla inspirado, hace vibrar las notas deliciosamente, se arroba por el éxtasis, pero, ¿qué sabe él del mecanismo del piano? ¿Cómo se está procesando la mecánica de sus dedos cuando mueve la tecla? ¿Cómo funciona todo su funcionamiento biomecánico? Eso es ignorado por él. Él se encuentra en éxtasis haciendo vibrar sus melodías, y eso es todo. Así también, la Conciencia en el fondo vibra con todo el Cosmos; pero, ¿qué sabe la Personalidad de eso? NUESTRA VIDA SE DESENVUELVE DENTRO DE UNA MECÁNICA SUBJETIVA TOTAL.
Nada sabemos sobre lo Real, no tenemos Conciencia de los Misterios de la Vida y de la Muerte; no sabemos por qué actuamos, por qué vivimos, para qué trabajamos, cuál es el objeto de nuestra existencia. Estamos sumidos en la más supina ignorancia. La Falsa Conciencia ha desplazado a la verdadera Conciencia. Esta Falsa Conciencia de relumbrón suele a veces ser hasta, dijéramos, sorprendente; pero, obviamente, funciona de manera mecánica. SOMOS MUÑECOS MECÁNICOS para hablar más claro, simples ROBOTS PROGRAMADOS para tal o cual profesión, para tal o cual arte, para tal o cual oficio, o trabajo.
A uno lo programan: lo meten al Kinder de acuerdo con determinado programa; luego pasa a la Primaria de acuerdo con el programa; a la Secundaria, a la Prepa, y si tiene mucha suerte y le ayuda un poco el seso, va a la Universidad, programado. Al fin recibe un título, eso es obvio, ahí le sirve “para ganarse unos frijoles”, como decimos por ahí. Pero, al fin y al cabo, no es más que un robot programado y eso es todo. La Conciencia no ha intervenido para nada en todo ese programa.
En todo ese programa, la Personalidad, que es el verdadero robot, funciona; no está programada para los asuntos Esotéricos, no la han programado para estudiar los Misterios de la Vida y de la Muerte; tampoco han programado a ese robot humano para estudiar, por ejemplo, lo relacionado con las Fuerzas Sutiles de la Naturaleza. Si a eso se añade que la Esencia está enfrascada, embotellada de entre el Ego, entonces no hay Fe; ¿de dónde va a salir la Fe, si el Ego no tiene Fe? Conclusión: Un robot sin Fe, cargado de muchas doctrinas, que nada sabe sobre sí mismo ni sobre los demás; ésa es la cruda realidad de los hechos, y resulta lamentable de verdad.
Ha llegado la hora de que nos preocupemos un poquito más por sí mismo; ha llegado el instante de que tratemos nosotros de AUTOEXPLORARNOS para AUTOCONOCERNOS, sólo así, de verdad, podremos lograr el despertar de la Conciencia. Es bueno saber que, hoy por hoy, nuestro CENTRO DE GRAVEDAD está establecido, exclusivamente…, es decir, nuestro Centro Magnético se halla completamente establecido en la Personalidad. Es necesario que ese Centro Magnético cambie de lugar: Sacarlo de la Personalidad y ESTABLECERLO EN LA CONCIENCIA; eso es obvio.
Sí, a medida que nosotros vayamos desintegrando los elementos indeseables que en nuestro interior llevamos, la Personalidad se irá volviendo más pasiva y la Esencia o la Conciencia más activa. Cuando la totalidad de los elementos indeseables que en nuestro interior cargamos sean reducidos a polvareda cósmica, la Conciencia estará ciento por ciento activa, y la Personalidad totalmente en paz; se convertirá ella, entonces, en el vehículo de la Conciencia: Cuando eso sea, POSEEREMOS NUESTRA ALMA.
Ahora podrán ustedes comprender el significado profundo, de esa frase del Evangelio que dice: “En paciencia poseeréis vuestras Almas”… Hoy por hoy, no podemos decir que nosotros poseemos nuestra Alma. Al contrario, el Alma nos posee; somos un fardo pesado para nuestra Alma; somos como un tumor canceroso para nuestra Alma.
