El recuerdo de sí
No se olviden jamás de Sí Mismos. Cuando digo no olvidarme de Mí Mismo, esto tiene que ser debidamente comprendido. Un deportista, un atleta, parecería como si no se olvidara de Sí Mismo y sin embargo está completamente olvidado de Sí Mismo.
Un anacoreta, un ermitaño viviendo en una caverna solitaria, pasando por grandes ayunos, con su cuerpo lleno de cenizas, cilicios, mortificado por las penurias, flaco y hambriento, entregado por completo a sus cuestiones esotéricas, parecería en realidad de verdad, como si no se olvidase jamás de Sí Mismo; más en verdad, está totalmente olvidado de Sí Mismo. ¿Por qué? Porque ha olvidado su cuerpo físico, porque no lo mantiene como debe ser.
El cuerpo es un instrumento útil que se nos ha dado para la Auto Realización Intima del Ser. Si lo abandonamos, quiere decir que nos hemos olvidado de Sí Mismos pues el cuerpo tiene un objetivo, sería designado por la Ley. Sirve para la consumación del Karma, pero sirve también para la Auto-Realización Intima del Ser, es un laboratorio maravilloso que debe ser cuidado.
Vean ustedes pues los dos extremos, el del atleta que parecería como si nunca se hubiera olvidado de Sí Mismo, y el del anacoreta o penitente que vive en una caverna muriéndose de hambre, que parecería también como un sujeto que jamás se olvidara de Sí Mismo. Pero ambos extremos resultan absurdos, tanto uno como el otro se ha olvidado de Sí Mismos, tanto uno como otro, han violado la Ley de la Balanza, tanto uno como otro, están en perfecto desequilibrio.
¿Cuál sería el correcto modo de proceder para no olvidarse jamás de Sí Mismo? En realidad solamente mediante la perfecta relación de Conciencia, cuerpo y ambiente externo, se logra ese sabor maravilloso del Espíritu, esa conducta auténtica del que jamás se olvida de Sí Mismo. La Consciencia, el cuerpo y el ambiente exterior debidamente equilibrados permiten en realidad de verdad mantener cierta relación maravillosa que indica con precisión exacta a aquel que jamás se olvida de Sí Mismo.
La Consciencia debe expresarse a través de los órganos del cuerpo, a través de la máquina orgánica. La Conciencia tiene que estar alerta, vigilante como el vigía en época de guerra.
Es por medio de la maquina como nos relacionamos con el ambiente en que nos movemos. Así pues, Consciencia, cuerpo y medio ambiente en perfecto equilibrio son necesarios si es que no queremos olvidarnos de Sí Mismos jamás. Si la Conciencia no se relaciona inteligentemente con el cuerpo, vienen las enfermedades. Si no se relaciona con el medio ambiente, vienen los conflictos.
Así pues, Conciencia, cuerpo y medio ambiente son vitales, cardinales, definitivos, en aquel que no se olvida de Sí Mismo. Quienes se olvidan de Sí Mismos marchan por el camino del error. Cuando nos olvidamos de Si Mismos frente a una copa de vino, terminamos borrachos. Cuando nos olvidamos de Sí Mismos frente a una persona de sexo opuesto, terminamos fornicando. Cuando nos olvidamos de Sí Mismos frente a un insultador, terminamos insultando.
Así que en realidad de verdad, nadie podría llegar al despertar de la Conciencia si se olvidara de Sí Mismo. ¿Cómo procedemos en la vida diaria? Si miramos a las gentes en la calle, o en su trabajo, o en su casa, podemos evidenciar el hecho concreto de que se olvidan de Sí Mismos.
Obviamente aquel que se olvide de Sí Mismo no podrá auto-descubrirse y continuará con la Conciencia dormida. Indubitablemente necesitamos auto-descubrirnos y esto solamente es posible con la inter-relación, es decir, con la convivencia. En relación con otras personas, los defectos que llevamos escondidos afloran espontáneamente y si estamos alertas y vigilantes como el vigía en época de guerra, entonces los vemos.
Defecto descubierto, debe ser sometido a estudio a través de la auto-reflexión evidente del Ser. Defecto descubierto debe ser sometido a la Meditación. Sólo por ese camino profundo del discernimiento podremos hacernos conscientes de cualquier defecto de tipo psicológico.
