El enigma de la existencia
Vamos hoy a estudiar todos esos temas inquietantes relacionados con nuestra propia existencia. ¿De dónde venimos? ¿Para dónde vamos? ¿Cuál es el objeto de la existencia? ¿Para qué vivimos? ¿Para qué estamos aquí? ¿Por qué estamos aquí? Éstas son preguntas realmente enigmáticas, que todos nosotros debemos resolver. Ante todo, si queremos saber algo sobre sí mismos, tenemos que empezar por AUTOEXPLORARNOS.
El cuerpo físico, es tan sólo la parte más densa de nosotros mismos. Está compuesto de órganos, y los órganos están formados por células, y las células por moléculas, y las moléculas por átomos; y si nosotros abrimos un átomo liberamos energía. Pero EL CUERPO FÍSICO NO ES TODO.
Ya don Emmanuel Kant, el filósofo de Königsberg, decía que existía un “NEXUS FORMATIVUS” para nuestro propio organismo. Yo creo que una casa sin cimientos se va al suelo; así también, creo firmemente que un organismo sin una base tiene que desintegrarse, tiene que acabarse. Para que exista un organismo tiene que haber una base y esa base no es otra cosa sino el CUERPO VITAL.
El Cuerpo Vital es el asiento de la vida orgánica. Muchos dirán: “¿Y dónde está ese Cuerpo Vital? ¿En qué se basará Samael para hablarnos del Cuerpo Vital?” Bueno, yo quiero decirles a ustedes que en Rusia ya existe un aparato de percepción óptica sumamente potente, con ese aparato se está estudiando, actualmente, el Cuerpo Vital. Lo están viendo y ya lo tienen fotografiado.
Así pues, no estoy hablándoles a ustedes de algo que no se pueda ver; en estos instantes los Rusos lo están sometiendo a distintos análisis. Estudian el Cuerpo Vital en relación con la mecánica orgánica, lo estudian independientemente del organismo; en todo caso ya está fotografiado. Lo han bautizado, sí, claro, le han puesto un nombre, lo llaman ahora “CUERPO BIOPLÁSTICO”. Los Indostanes hace mucho tiempo vienen hablando del Cuerpo Vital; ellos lo denominaron en todas las épocas con el nombre de “Linga Sharira”. Así que tienen base. Lo curioso es que los científicos Rusos creen que ellos son los primeros en haberlo descubierto. No hay tal, el Cuerpo Vital es conocido por los Sabios de todas las épocas, siempre ha sido analizado.
Tiene cuatro clases de Éteres: el primero es el ÉTER QUÍMICO, que está íntimamente relacionado con los procesos químicos del organismo; el segundo es el ÉTER DE VIDA, se encuentra relacionado, precisamente, con la cuestión de la reproducción animal; el tercero es el ÉTER LUMINOSO, mediante el cual es posible las percepciones, las calorías, etc.; y por último tenemos el ÉTER REFLECTOR, ése es el centro de la imaginación y de la voluntad. De manera que un Cuerpo Físico sin su Asiento Vital, es obvio que no existiría.
Pero, ¿qué es lo que hay más allá del Cuerpo Físico con su Asiento Vital? Más allá encontramos nosotros al EGO. ¿Y qué cosa es el Ego? Es una suma de distintos factores psicológicos, es UNA MULTIPLICIDAD, es un montón de gente. Esto significa que el Yo no es Yo, sino Yoes o “Yos”. El Yo existe en forma pluralizada. Cada uno de nuestros defectos psicológicos está personificado por algún fantasma, por algún Yo, y como quiera que tenemos muchos defectos, obviamente tenemos muchos Yoes. La ira es un Yo, la codicia es otro, la lujuria otro, la envidia otro, el orgullo otro, la pereza otro, la gula otro, y de ahí para allá, siguen millares de Yoes.
Cada Yo parece una verdadera persona: Tiene Centro Intelectual, tiene Centro Emocional, y tiene Centro Motor-Instintivo-Sexual. Así pues, dentro de una persona viven muchas personas y éstas son los “Yos”. Lo más digno que tenemos en nuestro interior es la ESENCIA anímica. Desgraciadamente, la Esencia anímica está embotellada entre todos esos Yoes, por eso se encuentra DORMIDA, inconsciente.