Pero cuando nosotros destruyamos completamente el Ego, entonces la Conciencia liberada, la Esencia pura se manifestará a través de nuestra humana persona con todo el señorío de los tiempos antiguos; volverá a parlar en el Lenguaje Purísimo de la Divina Lengua, que “como un río de oro, corre bajo la selva espesa del Sol”; volverá a ver a los Dioses del Fuego, de los Aires, de las Aguas, de la Tierra; los Príncipes de los Elementos abrirán para nosotros las puertas de sus Paraísos. HABREMOS REGRESADO AL ESTADO PARADISIACO.
Será entonces cuando realmente poseeremos nuestra Alma, cuando de verdad seremos todo Alma; hasta nuestro mismo cuerpo humano se volverá Alma y seremos ciento por ciento ALMA. Comparemos ese estado con el que nos encontramos en la hora presente, con esta Personalidad artificiosa, mecánica, educada de acuerdo con ciertas costumbres, programada como cualquier robot. ¿Qué podemos saber nosotros sobre la Verdad, sobre lo Real, sobre eso que está más allá del cuerpo, de los afectos y de la Mente? Sin embargo, son muchos los que piensan que conocen la Verdad.
Recordemos las palabras del Cristo: “Conoced la VERDAD y ella os hará libres” La Verdad no es cuestión de teorías, ni de conceptos, ni de opiniones, ni de ideas. La idea que alguien tenga sobre la Verdad, no es la Verdad; el concepto que alguien haya podido elaborar sobre la Verdad, no es la Verdad; una opinión, por respetable que sea, en relación con la Verdad, jamás es la Verdad.
La Verdad es lo desconocido de instante en instante, de momento en momento; la Verdad es cuestión de EXPERIENCIA DIRECTA, como cuando uno mete el dedo entre el fuego y se quema, o como cuando traga agua y se ahoga. Cuando a Jesús el Cristo le preguntaron: “¿Qué es la Verdad?” Guardó silencio; y cuando al Buddha Gautama Sakyamuni le hicieron la misma pregunta, dio la espalda y se retiró. Es que la Verdad no es cuestión de palabras, sino de experiencia vivida.
Ustedes podrían sentir el éxtasis de una bella puesta de Sol, pero, ¿cómo harían ustedes para que otro sintiera ese mismo éxtasis? ¿Creen acaso que relatándolo lo sentiría? Esto tiene que sentirlo uno por sí mismo y en forma directa… Ha llegado, pues, la hora de hacer un inventario de lo que nosotros somos, de lo que nos sobra y de los que nos falta, para trabajar de verdad sobre sí mismos, aquí y ahora.
Obviamente, existen TRES MENTES (y eso es algo sobre lo cual he venido hablando mucho en mis últimas pláticas). La primera la podríamos llamar nosotros la “Mente Sensual”. Ésta elabora sus conceptos de contenido, exclusivamente, con los datos que aportan los sentidos externos, es decir, mediante las Percepciones Sensoriales Externas. La segunda es la Mente Intermedia, en la cual están depositadas las creencias religiosas. Y la tercera es la Mente Interior.
¿Qué puede saber la MENTE SENSUAL sobre lo Real, sobre los Misterios de la Vida y de la Muerte, sobre el Alma, sobre el Espíritu, sobre la Eternidad? ¡Absolutamente nada! Obviamente, ella elabora sus conceptos de contenido, exclusivamente con los datos aportados por los sentidos. Su vehículo es demasiado estrecho y no puede salirse del límite del Mundo Místico-Sensorial. La segunda Mente, la INTERMEDIA, por muy brillante que sea, sólo tiene creencias religiosas, pero nada puede saber sobre la Verdad.