Indudablemente todo defecto está representado por un agregado psíquico. Estos agregados sólo pueden ser vistos con el sentido de la auto-observación psicológica. Incuestionablemente tal sentido se halla latente en todos los seres humanos; sin embargo diremos, que órgano que no se usa se atrofia, órgano que se use se desarrolla. A medida que vayamos usando el sentido de la auto-observación psicológica, éste se irá desarrollando.
Incuestionablemente el desarrollo de tal sentido nos permitirá ver a nuestros propios agregados psíquicos.
Resulta interesante ser testigo de nosotros mismos, ver como tales agregados se van pulverizando en una forma didáctica y dialéctica. Es obvio que para conseguir la desintegración de tal o cual agregado, se necesita inevitablemente apelar a un poder que sea superior a la mente. Este poder existe y está latente en cada uno de nos; los indostanes le denominan la Serpiente Ignea de nuestros mágicos poderes. Es Kundalini, es la Madre Cósmica, es Mará, es Tonantzin, Isis, Diana, Selene, etc.
Incuestionablemente es un poder que se encuentra en estado latente en toda materia orgánica e inorgánica; es una parte de nuestro propio Ser, pero derivado. Nosotros podremos ser auxiliados por Mará, por nuestra Madre Cósmica, durante la meditación interior profunda, entonces Ella podrá desintegrar cualquier agregado previamente comprendido en todos los niveles de la mente.
Así es que en verdad, conviene que reflexionemos profundamente en todo esto. Conviene que nosotros comprendamos profundamente la cruda realidad de estas cuestiones. Mará, María, Isis, Adonía, Insoberta, Rea, Cibeles, nos prestará su ayuda. Nosotros en realidad de verdad, necesitamos ser ayudados. La Conciencia normalmente está enfrascada entre los agregados psíquicos; cada agregado parece una botella dentro del cual la Conciencia está embotellada, sí rompemos la botella, la Consciencia quedará liberada.
Necesitamos despertar la Conciencia para poder tener acceso a la Verdad. Necesitamos despertar la Conciencia para lograr el Shamadi constante. Necesitamos libertar la Conciencia para experimentar eso que no es del tiempo, eso que está más allá del cuerpo, de los afectos y de la mente.
Así pues hermanos, quiero que comprendan ustedes la necesidad de estar alertas y vigilantes como el vigía en época de guerra. Este estado de alerta no se consigue a través de los extremos, sino en el medio, en el centro. Ya dije que un atleta no está atento, no está alerta, se ha olvidado de Sí Mismo. Dije también que un anacoreta metido en una caverna solitaria con el cuerpo hambriento, miserable, tampoco está verdaderamente alerta, se ha olvidado también de Sí Mismo.
El camino está en el centro. Se trata de saber relacionar el estado de alerta, Conciencia alerta, con cuerpo sano y un medio ambiente; sólo así no nos olvidaremos de Sí Mismos.
El camino es interior, profundo. Ante todo debemos saber nosotros que el máximum-poder de la Madre Cósmica es Fuego, Ella en sí misma es Fuego, Stella Maris, la Virgen del Mar, es el Fohat, es el Fuego. Mediante el Fuego podemos destruir los agregados psíquicos.
Incuestionablemente la Cobra Sagrada de los Grandes Misterios tiene su máximo poder en la Forja de los Cíclopes. No hay duda de que la electricidad sexual trascendente refuerza el poder de la Kundalini Shakti. Por eso es que aquellos que siguen la Senda del Matrimonio Perfecto, deben invocar a la Cobra Sagrada precisamente en la Fragua Encendida de Vulcano y serán asistidos.
Por medio del Fuego podemos quemar, desintegrar, los agregados psíquicos El Fuego en sí mismo es profundamente divino; se le denomina Fohat. Existe una tremenda diferencia entre el fuego que sirve para cocinar los alimentos y el fuego que se pone en el altar; el fuego con el que se vela a los difuntos y el fuego luciférico. El Fuego del Kundalini es un Fuego muy especial, es el Fuego Vulcaniano que puede transformarnos radicalmente.
Hay que desarrollarlo en nuestra naturaleza. En verdad hermanos, digo, que uno es el fuego que arde aquí en toda la manifestación del mundo tridimensional de Euclides y otro es el Fuego del fuego, la Llama de la llama, la Signatura Astral del Fuego. Incuestionablemente hay o existen muchos fuegos; pero aquel con el que se destruye a los agregados psíquicos es Vulcaniano y esto resulta ahora sorprendentemente. La salvación de nosotros está en el Fuego.