Esto significa que todos nosotros, los seres humanos, estamos dormidos, inconscientes. Sin embargo las gentes creen firmemente que están despiertas y no hay tal, no están despiertas. Me viene a la memoria, en estos instantes, un caso insólito: Hace alrededor de unos 22 años, poco más o menos, vivíamos en el Distrito Federal y teníamos nuestra casa situada en la Colonia Federal, precisamente. Un día de esos tantos, la Maestra Litelantes y yo, estábamos en una joyería mandando arreglar un reloj, cerca de un mercado que hay allá, que llaman el “Mercado Gómez”. De pronto, sucede algo que no aguardábamos: ¡Una explosión de dinamita!
Por ahí cerca había un depósito de dinamita clandestina y explotó uno de esos depósitos. La explosión fue terrible, al aire pareció oscurecerse el Sol, se vio en el espacio toda clase de cosas vueltas pedazos; y no hay duda de que hubieron muchísimos muertos. Entonces me dice ella: Pues, conviene que regresemos a casa. Le dije: Para regresar a casa, tenemos que llegar a la esquina; en la esquina debemos tomar un camión y eso nos conduciría; pero sucede que la esquina es peligrosa, porque va a haber otra explosión.
Dijo: No, Yo quiero regresar… Sería absurdo le dije. Aguardemos un poco… En esos instantes precisos sonaron los carros de los bomberos. Le dije a ella: De todos esos bomberos que acaban de llegar no va a salir uno vivo… Y dicho y hecho; Aquellos “humildes servidores”, pues, de la humanidad (porque así podemos llamar a los “tragahumos”, seres valerosos, que entregan su vida por los seres humanos), pues se metieron en el lugar peligrosísimo, donde estaban nada menos que los depósitos de dinamita…
A los pocos instantes viene una segunda explosión, todavía más terrible que la primera; llegó una corriente de aire fatal; las bardas de aquél mercado pareció que se venían abajo; todos los vendedores salieron huyendo y quedó el mercado vacío, los puestos ahí, ahí dejaron sus dineros, ahí dejaron todo, en ese momento no tuvieron tiempo ni para pensar en sus dineros; las mujeres con sus muchachitos fueron huyendo en medio de lágrimas, gritos y congojas…
Le dije pues: En vez de seguir para casa, ahora mejor nos vamos para el centro de la ciudad, vamos hacia el Zócalo. Realmente toda esa mañana pues las Cruces Rojas y Verdes transportando gentes, gentes heridas, transportando muertos por cantidades, etc.; eso fue terrible… Bueno, antes de la salida de nosotros hacia el Zócalo, pudimos ver no menos de 300 cadáveres, así desde de lejos, tirados en el suelo, en aquélla esquina donde nosotros deberíamos, teóricamente, tomar el camión que nos conduciría a casa.
Es obvio que si nosotros nos hubiésemos acercado a tal esquina (como ella pretendía), habríamos sido muertos, pues, todos los que en esa esquina se situaron murieron. Calculo que murieron alrededor de 300 curiosos que se acercaron a la zona de las explosiones. Los curiosos siempre son los “paganinis” en todas esas catástrofes. Por eso les aconsejo a ustedes que no sean curiosos, y se evitarán siempre esa clase de peligros.
Bueno, ¿qué tal, me digo yo, si no hubiéramos tenido la CONCIENCIA un poquito DESPIERTA? Obviamente habríamos perecido. Ahora, ¿cómo se explican ustedes que hombres tan valerosos como los bomberos se hubieran lanzado así sobre los depósitos de dinamita? ¿De qué sirve ser valeroso ahí? ¿Ustedes saben lo que es una explosión de dinamita? Pero, ¿por qué lo hicieron? Todos esos bomberos perecieron, solamente se encontró la bota de un sargento; se desintegraron atómicamente; no hubo a quien sepultar, y no se encontró sino la bota de un sargento.