Y en cuanto la tercera, la INTERIOR, está cerrada. Ella es la única que tiene acceso a lo Real. Jesús el Cristo advierte a sus discípulos: “Cuidaos de la levadura de los Saduceos y de los Fariseos”… ¿Cuál es la LEVADURA DE LOS SADUCEOS? La Doctrina de los CINCO SENTIDOS, las DOCTRINAS MATERIALISTAS. ¿Y cuál es la LEVADURA DE LOS FARISEOS? Las DOCTRINAS DE LA MENTE INTERMEDIA. Bien sabemos nosotros que los Fariseos concurren a sus Templos para que otros los vean; asisten a sus ritos por cumplir con un deber, pero jamás trabajan sobre sí mismos; ocupan siempre los primeros puestos en las Sinagogas y en las plazas públicas, pero “por dentro están llenos de toda clase de podredumbre, y de huesos, y de muerte”…
¿Qué puede saber los Fariseos sobre lo Real? Si se quiere saber algo sobre lo Real, hay que abrir la Mente Interior. Ésta, en sí misma, funciona con los datos de la Conciencia Superlativa del Ser. El resorte que la mueve es otro: El de los datos de la Conciencia. Así pues, que QUIEN ABRE LA TERCERA MENTE CONOCE LO REAL; tiene acceso directo a los Misterios de la Vida y de la Muerte, puedes recordar sus vidas anteriores; puede estudiar los Libros de la Ley, donde está su propio debe y haber; puede entrar en contacto directo con los Dioses de la Aurora del Maha-Manvantara, puede platicar con ellos cara a cara.
Sólo aquél que ha abierto la tercera Mente TIENE FE. La Fe nada tiene que ver con las creencias. Fe es una cosa y las creencias son otras. La Fe es Sapiencia de verdad, Conocimiento Directo, vívido, de lo Real; Comprensión auténtica de la Ciencia Universal; Conocimiento Puro, más allá del podridero de las teorías. Quienes piensan que la Fe es algo así como las creencias religiosas, ha confundido a la tercera Mente con la segunda. Quien piensa así, no conoce en realidad de verdad, a fondo, la Psicología Revolucionaria…
Hay necesidad de abrir la tercera Mente, cueste lo que cueste. Y esto sólo es posible ANIQUILANDO LOS AGREGADOS PSÍQUICOS. Ése es el camino obvio a seguir. Mas en esto de la aniquilación de los elementos indeseables que en nuestro interior cargamos, debe existir una Didáctica de fondo y una Dialéctica vívida: LA DIALÉCTICA DE LA CONCIENCIA. Mucho se ha hablado sobre Dialéctica, pero en verdad lo importante es la Dialéctica de la Conciencia, los eventos vívidos de la Conciencia Superlativa del Ser.
Necesitamos de verdad, repito, empezar a AUTOOBSERVARNOS psicológicamente, si es que de verdad anhelamos, un día, liberar la Esencia, para regresar al Estado Paradisíaco Original. La Autoobservación Psicológica es fundamental; eso es ostensible. En el terreno de la vida práctica podemos AUTODESCUBRIRNOS; eso es obvio. En el terreno de la VIDA PRÁCTICA está el GIMNASIO PSICOLÓGICO de nuestra propia existencia.
Sin eso del Gimnasio Psicológico, el Autodescubrimiento resulta imposible. Es en el Gimnasio Psicológico de la vida donde podemos Autodescubrirnos. La interrelación es formidable: Indubitablemente, en relación con nuestros familiares, con nuestros compañeros de trabajo, con las amistades en la calle, en la escuela etc., los defectos que llevamos escondidos afloran espontáneamente; y si nosotros nos hallamos en el ESTADO DE ALERTA PERCEPCIÓN, ALERTA NOVEDAD, entonces, los vemos tal cual son.
Defecto descubierto debe ser ENJUICIADO analíticamente, y posteriormente ELIMINADO… …A los Maestros Gurdjieff, Ouspensky, Collins, Nicoll, etc., etc., etc., descubriremos, con profundo dolor, un GRAVE ERROR: Sucede que GURDJIEFF SE PRONUNCIÓ CONTRA LA SERPIENTE ÍGNEA de nuestros mágicos poderes, y dejó a sus discípulos sin armas.