Los libros sagrados han sido escritos entre el crepitar del fuego. El Apocalipsis que es el Libro de los libros con el que se guían los alquimistas, está escrito con carbones encendidos; el chisporrotear del fuego se encuentra en cada versículo apocalíptico. Los Cuatro Evangelios están escritos con fuego. El Antiguo Testamento también ha sido escrito con fuego, en el crepitar incesante de las llamas.
Debemos volvernos comprensivos, nuestro Evangelio es Igneo, chisporrotea en toda el aura del universo y nos transforma radicalmente. Pero necesitamos estar alertas y vigilantes como el vigía en época de guerra; necesitamos no olvidarnos de Sí Mismos jamás, sólo así marcharemos por el camino que nos lleva a la liberación final.
Fohat en el mundo físico tiene múltiples usos, más en los mundos superiores Fohat es diferente. Uno se acuerda de Apolo, Dios Solar que es una Llama. Uno se acuerda de las Llamas que iniciaron la Aurora del Mahanvantara. Todos aquellos dioses santos de la antigua mitología griega son Llamas.
Todos aquellos dioses inefables de los panteones nawas, egipcios, hindúes, chinos, druidas, hiperboreos, etc., son Llamas vivientes. Por eso San Pablo asegura en forma enfática que los ángeles son ministros del Fuego y que Dios es un Fuego devorador. Moisés, sabio cual ninguno, nos habla de Aelohim, también cita a Elohim. No olvidemos que existen dos Unos. El Inmanifestado, que jamás podríamos burilar, simbolizar, pintar, etc., porque es incognoscible y está más allá del Fuego.
En alguna ocasión, cuando se preguntó a un gran dios elemental del Fuego, ¿qué habría más allá del Fuego? Respondió: “eso es cosa que nosotros no sabemos”. Es que la Seidad Incognoscible está aún más allá del Fuego, es Aelohim, el Eterno Padre Cósmico Común, Eso. A El de ninguna manera sería posible alegorizar, pero de ese Gran Uno, surge Elohim, las Huestes de la Palabra, del Verbo. Incuestionablemente cada uno de estos Elohim de la Gran Hueste, es una Llama viviente que surge de entre las entrañas de lo Incognoscible.
Quiero que ustedes entiendan que el Fuego es el Verbo manifestado, que ha surgido de las entrañas de lo Incognoscible. Quiero que ustedes sepan que el Fuego es la Palabra, es el Verbo. Con justa razón Juan inicia su evangelio diciendo: “En el principio era el Verbo y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios, por El todas las cosas fueron hechas y sin Él, nada de lo que es hecho hubiera sido hecho. Y la luz vino a las tinieblas, pero las tinieblas no la comprendieron”.
Todo el Ejército de la Voz, el Logos, el Demiurgo Arquitecto del Universo, es Fuego; de esto resulta como corolario o secuencia lógica lo siguiente: el Fuego tiene poder para manejar las fuerzas cósmicas del universo. El Fuego tiene poder para crear y para destruir. El Fuego tiene poder para hacer. El Fuego puede organizar la materia caótica, puede integrarla y puede también desintegrarla.
El Fuego da siempre el primer impulso a las fuerzas atómicas que están contenidas en el Caos, con el propósito de crear mundos. El Fuego da el primer impulso que después se convierte en Ley. El Fuego tiene poder para crear y volver nuevamente a crear. El Fuego es inteligente, puede hacer nuevos átomos, lo que jamás pensó Demócrito, puede desintegrar los átomos existentes. El Fuego es inteligente y puede crear organismos vivos, transformarlos, sutilizarlos, cristalizarlos. El Fuego es inteligente y puede iniciar siempre la Aurora del Mahamvantara
Este universo, como todos los universos que existe, no se extinguirá, no se irá acabando en la forma como las gentes lo creen, sino que antes bien, un día de estos tantos dormirá entre el Caos. Todas sus partes desintegradas se sumergirán en los centros Laya. Su vida no se extinguirá, únicamente se desintegrará y en cada una de sus partes la vida quedará latente con posibilidades de resurgir más tarde.
No hay duda de que un día, éste Universo después de haber desaparecido, resurgirá con más esplendor que antes, más fuerte que antes, más poderoso que antes. ¿Quién es el que realiza ésta maravilla? ¿Quién es el capaz de hacer todas las cosas siempre nuevas? Fohat, el Fuego, el Ejército de la Palabra, las Igneas Llamas de la Aurora de la Creación.