No hay duda de que ESTABAN DORMIDOS, pues, no se pude explicar eso en otra forma. Si hubieran tenido la Conciencia despierta nunca se habrían metido ellos allí, en los depósitos de dinamita; eso no lo hacen sino la gente dormida. Claro, vienen las justificaciones: “No, el valor, demostraron su heroísmo”… Es decir, nosotros buscamos como lavar la cosa, justificarla como podamos, pero la realidad fue que ellos perecieron.
Ésa es la cruda realidad de los hechos, y perecieron por tener la Conciencia dormida. Otro día de esos tantos, andaba yo por ahí, por esas calles del Distrito Federal; de pronto llegué a una esquina. Estaba por ahí cuando vi a un trabajador de “Luz y Fuerza” que venía por la banqueta, y al llegar a esa esquina, con gran asombro veo que se desprende un pedazo, pues, de cornisa de un edificio viejo que había, y le cayó exactamente sobre la cabeza al pobre hombre.
Claro, cayó muerto ahí… Por el momento se vio que movía sus manos y sus pies, pero mi concepto fue que tuvo que haber muerto. Porque yo vi esa enorme piedra desprenderse y caerle exactamente sobre la cabeza. Sus compañeros lo metieron en un carro que… …y se lo llevaron…
Bueno, esto no tiene nada de raro: Que una piedra caiga sobre la cabeza de un hombre y que lo mate, pues, eso fue un accidente que en nada tiene que asombrarnos; un accidente, y realmente eso no es para asombrar a nadie. Lo asombroso no está en eso; lo asombroso está en el montón de gente que se acumuló en el lugar, que situaron exactamente debajo, así, a mirar para arriba, en el lugar donde se estaban desprendiendo los pedazos ahí, de piedra, eso sí fue lo que me causó asombro, no el accidente, porque a cualquiera le puede suceder; pero situarse debajo, así…
Eso no puede ser sino de dormidos. Yo les aseguro que un despierto no hace eso. Yo en ese momento estaba perplejo, no por el accidente sino por el estado de inconsciencia en que esta la gente. Eso no puede ser de gente despierta. Afortunadamente no cayó ningún pedazo más encima, si no hubiera matado un poco gente, ahí…
Veamos nosotros como, por ejemplo, la gente reacciona es ante a los impactos, ante lo que ya ha sucedido; pero nunca en la vida los veo a ustedes previendo las cosas, sino siempre después: Ya si les sucede algo, se afanan, corren a ver qué hacen, a ver cómo ponen remedio, cuando ya para qué, cuando ya sucedió la cosa. ¿Por qué les pasa eso? Porque están dormidos.
Muchas veces en el Cosmos infinito hay un CHOQUE DE MUNDOS (porque a veces chocan los mundos, con telescopio los han podido ver). Así como chocan nuestros carros, así los mundos del espacio a veces se dan sus “trancazos”. Son catástrofes, pero espantosas, calculen ustedes un choque de mundos cómo será de terrible… Y entonces esa fuerza viene aquí a nuestra Tierra, y…, ¿qué hacen los terrícolas? La reciben y de inmediato entran en actividad: Se declaran guerras, van a los campos de batalla, enarbolan lemas: “Que por la democracia, que por la paz, que por no sé qué, que por sí sé cuánto”…
Pero, ignoran qué fue lo que les mandó a la guerra: Nada más que la vibración que los tocó de un choque de mundos en el espacio; les tocó esa fuerza. Entonces son millones de seres humanos contra millones en los campos de batalla; están peleando, pero no saben por qué, están dormidos. Si estuvieran despiertos es obvio que no andarían en eso. De manera que la Conciencia humana está dormida. Que SE NECESITA DESPERTAR, claro está que se necesita, salir de ese estado de inconsciencia en que uno se encuentra.
Si ustedes tuvieran la Conciencia despierta podrían ver, oír, tocar los grandes Misterios de la Vida y de la Muerte, pero están dormidos… ¿En qué año naciste tú? – Estudiante. Está indiscreta la pregunta, ¿no?… Maestro. No, no te veo con el cabello blanco todavía, pues, de manera que no está indiscreta. Estudiante. 1952. Maestro. 1952, está bien, naciste en el 52. Yo en el 50 saqué la edición del “Matrimonio Perfecto”, primera edición, había escrito ese libro. ¿Qué hacías tú en 1950? ¿Dónde estabas?