El “Instituto para el Desarrollo Armonioso del Hombre”, en París, de hecho, está fracasado. Gurdjieff hizo conocer la DOCTRINA DE LOS MULTIPLES YOES (la trajo del Tíbet; no es propia, viene del Tíbet la Doctrina de los Muchos, y eso lo sabemos quienes hemos ahondado en el Buddhismo Tántrico), mas, ¡cometió un error!: Pronunciarse contra la Kundalini… Es bueno que sepan ustedes que hay DOS SERPIENTES: La que sube por la médula espinal hasta el cerebro, y la que se precipita desde el coxis hacia los Infiernos Atómicos del hombre. A la primera se le denomina “LA KUNDALINI”, a la segunda, “EL ABOMINABLE ÓRGANO KUNDARTIGUADOR”.
La que sube, es la Serpiente de Bronce que sanaba a los Israelitas en el desierto y la Serpiente que se enroscaba en la Vara de Esculapio, el Dios de la Medicina. La que baja, es la Serpiente Tentadora del Edén, es la horrible Serpiente Pitón de siete cabezas, que se arrastraba por el lodo de la tierra, y que Apolo, irritado, hirió con sus dardos. Esta última, es la que tiene a la humanidad hipnotizada. Los diversos agregados psíquicos que en nuestro interior cargamos y dentro de los cuales se halla embutida la Conciencia, son el resultado nefasto del poder hipnótico del abominable Órgano Kundartiguador, la Serpiente descendente.
Ahora comprenderán ustedes por qué esa horrible Pitón tiene hipnotizada, en forma masiva, a toda la humanidad. Pero atribuirle a la Serpiente de Bronce que sanaba a los Israelitas en el desierto, el poder hipnótico fatal de la horrible Pitón que se arrastraba por el lodo de la tierra, resulta de hecho absurdo en un ciento por ciento. Si a la humanidad no se le enseña eso de la Serpiente ascendente, indubitablemente no podrá desintegrar los elementos indeseables que lleva en su interior.
Por tal motivo, el muy respetable y muy venerable Maestro Gurdjieff, cometió un gravísimo error: Enseñó la Doctrina de los Muchos tal como los Lamas la enseñan en las tierras de Tson-kapac; empero, no le entregó el “armamento” a los pobres discípulos. Si les negó las armas, ¿con qué van a destruir los agregados psíquicos, los Yoes? La Mente no puede hacerlo. El mismo Krishnamurti lo reconoce, ¿entonces qué? SÓLO MEDIANTE LA SERPIENTE ÍGNEA de nuestros mágicos poderes, ES POSIBLE DESINTEGRAR LOS AGREGADOS PSÍQUICOS inhumanos que en nuestro interior llevamos.
Estoy hablándoles a ustedes a la luz de la experiencia vívida; y voy a repetir, esta vez, un relato que muchas veces he repetido; pero que convienen a veces esas repeticiones, para bien de los mismos estudiantes… Hace muchísimos años atrás lidiaba yo con un Ego de lujuria; hallándome fuera de la forma densa, se me sometía a múltiples pruebas de castidad, y entonces, fracasaba. En el Mundo Físico siempre salía victorioso. Llevaba una conducta ascética: Control total de los sentidos y de la Mente. Pero fuera del cuerpo la cosa cambiaba; cuando se me sometía a prueba, algo surgía en mí Mente: un Yo antiquísimo de lascivia, y entonces fallaba lamentablemente.
Apelé a los sistemas de Krishnamurti y de Gurdjieff: COMPRENSIÓN DE FONDO, profunda, a través de la Meditación Interior. Tratar por medio de la Meditación de comprender el proceso de la lascivia, de la lujuria. Incuestionablemente, el Poder del Discernimiento, ahondando, se hacia sumamente penetrante; era como el bisturí del cirujano, tratando de sacar la raíz allá, de un tumor canceroso; mas todo resultaba inútil…
Un día de esos tantos, en profunda de Meditación me hallaba, tratando de discernir lo que es proceso de la lujuria, tratando de comprender lo que es ese Yo (de acuerdo con los sistemas de Gurdjieff, de Nicoll, de Krishnamurti, y de muchísimos otros), cuando, para desgracia mía, me sucedió un fenómeno insólito: Como quiera que la Concentración fue demasiado penetrante abandoné el cuerpo físico, y entré, pues, en ese mundo que llamaríamos “Astral”.