Comprendiendo esto mis queridos hermanos, debemos venerar el Fuego. Los parsis le rendían culto y se lo siguen rindiendo. En las distintas sectas cristianas existe la lámpara ardiendo con el fuego sagrado.
Quiero que ustedes sepan en forma clara que Vishnú, Vish, etimológicamente, que significa penetrar, el autor de todo lo que es, ha sido y será, Vishnú, el Christus Cósmico, es el Logos, el Verbo, el Fuego Sagrado que crepita entre el espacio infinito, tiene poder para penetrar –omo lo indica etimológicamente la sílaba Vish, de Vishnú, Él puede penetrar en todas partes. Él tiene poder para entrar en nosotros mismos y crepitar en nuestra naturaleza orgánica convertido en Devi Kundalini Shakti, la Serpiente Ígnea de nuestros mágicos poderes.
Vishnú, el Logos, el Christus, debe siempre dar tres pasos dentro de las siete regiones del universo, así nos lo han dicho los sabios orientales. El primer paso sería dado en el mundo del Espíritu, el segundo en nuestra propia Alma y el tercero en nuestro cuerpo. Y a la inversa, nosotros trabajando en el Laboratorium Oratorium del Tercer Logos, daremos el primer paso; el segundo paso lo daremos, el segundo paso que el Cristo debe dar en nosotros será en el mundo anímico y el tercero en el mundo espiritual. Estos tres pasos del Christus en nosotros a través de las siete esferas es fundamental para lograr la liberación final.
El Fuego mismo que habrá de pulverizar completamente a los agregados psíquicos, una vez cumplida su labor, se establecerá totalmente en el Alma. El tercer paso será en el Espíritu. Cristo ha de dar vida a nuestro cuerpo, ha de desarrollarse en nuestro organismo como Fuego viviente y filosofal, ha de arder en nuestra Conciencia, es decir en nuestra Alma y ha de resplandecer en nuestro Espíritu. He ahí los tres pasos del Demiurgo Arquitecto, es decir, del Fuego. Ignis Natura Renovatur Integram.
El Fuego renueva incesantemente la Naturaleza. Hay que renovar el cuerpo por medio del Fuego; hay que llevar el Fuego a nuestra Alma y hay que llevarlo a nuestro Espíritu. El Fuego descendiendo resplandece en nuestro Espíritu, se hace fecundo en nuestra Alma y transforma nuestro cuerpo. Así son los tres pasos del Christus en las siete regiones de este universo.
El Christus nos guía, es el Sol de la Media Noche que a los místicos indica el Camino. El brilla en el oriente cuando algo nuevo ha de surgir en nosotros. El brilla en el cenit cuando estamos en “plenum”, el ocaso, cuando muere el Ego. El místico de la media noche en estado de meditación profunda, debe aprender a conocer todo el simbolismo del Señor. El Sol de la Media Noche debe guiarnos –es la Lumbre, la Llama–, que debe conducirnos por la Senda del Filo de la Navaja hacia la liberación final.El Cristo Intimo es Fuego.
Existe el fuego en el estado pétreo; existe el fuego en el estado acuoso; existe el fuego en el estado vaporoso y existe el fuego como llama ardiente y sin límite. El Ejército de los Elohim, que es el Ejército del Fuego, da tres pasos para descender aquí hasta el mundo de la forma, tres pasos debe dar para conseguir la plena manifestación en éste mundo físico.
Los dioses antiguos, los dioses solares, esas llamas ardientes de los antiguos tiempos, ante los cuales se inclinaban reverentes los Adeptos de Egipto, India, Persia, Gran Tartaria, Lemuria, Atlántida, etc., etc., etc., salieron de las entrañas del Incognoscible. Y dieron tres pasos a través de las siete regiones y desgraciadamente muchos de ellos cayeron. Los dioses solares de antiguamente, ahora se han convertido en criaturas vulgares, lunares y sólo se les recuerda en el mundo de los arquetipos universales, en la forma de simbólicas esculturas de piedra viva.
Los dioses de la antigüedad murieron. Se nos ha dicho que en la futura sexta raza resucitarán, tendrán que hacer arder el Fuego en su cuerpo, en su Alma y en su Espíritu para convertirse nuevamente en Elohim. Posteriormente en la noche profunda del Maha-Pralaya, cuando termine éste universo, se sumergirán en el seno del Incognoscible.