Estudiante. … Maestro. Bueno, trata de resolver ese enigma aquí ante todo el auditorio. ¿En dónde te encontrabas en el 50? Yo saqué el libro “El matrimonio Perfecto”, primera edición en 1950, ¿qué hacías tú en ese año? ¿Dónde estabas? ¿Aparecías por ahí, por algún lugar? Estudiante. Bueno, no me acuerdo. Maestro. Ése es el estado, pues, de toda la humanidad. Yo le pregunto a ustedes: ¿Dónde estaban hace 100 años? ¿Alguno de ustedes lo podría decir?
Hay métodos matemáticos por medio de los cuales… …métodos matemáticos por medio de los cuales puede uno rastrear algo de su propia vida. Voy a mostrarles algo; es una curiosidad que se les voy a enseñar esta noche. Bueno, por ejemplo, vamos a ver aquí un hermano que me dé su fecha de nacimiento. ¿Tú recuerdas en qué año naciste? Estudiante. El 31 de Julio de 1918. Maestro. Naciste en 1918; bueno tú eres con relación a mí un joven, yo nací mucho antes; pero en todo caso te vamos a tener en cuenta.
1 y 9: 10; vean ustedes la suma que vamos a hacer, es muy simpática: 1 + 9 + 1 + 8, ¿qué cantidad nos da? Estudiante. 19. Maestro. 19, ¿cierto?, igual 19. Bueno, y 1 + 9 = 10; en última síntesis, 1 + 0 da 1, nos da el Arcano 1 del Tarot: Es hombre de iniciativa, hombre público, etc., etc., etc., y si eso hubiera sido en tu trabajo, para delante. Pero ahí no queda la cosa, sumamos la cantidad misma de 1918 así: Es decir, escribo el número 1918 debajo de esta cantidad y sumo: 1918 + 1 + 9 + 1 + 8 –––– 1937
8 y 1: 9, y 9: 18, y 1: 19, y 8: 27; van dos, y 1: 3; 9 es 9; y 1 es 1: 1937, tuvo un cambio importante en su vida, tuvo un acontecimiento importante en su vida, en 1937 se inició un cambio. Tienes que recordar ahora ese 1937. 1 + 9 + 3 + 7: 1 y 9 es 10, y 3: 13, y 7: 20, como quien dice, “Resurrección de los Muertos”: El inicio, el comienzo de algo nuevo en su vida; el inicio o comienzo, resurgimiento, en su vida comenzó algo nuevo, comenzó su existencia en forma nueva, es decir, resurgió como si hubiera levantado, como si hubiera iniciado y hubiera empezado en forma diferente; Esto fue en el 37.
Pero podemos seguirle y le sumamos así: 1937 + 1 + 9 + 3 + 7–––– 1957 7 y 1: 8, y 9: 17, y 3 : 20, y 7 : 27; van 2, y 3 son 5; 9 es 9; 1 es 1: 1957. En 1957 hay otro aspecto nuevo de su vida, en el 57. 1 y 9: 10, y 5: 15, y 7: 22; 2 + 2 son 4: Puso fundamentos ya… …en 1957. Ahora lo importante es que tú hagas memoria de eso, de esos aspectos, porque se necesita tener muy buena memoria para recordar, con exactitud, qué se hizo en ese año: 1957. Estoy enseñándoles este procedimiento a ustedes (matemático), por medio del cual ustedes pueden saber mucho de sus vidas y de su vida en el presente. 1957 podemos ponerlo así, y luego lo sumamos así: 1957 + 1 + 9 + 5 + 7–––– 1979
En este caso tendríamos lo siguiente: 7 y 1: 8, y 9 : 17, y 5 : 22, y 7 : 29; van dos, y 5 : 7; 9 es 9; y 1 es 1: 1979 tiene otro aspecto importantísimo para tu vida; en el 79. 1 + 9 + 7 + 9: 1 y 9: 10, y 7 : 17, y 9: 26; 2 y 6: 8. 8 es el número de Job: Pruebas y dolores para 1979. Pruebas y dolores: El Arcano 8 del Tarot. Uno puede rastrear su vida en esa forma. Y ya ustedes vieron cómo… …pudo rastrear su vida; es lo más que puede hacer: Rastrear su vida por medio de las matemáticas hacia el futuro; es claro. De manera que, entonces, LA VIDA de nosotros SE DESENVUELVE MATEMÁTICAMENTE.