Entonces, me encontré dentro de una lujosa mansión, acariciando a una dama, amándola, enamorándola, etc. Exactamente lo contrario de lo que yo estaba haciendo, la antítesis, como si por oposición terca quisiera aquel Yo nefasto, destrozarme totalmente mi trabajo… Al volver otra vez al cuerpo físico, pasado el Éxtasis, me sentí defraudado. Comprendí que el sistema de Krishnamurti (a base de pura Comprensión), y el de Gurdjieff, y el de Ouspensky, y el de Collins, y el de Nicoll y cincuenta mil autores más, no servía; en la práctica había fallado…
Incuestionablemente, pasé por un momento de terrible desorientación, se formó un caos en mi Mente; me vi metido dentro de un callejón sin salida. Pero, afortunadamente, fui auxiliado: Como quiera que siempre me preocupe por auxiliar a otros, por llevar la Enseñanza a otros, pues, merecí ser auxiliado. ¿Cómo podría uno recibir auxilio si no es capaz de auxiliar a los demás? Pero yo me había preocupado por dar la Enseñanza a otros, entonces, merecía ser enseñado.
Y un día de esos tantos fui asistido. Al penetrar en el Templo, hallé en el umbral a uno de los GUARDIANES DE LA ESFINGE de Egipto (yo conocía a ese Adepto, había sido amigo de él a través de muchos siglos), mirándome fijamente me dijo: De entre un grupo de hermanos que trabajaron en la Novena Esfera, y que después de haber trabajado se presentaron en este Templo, tú eres el más adelantado; pero ahora –me dijo–, te estás quedando rezagado, estancado. Mi pregunta obvia fue: ¿Por qué? Respuesta: Porque te falta amor.
¿Cómo, amor? Si yo estoy ayudando a la humanidad y lo que sé lo comparto con mis hermanos, con mi prójimo, ¿por qué me va a faltar amor? Porque te habéis olvidado de tu Madre; eres un hijo ingrato. ¿Cómo? –dije–, pero si ella desencarnó hace rato, ¿dónde la voy a buscar? Dijo: ¿No sabes dónde está tu Madre? Dije: No sé. ¡Es imposible que no sepas dónde está tu Madre! ¡Oyelo bien, lo que te estoy diciendo es para tu bien; escúchame! Así me dijo el guardián; me despedí de él…
Pasaron algunos días y yo seguía reflexionando, tratando, pues, de ahondar en toda esta cuestión. Al fin, como dice el dicho por ahí: “Se me encendió el foquito”… Un día de esos tantos me acordé de DEVI KUNDALINI-SHAKTI, la Serpiente Ígnea de nuestros mágicos poderes, la Madre Cósmica Particular de cada uno de nos. Y yo que había leído tantos libros, que había leído a tantos autores, en verdad todos hablaban de MAHA-KUNDALINI, la Madre Cósmica Universal, pero no había uno que hablara sobre nuestra Madre Cósmica Particular, Individual. ¡Existe, ella es una variante de nuestro propio Ser, pero derivado!
Nuestro Ser tiene muchas partes, y una de las partes más importantes de nuestro Ser, es nuestra Madre Cósmica Particular, Individual. “Devi Kundalini”, le dicen los Indostanes; “¡Isis!”, exclaman los Egipcios; “¡Diana!”, gritan los griegos; “¡Tonantzin!”, dicen nuestros antepasados de Anáhuac… Me concentré en ella profundamente, y fui asistido. Entonces, se me llevó ante uno de los TRIBUNALES DE LA LEY DEL KARMA. El Juez se sentó. Y como dicen las Sagradas Escrituras: “Los libros se abrieron”… Avancé unos pasos; se me leyeron viejas cuentas medievales (errores de antiguas vidas).