Hoy en día hay muchos dioses caídos que deben despertar el Fuego en sí mismos. El Fuego que se apagó en ellos, deben volverlo hacer arder en sus cuerpos y en su Alma y en su Espíritu para regresar a su estado de Elohim y volver a ser lo que otrora fueron. No seria posible para esos dioses caídos dar los tres pasos dentro de las siete regiones, si no desintegraran mediante el Fuego a los agregados psíquicos, que ellos desgraciadamente cometieron el error de crear.
¡Ay de esos dioses, la Conciencia de cada uno de ellos quedó embotellada entre tales reaciones demoníacas, entre tales engendros del infierno! Ahora solo utilizando el Fuego para quemar a tales agregados, podrán regresar a su estado prístino original, a ese estado que tuvieron en la Aurora del Mahanvantara.
Todos los hermanos aquí presentes, no deben olvidar jamás al Fuego. Cada uno de ustedes debiera rendir culto al Fuego, tener siempre en su casa una veladora de éstas encendida. Nunca en la casa de un iniciado debe estar ausente la llama sagrada. INRI: Ignis Natura Renovatur Integram.
Es urgente que en la Fragua Encendida de Vulcano transmutemos al Exiohehari es decir, al esperma sagrado, en el Mercurio de los sabios. Este Mercurio habrá de recibir eso que se llama Azufre, Fuego. Mercurio Azufrado ascendiendo por la espina dorsal es la Serpiente de Cobre, la Serpiente Saturnina que puede quemar, reducir a cenizas, a esos agregados que tenemos vivos en el interior y dentro de los cuales está embotellado lo mejor, la Conciencia del Ser. Si los quemamos, si los hacemos arder, si los convertimos en cenizas, entonces despertaremos convertidos en llamas primigenias.
El Ejército de la Palabra, el Ejército de la Voz, el Verbo es lo que es, lo que siempre ha sido, lo que siempre será. Es la vida que palpita en cada átomo como palpita en cada sol. Cada uno de nosotros está llamado a convertirse en un soldado del Ejército de la Palabra, en una Llama de la Aurora.
Más si nos olvidamos de Sí Mismos, si no sabemos mantener el perfecto equilibrio entre la Conciencia, el cuerpo y el ambiente en que existimos, tampoco sería posible que nos transformáramos en Llamas. Es necesario que cada uno de nosotros se convierta en una Llama. Tres son los pasos que debe dar el Fuego dentro de nosotros para convertirnos en Elohines.
Existe el Sol que resplandece en el espacio infinito, es decir el Sol de la Media Noche; existe el rayo terrible y amenazador y el Fuego de Vulcano en nuestros órganos sexuales. Solo desarrollando éste Fuego maravilloso en nuestra constitución anatómica, guiados por el Sol de la Media Noche, podremos ser liberados mediante el rayo terrible del Padre, de Brahama, del Anciano de los Días.
Decía en mi pasada plática que tenemos cinco centros: el intelectual, el emocional, el centro motor, el centro instintivo y el centro sexual. Afirmaba también en forma enfática que hay dos centros superiores: el emocional superior y el mental superior. Dije que cada uno de los siete centros tiene su propia mente, así tenemos siete mentes que controlan nuestro cuerpo.
Una es la mente mental, otra es la mente emocional, otra la mente motora, otra la mente instintiva y otra la mente sexual y otra la mente emocional superior y otra la mente mental superior. Decía que en cada una de éstas siete mentes existe una verdad y que por todo hay dentro de nosotros siete verdades contenidas en las siete mentes.
Pero necesitamos estar siempre alertas y vigilantes como vigías en época de guerra, no debemos permitir que la mente intelectual haga de las suyas, que nos lleve por los caminos de la morbosidad y de la lujuria. No dejemos que la mente emocional nos conduzca por el camino de las emociones negativas. No debemos permitir que la mente motora nos convierta en simples jugadores de fútbol o en boxeadores, o que nos ponga a hacer algo inútil.
No debemos permitir que la mente instintiva sea alterada por conceptos equivocados sobre el organismo, sobre la vida; ésta tiene las funciones específicas definidas de hacer marchar correctamente cada uno de nuestros órganos. No debemos permitir que la mente sexual nos lleve por el camino del sensualismo lujurioso. Se hace necesario desarrollar en nosotros la mente emocional superior con las emociones puras, con el arte divino, con las sinfonías de un Beethoven, de un Mozart o de un Liszt. Se hace necesario desarrollar la mente mental en nosotros con la cultura del Espíritu.