Bien, en todo caso, quiero decirles lo siguiente: “La MUERTE misma no es más que una resta de quebrados”; y eso es todo. Por ejemplo, si hacemos una resta de quebrados ¿Qué queda ahí? A ver… Estudiante. Los Valores… Maestro. Los Valores… ¿Cuál sería el resultado? Estudiante. Menos 1/4… Maestro. Claro, menos 1/4, entonces queda, ¿qué? Los Valores, ¿Verdad? Los VALORES representan, en realidad de verdad, al ser humano; el Yo no es más que una suma de Valores, y eso es todo. Es decir, dentro de nosotros hay una suma de Valores; nosotros somos PUNTOS MATEMÁTICOS en el espacio, que accedemos a servir de vehículo a determinadas sumas de Valores.
¿Cuál son esos Valores?: Pues todos los elementos psicológicos que llevamos dentro, los Yoes de que estoy hablando; ésos son los Valores. Llevamos YOES BUENOS también, y llevamos YOES MALOS; y llevamos Yoes útiles y llevamos Yoes inútiles. “La muerte es una resta de quebrados, terminada la operación matemática, lo único que continúa son los Valores”. Nosotros somos Puntos Matemáticos en el espacio, que accedemos a servir de vehículo a determinadas sumas de Valores; eso es obvio.
Esos Valores continúan después de la muerte, se los traga la Eternidad. En la Eternidad, esos Valores se atraen y se repelen de acuerdo con la LEY DE LA IMANTACIÓN UNIVERSAL. Pero esos Valores, más tarde, son expulsados por la Eternidad, ella los vomita, y entonces retornan, regresan; desarrollan nuevas células con sus percepciones y sensaciones; vuelven al mundo, y se convierten en el “señor tal y tal”, o en la “señora o señorita doña fulana de tal”. Ésa es la cruda realidad sobre la LEY DEL ETERNO RETORNO de todas las cosas. Es una Ley Universal.
Regresan los astros al punto de partida original después de muchos miles de años; regresan los átomos dentro de la molécula a su punto de partida original; así, nosotros, también regresamos; el que se muere, regresa, pueden estar ustedes seguros de que regresa. Por eso, por ahí, en los cánticos de Salomón, o en los Salmos de Salomón dice: “Te recogeré en tu cuerpo”…, todos regresamos…
LA VIDA ES COMO UNA PELÍCULA, y no es más que una película. La muerte es el regreso al punto de partida original y el fin de la película. Cuando uno ha llegado al final, enrolla su película y se va, como se dice, “con su música a otra parte”; se lo traga la Eternidad. Pero cuando uno regresa, cuando retorna, cuando se reincorpora, obviamente, proyecta su película otra vez, tal como es; no puede proyectar otra película, sino la de él, tal como es; y la proyecta sobre la pantalla de la existencia.
Eso significa que todo vuelve a repetirse tal como sucedió: Si en la pasada existencia tuvimos un drama de cantina, o una tragedia de cantina, nos peleamos con otra persona a la edad de 25 años, en la nueva existencia, a la misma edad de los 25 años nos encontramos… …un Ego peleador… Si ustedes, por ejemplo, están escuchándome… …digo que aquí mismo, en Torreón; no será aquí en esta casa, no; pero en algún lugar de aquí, de esta ciudad, nos vimos; yo les hablé y ustedes me escucharon, y ahora hemos vuelto a reencontrarnos. Esa la Ley llamada “RECURRENCIA”: Si uno retorna, luego vuelve a repetir todo, tal como sucedió.