Posteriormente, pude evidenciar cómo había surgido este Yo; veía los desórdenes cometidos en la Edad Media. Se dieron órdenes al VERDUGO CÓSMICO y él avanzó con la espada decidida…
Cuando le vi venir me sentí terriblemente defraudado: “¡Tanto luche allá en el Mundo Físico dije por ayudar a la humanidad, por darle las Enseñanzas, y éste ha venido a ser el resultado! ¿De qué me sirvió –dije– haber estado dando las Enseñanzas allá en el Mundo Físico?” Mas cuando ya la espada se acercaba contra mi pecho, sentí un movimiento extraño dentro de los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, y algo salió de mí; observé y vi: Sí, aquel agregado psíquico inhumano…
La espada que venía dirigida contra mí, se desvió, siguió dirigiéndose contra ese agregado. Por último, aquél se precipitó entre las entrañas del mundo y quedé libre. Desde entonces pude salir victorioso en todas las pruebas relacionadas con la Castidad… Tal lección, para mí fue extraordinaria, maravillosa, y hoy la comparto aquí, con todos ustedes, porque lo que uno sabe debe compartirlo con sus semejantes; eso se llama “Amor”… Y seguí trabajando con Devi Kundalini. Y así fue como conseguí ir eliminado todos los agregados psíquicos inhumanos que en mí interior cargaba.
Si no hubiera recibido la instrucción del Guardián de la Esfinge del desierto, habría quedado desarmado, ¿con qué habría eliminado yo esos Yoes? La experiencia me enseñó que a base de exclusiva Comprensión o Discernimiento, no es posible. No niego que la Comprensión sea fundamental, pero no es todo. Se necesita también de la Eliminación. COMPRENSIÓN Y ELIMINACIÓN SON BÁSICAS. Así es como se puede avanzar en el camino de la desintegración de los elementos indeseables que en nuestro interior cargamos; así y sólo así…
Hoy por hoy, estamos en la ignorancia, en la calle, nada sabemos. No es posible saber mientras la Esencia no se desembotelle; no es posible saber algo mientras la Conciencia no despierte; no es posible despertar o desembotellarse si no se destruye el Ego, el Yo, el mí mismo, el sí mismo. Pero, debe haber orden en el Trabajo. Todos tenemos el SENTIDO DE LA AUTOOBSERVACIÓN PSICOLÓGICA. Desgraciadamente, tal sentido se encuentra atrofiado en la raza humana. Es necesario que ese sentido entre en una nueva actividad.
Cuando uno comienza a autoobservarse, es porque ese sentido ya comienza a entrar en actividad. En principio uno no ve los Yoes. Más tarde, a medida que ese sentido se va desarrollando, va viéndolos tal cual son; y va conociendo por experiencia vívida, directa, el resultado de su trabajo. Aunque son múltiples Yoes, aunque estos no guarden concordancia alguna, aunque estos no guarden ordenamiento de ninguna especie, el Ser Interior, profundo (para ser más claro, nuestra Divina Madre Cósmica), va estableciendo un ORDEN EN EL TRABAJO.
Lo digo basado en la práctica. A mí me tocó trabajar muy duro, primero que todo con los Yoes Infrahumanos de las Infradimensiones naturales; después, con aquellos YOES DEL MUNDO ASTRAL; posteriormente, con los Yoes de la MENTE y más tarde con los YOES CAUSAS; y por último, con YOES de la misma CONCIENCIA DEL SER… Esto último podrá parecerles extraño a ustedes. Quiero que sepan que antes de que aparezcan la causas que originan Yoes, las causas erróneas, se alteran algunos átomos de la Conciencia del Ser. Y esos átomos alterados, se convierten en Yoes tentadores. Hay que aniquilarlos para que la Conciencia, soberana, quede libre.
Así pues, pude ir entendiendo que se establecía un orden en el Trabajo. Es que las partes superiores del Ser como son: Devi Kundalini, y el Padre que está en secreto, o el Shiva particular, individual, o mejor dijéramos el Brahma particular, individual, que está más allá de Shiva, pues, habían establecido un orden maravilloso. A medida que uno avanza en la Autoobservación de sí mismo, suceden eventos que sorprenden: Un día de esos tantos, podemos hallarnos, por ejemplo, en el Mundo Astral; nuestro cuerpo físico yace dormido entre el lecho. Entonces venimos a descubrir, con asombro, un vil y nuevo Yo.