Cada una de las siete mentes se irá perfeccionando conforme vayamos eliminando los agregados psíquicos. Cuando uno elimina los agregados psíquicos del centro intelectual, la mente queda al servicio del Espíritu. Cuando uno elimina los agregados psíquicos de las emociones inferiores resplandece en nosotros el centro emocional superior.
Cuando uno elimina los agregados psíquicos del centro motor representados por los hábitos equivocados, por las malas costumbres, etc., resplandece en ese centro las acciones dignas.
Cuando uno elimina del centro instintivo los bajos instintos animales, este centro maravilloso entonces cumple sus funciones a perfección, dirigiendo la euritmia en todo nuestro cuerpo en plena armonía. Cuando uno elimina todos los agregados psíquicos del centro sexual, éste entonces marcha maravillosamente transformando al esperma sagrado en la energía creadora.
Quien haya eliminado en sí mismo, mediante el Fuego Sagrado de Vulcano, todos los agregados psíquicos poseerá el centro emocional superior y el mental superior; entonces, íntegra su personalidad quedará al servicio del Ser y los mensajes que devienen de las partes más altas de su propio Ser, pasando a través de los centros superiores llegarán a cada uno de los cinco cilindros de la máquina orgánica.
Así es como el Fuego hará de nosotros individuos sagrados. Así es como el Fuego quemando y desintegrando completamente los agregados psíquicos, nos convertirá en Llamas. Arderá el Fuego primero en el cuerpo, posteriormente en el Alma y más tarde en el Espíritu. Cuando estos tres pabilos del Fuego ardan en nosotros, nos sumergiremos dentro de nuestro prototipo divinal, pues cada uno de nos tiene su propio prototipo en el Fuego y nos convertiremos por tal motivo en Elohim.
Es necesario que ustedes entiendan la necesidad de que nos convirtamos en Elohim; es necesario que ustedes entiendan la necesidad de convertirnos en individuos sagrados; hay necesidad de que ustedes entiendan la urgencia de ingresar de una vez al Ejercito de la Palabra, al Ejercito del Demiurgo creador del universo. Es necesario que ustedes den los tres pasos fundamentales dentro de las siete regiones del universo.
Sin el Fuego ustedes no podrían transformarse. En el mundo físico los científicos no conocen nada del fuego; piensan que el fuego es el producto de la combustión, más se equivocan; la realidad es a la inversa. La combustión ciertamente, es el resultado del fuego.
Tomemos un cerillo, lo frotamos: tenemos el fuego. Obviamente los científicos dirían que esa llama ha brotado de la combustión, más se equivocan. Lo que sucede es que hemos eliminado el receptáculo dentro del cual estaba el fuego encerrado, y el brazo, la mano que movió al cerillo tiene fuego; si no lo tuviera, el fuego no habría brotado, no se habría movido el cerillo y por lo tanto habría contenido el fuego en su estado completamente virginal. Ha llegado la hora de entender que antes que el cerillo arda el fuego existe; ha llegado la hora de comprender que después de que el cerillo se apaga el fuego sigue existiendo.
Entonces, ¿cuál es el origen del fuego? ¿Dónde está? El fuego no tiene un principio, no tiene un fin. Como ya dije y lo repito; lo que nos interesa a nosotros es el Fuego del fuego, la Llama de la llama, la Signatura Astral del Fuego.
Es por medio de ese Fuego de Vulcano, el Fuego Crístico Solar como podremos nosotros quemar realmente a todos los agregados psíquicos, reducirlos a polvareda cósmica. ¿Qué es lo que hay encerrado dentro de los agregados psíquicos? La Esencia, ¿y qué cosa es la Esencia? Fuego vivo.
Cuando los agregados psíquicos han sido quemados, ¿qué quedará? El Fuego, la Conciencia es Fuego, Fuego que crepita, Fuego que chisporrotea entre el aura ardiente del universo. Repito, todos los libros sagrados han sido escritos con carbones encendidos.
Rendir hermanos cultos al Fuego, trabajad con el Fuego y os aseguro en nombre de la verdad y de la justicia que seréis liberados. Hoy por hoy vosotros todos sois carbones apagados, ha llegado la hora de encender el Fuego, ha llegado la hora de entender que debemos brillar como llamas ígneas entre el aura del universo.
Ahora hay plena libertad para hacer preguntas de tipo esotérico, relacionadas exclusivamente con el tema que nosotros hemos desarrollado.
Pueden preguntar los hermanos lo que quieran en relación con este tema, no teman hacer preguntas, hay libertad para todos.
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