De manera que hay dos Leyes: La Ley del Eterno Retorno de todas las cosas y la Ley de Recurrencia, en que todo vuelve a ocurrir tal como sucedió. Así pues, todos regresamos. ¿Hay alguna persona que recuerde sus vidas anteriores? ¿Ustedes creen que la hay? En nombre de la Verdad, yo las recuerdo. Si yo no recordara mis vidas anteriores, francamente, no me atrevería a hablarles a ustedes de la Ley del Eterno Retorno aquí, en este salón.
Ahora, observen que no les estoy cobrando un centavo; porque cualquiera podría mentir por dinero, pero yo no les estoy exigiendo a ustedes ni cinco centavos por su asistencia, entonces, ¿con qué objeto podría mentir? Obviamente, que no habría base como para mentir. Si yo les digo que recuerdo mis vidas pasadas, lo hago sinceramente. ¿Con qué objeto lo hago? Para dar un testimonio, sencillamente, de la Doctrina; eso es obvio.
Si me preguntaran “¿cómo se llamó y en dónde vivió?”, y toda esa… …cuestión… …más que me llamé DANIEL CORONADO, que me alisté a la Revolución, que fui uno de los “30 Dorados” de Pancho Villa, ¿por qué lo voy a negar? ¡Pues, es verdad! En aquella época enseñé esta Doctrina a mucha gente, en una forma un poquito más burda, pero la enseñé; de forma más rudimentaria, pero la enseñé; y ahora la estoy enseñando otra vez; eso no es un delito. Si se preguntan cómo fue la existencia, ¿cómo no? Me acuerdo totalmente de todos los detalles; una larguísima vida, que me pongo a narrárselas a ustedes y nos echamos toda la noche, hablando de… …Ustedes saben que uno en la vida pasa por muchas peripecias, por muchas aventuras, de manera que narrar una vida es larguísimo.
En todo caso, sí, estuve con Villa, con la “División del Norte”, eso es lo más importante. Y dejé al cuerpo a voluntad; y entré en este cuerpo a voluntad. ¿Por qué? Porque estoy despierto y puedo hacerlo. Les narraré el final y el principio de esta existencia nada más, porque se haría muy largo narrarles toda una vida. Además, ustedes no vinieron aquí a oír vidas ajenas. En todo caso, quiero decirles que sí, en los últimos instantes en el lecho de muerte, llega un doctor al lugar (claro está), donde vivía: Una casucha inmunda (era en el Distrito Federal). Llega y me toma el doctor el pulso, se sienta en una silla (la única que existía en aquél cuartucho horrible), mueve la cabeza diciendo: “Este caso está perdido”…
Se retira porque no hay más qué hacer; tenía una peritonitis aguda, y no habían remedios tan eficaces como ahora para poder combatir una peritonitis aguda, ya en último instante… Entonces, retirado el doctor, la pobre mujer que me acompaña lanza unos gritos de dolor; implora a San Pedro y San Pablo, y a todos los Santos, pero de nada valió, porque era mi hora de desencarnar. Alguien me agarra, pues, por la cintura. Me vuelvo a ver…, es el ÁNGEL DE LA MUERTE; corta con su hoz el Cordón Plateado, y he ahí que quedo sin cuerpo, desencarnado en el Mundo Astral. Final de una vida larga y dura…
Principio de la presente: Uno de los grandes Maestros de la Ley del Karma (esos Maestros que rigen el destino de los hombres, y que viven en los Mundos Superiores), se acerca y me dice: Maestro Samael Aun Weor, ya todo está listo, sígame. Respondo: Está bien, Venerable Maestro, le seguiré. El Adepto aquél se dirige a determinada casa y yo voy tras él. Penetra en una casa antigua con un zaguán ancho y empedrado; atraviesa un patio, llega una pequeña sala, y por último, se adentra en una recámara.
Escucho allí gritos de dolor de una mujer que sufre dolores de parto; me observo a mí mismo y veo que un hilo muy sutil me conecta a esa criatura que está por nacer (es el Cordón de Plata del cual se ocupara tanto Don Martes Lobsang Rampa. En Oriente a ese cordón se le denomina el “Antahkarana”, y se dice que tiene siete aspectos diferentes)…
En el instante en que la criatura nace, en momentos en que hace la primera inhalación, me sucede lo que le sucede a un hombre que está dormido y otro llega y lo toca, y despierta instantáneamente. Claro, en momentos en que aquella criatura hace la primera inhalación, me siento jalado instantáneamente, atraído hacia el interior de aquél cuerpo, en aquel pequeño cuerpo de niño recién nacido, con tan gran sorpresa que no pude menos que lanzar algunos alaridos y algunos llantos.