Tal vez un Yo de los celos que creíamos ya no tener, tal vez un Yo de ira que creíamos ya no poseer, tal vez un Yo de envidia que creíamos no haber tenido jamás. Tal evento me… …a mí para trabajar. Y desde ese instante nos dedicamos a trabajar, primero por comprender y segundo por aniquilar aquel nuevo Yo. Otro día, no importa cual, surge otro defecto que ni remotamente sospechábamos. A ése debemos trabajarlo hasta aniquilarlo.
En una reunión de amigos, resultamos de pronto peleándonos por ahí, posiblemente nos hirieron el amor propio. Fundamento más que suficiente como para trabajar contra el Yo del amor propio. Conforme ya vayamos nosotros estructurando nuestro Trabajo, veremos que tiene un orden. Entonces, se forma en nosotros eso que podríamos denominar MEMORIA TRABAJO.
Cada Yo que hemos visto nos da una fotografía psicológica; y mucho más tarde, si reunimos un grupo de todos esos Yoes que hemos visto a través distintos eventos psíquicos, tendremos una figura de nosotros mismos, de lo que éramos. Si confrontamos esa figura de lo que éramos con lo que ahora somos, notaremos el cambio y nunca jamás volveremos querer ser lo fuimos. Todo esto es el resultado de la Memoria Trabajo. Dentro de nosotros mismos existen TINIEBLAS impenetrables, profundas, abismales. Y a medida que los Yoes estos se van desintegrando, la Conciencia, que es LUZ, se irá abriendo paso entre esas Tinieblas; pero las Tinieblas más profundas no la comprenden…
Recordemos aquella frase del Evangelio que dice: “La Luz vino a las Tinieblas pero las Tinieblas no la comprendieron”… Y la Luz se va abriendo paso entre las profundidades abismales de nuestro propio interior. Y al fin, la Luz vence a la Tinieblas. “La Luz es Conciencia; la Conciencia es Luz”. Mas las gentes esto no comprenden: La íntima relación existente entre LUZ Y CONCIENCIA, entre Conciencia y Luz…
Llegará un día en que dentro de nosotros habrá triunfado la Luz, y entonces estaremos ILUMINADOS. Las Tinieblas son Inconsciencia; la Luz es Conciencia Despierta. Cuando triunfe la Luz sobre las Tinieblas, brillaremos en el espacio infinito. Habremos llegado, de verdad, a convertirnos en Maestros del Samadhi, en verdaderos Maestros Iluminados, en verdaderos Maestros Resplandecientes… El estado en que nos encontramos ahora es de profundas Tinieblas. Somos míseros robots, como ya lo dije, programados, desgraciadamente.
Ha llegado la hora de entender estas cosas; hay que comenzar a OBSERVARNOS PSICOLÓ- GICAMENTE. Ante todo, debemos admitir que tenemos una Psicología Particular. La gente fácilmente acepta que tiene un cuerpo físico porque puede tocarlo; pero no aceptan, la mayoría, que tiene una Psicología Particular, porque no pueden verla. La Mente Sensual no puede ver la Psicología Íntima. Pero cuando alguien acepta que de verdad tiene una Psicología, empieza a observarse a sí mismo. Aquél que empieza a observarse, ya da una esperanza, ya de hecho se hace diferente ante los otros.
Alguien que se está observando, incuestionablemente, puede llegar a cambiar si así lo quiere. Pero mientras no comience a verse a sí mismo, continuará con la Conciencia Dormida, en profundas Tinieblas; y eso es lamentable… La vida práctica es maravillosa: Podemos observar nuestras actitudes, ¿cuáles son? Hay una íntima relación existente entre LAS ACTITUDES Y LOS EVENTOS. Un evento, por grave que sea, podría hacerse maravilloso si asumimos una buena actitud. Una circunstancia, por magnífica que sea, podría tornarse negativa y perjudicial, si asumiéramos una actitud equivocada.
La actitud que nosotros asumamos en cada instante es definitiva. ¿Cómo nos comportamos nosotros, por ejemplo, ante el empleado de una tienda, de un una tlapalería, de una mercería? ¿De qué manera? Tal vez nos disgustamos porque no nos trajo la mercancía exacta que le pedimos, porque es lerdo; porque no nos comprende le miramos con enojo, ¿verdad? Y hasta le regañamos. Quisiéramos cambiarle, cuando en verdad somos nosotros los que debemos cambiar, somos nosotros los insolentes. Posiblemente estamos engreídos; es por eso que miramos en esa forma al tendero o al empleado de una tienda.