Me arreglan el cordón umbilical, me acuestan junto a mí madre terrenal; veo un gigante que se me acerca, mira y me sonríe. Claro tenía un pequeño cuerpo y aquél gigante, pues, era mi padre, pero yo lo veía gigantesco (yo chiquitito, lo veía a él muy gigante); sonreía el gigante aquél dulcemente; me parecía simpático el gigante, no me molestaba en lo más mínimo. Así, consciente, quedo dentro del cuerpo; va creciendo ese cuerpo poco a poco, a los once meses digo: “Bueno ya es hora de entrar a caminar un poquito”, me coloco las manos así, doy algunos pasos con la intención de sostenerme ya, por primera vez, con el nuevo cuerpo y lo logro… Sigo creciendo, pero a Conciencia, sin olvidar mi pasada existencia, sin olvidar a mis familiares, a mis amigos, sin olvidar a nadie.
Únicamente, aguardo el momento en que el cuerpo me sirva ya para poderme ir de esa casa, de esas personas que me facilitaron el cuerpo. Hago el primer ensayo a los ocho años, pero noto que no, que todavía no estaba lo suficiente maduro para poderme bastar a mí mismo; me toca que regresar a casa porque no queda más remedio…
Un poquito más tarde, cuando ya puede comprender que me podía bastar a mí mismo, vea, “me pelé”; “adiós”, les dije, “good bye”, y en fin, aquí estoy con ustedes. Total que no perdí la Conciencia jamás, no; porque ya en existencias muy antiguas me había preocupado por el despertar de la Conciencia, ya había trabajado en ese sentido; y eso me valió para poder decir dónde estaba antes de nacer, y también para saber a dónde me voy después de la muerte. Pero si Yo no hubiera trabajado sobre mí mismo, si no hubiera conseguido el despertar estaría completamente inconsciente, como toda la gente.
Así que para poder uno saber de dónde viene, a dónde se va y cómo se llama, y todo esto, pues, no le queda más remedio que DESPERTAR LA CONCIENCIA. Me estoy acordando, en este momento, de aquél escritor que había, que se llamaba “Vargas Vila”. Llegó a Palmas y por ahí un periodista se le acercó y le dijo: Su señoría, ¿de dónde viene y para dónde va? ¿Cómo se llama y cómo está? Entonces Vargas Vila que era tremendo en el campo del intelecto responde: De Oriente vengo y para el Sur me voy, Vargas me llamo y estoy muy bien.
Bueno, es una anécdota simpática sobre el escritor ése llamado “Vargas Vila”… En todo caso, sí quiero decirles a ustedes que es posible despertar la Conciencia; voy a decirles como: Pues, DESINTEGRANDO NUESTROS PROPIOS DEFECTOS de tipo psicológico. Pero, ¿cómo hace uno para desintegrarlos? Pues, tiene ante todo que DESCUBRIRLOS; porque nosotros tenemos defectos que ignoramos, tiene uno que descubrirlos para poderlos trabajar. Y, ¿dónde los va a descubrir uno? Pues, en relación con las gentes, en la calle, en la plaza pública, en el mercado, en el campo, en la oficina.
Es claro que si uno está alerta y vigilante como el vigía en época de guerra, uno descubre sus defectos, porque los defectos escondidos afloran espontáneamente, naturalmente, cuando uno menos lo piensa. Si está alerta los ve. Defecto descubierto debe ser trabajado, es decir, debe ser ESTUDIADO, ANALIZADO, COMPRENDIDO profundamente en todos los Niveles de la Mente. Cuando uno ha comprendido que tiene, por ejemplo, el defecto de la ira, pues, entonces, ¿qué hacer? No le queda más remedio que CONCENTRARSE EN SU DIVINA MADRE KUNDALINI; SUPLICARLE, PEDIRLE QUE ELIMINE, que desintegre ESE DEFECTO, y ella lo desintegrará.
Y la Conciencia dentro del mismo embutida quedará liberada. Y si uno desintegra todos los defectos, la Conciencia queda toda despierta. Y estando uno perfectamente despierto puede recordar sus vidas anteriores, puede penetrar en los Misterios, ver lo que existió hace un millón de años, etc. Pero dormido no puede.¿Y quién es la Divina Madre Kundalini. Le digo a ustedes con franqueza: Es una variante de nuestro propio Ser, pero derivado; es una parte de nosotros mismos, dijéramos, algo que tenemos allá adentro todos, todos, todos.
Si nos concentramos en esa parte, que es la Madre Divina Kundalini (también se le puede decir “Stella Maris” o la “Virgen del Mar”), ella desintegrará, quebrantará los Yoes esos que personifican a nuestros defectos. Lo interesante es trabajar diariamente hasta conseguir que no quede ni uno, ni un solo defecto. Si lo logra, quedará despierto. El que QUEDA DESPIERTO puede cambiar de cuerpo a voluntad.
Yo, por ejemplo, puedo dejar este cuerpo y meterme en otro cuerpo a voluntad. ¿Por qué? Porque, sencillamente, mi Conciencia despertó. Trabajé muy duro en antiguas Eternidades para poder conseguir el despertar de la Conciencia; y ésa es una ventaja enorme: Despertar Conciencia, andar uno despierto; saber de dónde viene, saber para donde va; qué es lo que existe antes del nacimiento, que es lo que existe más allá de la muerte.
¿Y cómo queda uno cuando despierta? Es un poco duro lo que yo les voy a decir, ¡prepárense, es una bomba atómica!: Cuando uno despierta de verdad, se da cuenta de que sus semejantes, que antes uno los consideraba “personas normales”, se da cuenta de que no son normales, de que son A-NOR-MA-LES. Pero eso es si uno despierta. Cuando uno está dormido uno cree que uno es “normal” y todos los que nos rodean son “normales”, correcto. Pero cuando uno despierta, con dolor se da cuenta de que uno está metido en un manicomio, de que todos están “relocos”. Pero mientras uno está también loco, se cree “sano”; es lo curioso del caso.
Pero vean ustedes algo muy interesante: En la “Casa de Orates” (que así llaman a la casa esa de los locos, ¿no?), sucede que todos esos enfermitos que están, se creen “cuerdos”, creen que están “cuerdos”. Cuando un loco acepta que está loco es señal inequívoca de que ya se está sanando. Normalmente, él piensa que está sano. Entonces los doctores cuando ven a un loco que ya se da cuenta que está loco, que está enfermo, entonces los doctores ya comienzan a mirar con agrado que ese sujeto, que ese paciente está ya pronto listo para salir del sanatorio.
Y cuando ya definitivamente dice: “Sí, verdad, ¿no?, estoy enfermo; estuve muy enfermo, ¿verdad? Yo estuve loco”…, entonces los doctores le hacen sus exámenes psiquiátricos a ver qué tal acaba, que mejoría ha obtenido. Y cuando ya, realmente, aceptan que totalmente estuvo de remate y demás, y contesta a las preguntas con cordura, pues, lo echan para la casa. Ya no hay más que hacer. Pues bien, algo similar sucede con un individuo cuando quiere despertar: Sucede que cuando alguien acepta que está dormido y que tiene una psiquis anormal, es señal segura de que está para despertar, eso es segurísimo, está para despertar.
Pero mientras alguien diga: “No, yo estoy despierto y soy una persona cuerda”, pues, pobrecito, está enfermo; ésta es la cruda realidad de los hechos. Pero luego, como les digo: Solamente se viene a dar cuenta cuando ya despertó. Ahora les voy explicar algunos fenómenos: Pensando yo aquí, en voz alta, conmigo mismo, me vengo a dar cuenta de algunos fenómenos, dijéramos, interestelares, que suceden constantemente.
Muchas veces se llevan los EXTRATERRESTRES a algún Terrícola, y se lo llevan con el propósito de estudiarlo en el laboratorio de sus Naves.
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