¡EL ENGREIMIENTO tiene tantas fases; es EL PEOR ENEMIGO DE LA DISOLUCIÓN DEL EGO! Si uno se engríe de la virtud de la Castidad, de hecho, la pierde. Aquél que dice: “¡Yo soy casto, yo estoy trabajando en la Novena Esfera, soy gnóstico ciento por ciento!” Incuestionablemente, resulta en el fondo un perverso fornicario. Aquél que dice: “¡Yo ya llegué a la humildad, yo no tengo orgullo con nadie; yo con todo el mundo me manejo bien, aunque sea el más infeliz le tengo estimación, aprecio; en mi casa recibo a todas las personas”…
Bueno, ése que así se engríe de la Virtud de la Humildad, indubitablemente, se parece a ARISTIPO, el Filósofo aquél de Grecia, que poniéndose una túnica de tremendos agujeros (para demostrarle a todo el mundo su Humildad), agarró el palo de la Filosofía y se fue por las calles de Atenas; y llegando ante SÓCRATES, éste exclamó: “¡Oh Aristipo!, se ve tu vanidad a través de los agujeros de tu vestidura”… Cuentan de DIÓGENES LAERCIA que, penetrando en la casa de Sócrates, pisando fuertemente, dijo: ¡Pisando tu orgullo Sócrates, pisando tu orgullo! Entonces Sócrates respondió: ¡Sí, Diógenes, con tu orgullo pisas mi orgullo!
Así pues, no nos llenemos de engreimiento, porque ese defecto es el peor enemigo de la disolución de los agregados psíquicos. Existen VIRTUDES VERDADERAS y VIRTUDES FALSAS. Las Virtudes son como las piedras preciosas: Las hay verdaderas y otras falsas; una Virtud imitada es una Virtud Falsa. Por ejemplo, si uno se propone ser sereno, manso de corazón, no tener ira; si propone imitar la Virtud de la Mansedumbre, parecería como si de verdad tuviera la Virtud…
Yo he conocido casos de individuos, que decían: “¡Yo no tengo ira contra nada!”. Y cuando alguien les insultaba, bendecían y sonreían, pero al mirarles yo su sonrisa, podía ver que ésta terminaba en una mueca de dolor. Total: Ellos trataban de imitar una Virtud pero no la tenían; ellos imitaban la Virtud de la Mansedumbre, pero, realmente, no la poseían.
Para poder llegar a tener la Virtud de la Mansedumbre hay que eliminar los Yoes de la ira, que son legión. Y ése es un trabajo largo y duro. Para llegar a tener la Virtud de la Castidad, hay que eliminar los Yoes de la lujuria; y ése es un trabajo grave, más amargo que la hiel, que dura toda la vida; y aún varias vidas. Para llegar a tener la Virtud de la Tolerancia, tiene uno que eliminar el Yo de la intolerancia; y éste es un trabajo dispendioso, terrible.
Las Virtudes imitadas son piedras falsas, no son reales. Sólo las Virtudes verdaderas son piedras auténticas, legítimas, verdaderas… Así pues, hay que aniquilar los Yoes para queden en nosotros las Virtudes. Y cada Virtud hay que pelearla uno mucho para llegar a tenerla; es una gema preciosa que tenemos que sacar del fondo del Abismo con la punta de la Espada.
La Virtud no es cuestión de poses pietistas; la Virtud no es cuestión de fingidas mansedumbres, ni de puritanismos de mal gusto, no. Las Virtudes hay que conseguirlas a través de muchísimas luchas, peleando con el filo de la Espada contra las huestes tenebrosas que llevamos dentro. Virtud”, viene de una raíz que es “vir”, de “virilidad”, de lo “viril”. Sólo con virilidad, sólo a través de la lucha se pueden conseguir la gema esa preciosa, que corresponda a alguna Virtud. Vean ustedes que el trabajo que tenemos que realizar, es largo, duro, dispendioso…
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