Lo que somos
Es indispensable saber de dónde venimos, para donde vamos, porqué estamos aquí y para qué. Vivir por vivir, comer para existir, trabajar para comer, no puede ser, en verdad, el único objeto de la vida. Indubitablemente, tenemos que resolver el enigma de nuestra existencia, tenemos que entender el sentido de la vida...
Nuestro Movimiento Gnóstico tiene cinco millones de personas, se halla establecido en todo el Hemisferio Occidental y pronto estaremos conquistando la Europa, el Medio-Oriente y la totalidad del Continente Asiático. Hemos formado una corriente ESOTÉRICA-CRÍSTICA que no tiene sino un sólo motivo: la AUTO-REALIZACIÓN ÍNTIMA DEL SER y eso es todo.
Así, que, ha llegado la hora de saber quiénes somos. El cuerpo físico no es todo; ver el organismo humano de cualquier persona, no es haber conocido, en verdad, al SER. El organismo está compuesto de órganos, éstos de células, las células por moléculas y las moléculas por átomos. Si fraccionamos cualquier átomo, liberaremos energía. En última síntesis, el organismo humano está compuesto por distintos tipos y sub-tipos de energía. Einstein dijo:
"Energía es igual a masa, multiplicada por la velocidad de la luz al cuadrado". También afirmó: "La masa se transforma en energía, la energía se transforma en masa". En síntesis, diríamos que la vida toda es energía determinada por antiguas ondulaciones vibratorias, determinadora de nuevas frecuencias oscilatorias.
Los científicos podrán conocer la mecánica de la célula viva, pero nada saben del FONDO VITAL. En nombre de la Verdad diremos que ellos han fabricado poderosos cohetes que viajan a la Luna, enormes barcos, bombas atómicas, etc., pero hasta ahora no han elaborado un germen vegetal, capaz o con posibilidades de germinar. Jugarán con la inseminación artificial, podrán realizar muchos experimentos con zoospermos y óvulos, podrían hasta lograr "hijos de incubadora" o "de cubetas" (es incuestionable que cualquier zoospermo, unido con un óvulo, podría originar en circunstancias favorables, la célula germinal y ésta tendría posibilidades de desarrollo).
Así, pues, que puedan nacer "hijos de laboratorio", es algo que no lo ponemos nosotros en tela de juicio, mas eso no es, en modo alguno, haber resuelto el problema de la vida y la muerte.
Si ponemos las sustancias químicas de un zoospermo y de un óvulo sobre la mesa del laboratorio para ser estudiada, estoy seguro que los científicos podrían perfectamente elaborar un zoospermo masculino y un óvulo femenino; estoy seguro que podrían hacerlo muy igual al natural, pero lo que también estoy absolutamente seguro es de que jamás, de tales gametos artificiosos, podría lograrse la creación de un nuevo organismo humano.
Don Alfonso Herrera, el sabio mexicano, una de las lumbreras más grandes que hemos tenido en nuestro país, México, logró crear la célula artificial (él fue el autor de la "Teoría de la Plasmogenia"), creó una célula, muy similar a la célula natural, más esa célula jamás tuvo vida, fue una célula muerta.
Así, que, los hombres de ciencia, juegan con la mecánica de los fenómenos, con lo que la Naturaleza ha creado, mas no son capaces de crear una simple semilla vegetal, susceptible de germinar, y sin embargo, se pronuncian contra ESO que es LO REAL, contra lo DIVINAL, contra el DIVINO ARQUITECTO DEL UNIVERSO. Fácil es pronunciarse contra el LOGOS, muy fácil es negar al DIVINO ARQUITECTO, para demostrar tal aseveración, tal negación, cuán difícil es, porque hasta ahora no ha aparecido sobre la faz de la Tierra un solo científico capaz de hacer el germen de la más insignificante hierba, un germen artificial, y que ese germen germine de verdad. Podrán hacerlo, aparentemente, muy exacto, pero no germina, está muerto.
Podrán los científicos descomponer Amibas o Amebas, y lograr también unión de organismos protoplasmáticos con otros protoplasmáticos, etc., etc., etc., pero jamás crearán vida, jugarán siempre con lo que ya está hecho.
Se hacen injertos vegetales, con los cuales se altera fundamentalmente la flora. Los frutos de tales injertos no tienen los mismos valores energéticos de los frutos realmente originales. En todo caso, se juega con la técnica de los fenómenos, con lo que ya está hecho, y eso es todo...
Cuando se trata de explorar el organismo humano, se descubre la célula viva, pero los científicos desconocen la FUERZA VITAL. Obviamente, el organismo humano tiene un "NISUS FORMATIVUS", es decir, un FONDO VITAL ORGÁNICO. Quiero referirme, en forma enfática, al "LINGAM SARIRA" de los Teósofos, a la condensación termo-electro-magnética.
Los científicos rusos, en estos momentos, están estudiando el CUERPO VITAL. Poseen un aparato extraordinario de percepción óptica, mediante el cual les ha sido posible ver y fotografiar el CUERPO VITAL; se le estudia en relación con el organismo físico y fuera también del organismo físico. Le han dado, los científicos rusos, un nombre al CUERPO VITAL: le denominan "CUERPO BIOPLÁSTICO".
Así, que, el cuerpo físico tiene un asiento vital, sin el cual no podría existir. Pero eso no es todo; más allá del cuerpo físico y de su asiento vital orgánico, está el EGO.
Mucho se ha discutido sobre el EGO, innumerables teorías antitéticas se combaten entre sí. Muchos son los adoradores del EGO, muchos son los secuaces del "Alter-Ego". Para algunas Escuelas, el EGO es sagrado; para otras el EGO es dual. Se habla del "Yo Superior" y del "Yo Inferior", se dice que el "Yo Superior" debe dominar al "Yo Inferior", lo cual es falso. Para poder hablar sobre el EGO con autoridad, se necesita haber desarrollado el sentido de la Auto-Observación Psicológica. Sólo así, y por experiencia directa, puede mencionarse con claridad meridiana al EGO, al "YO", al "mi mismo", al "si mismo".
Leer alguna teoría sobre el EGO, hacerla propia y luego defenderla a capa y espada, resulta en el fondo empírico; situarse en tal o cual Escuela para accionar desde allí, y reaccionar, defendiendo la CONCIENCIA EGOICA, de hecho resulta ininteligente. Nosotros necesitamos saber qué es ese EGO, ese "YO" que domina al cuerpo vital y al cuerpo físico; sentar tesis, sin experiencia directa, es paradójico, incongruente, ilógico, no resiste en verdad un análisis de fondo.
Podríamos usar la lógica deductiva o inductiva, los esilogismos o los prosilogismos, cualquier disciplina intelectual de Oriente o de Occidente para defender nuestras tesis con respecto al EGO (cada cual es libre de usar procedimientos de cualquier tipo para defender sus puntos de vista, relacionados con la cuestión egoica), pero tampoco eso resulta en el fondo inteligente. Hay que ir más lejos, hay que experimentar. Sólo así, con base en la experimentación directa, y no indirecta, es como podemos, en verdad, sentar axiomas matemáticos con respecto al "mi mismo", al EGO.
Obviamente, los mejores psico-analistas, teosofistas, etc., etc., etc., han errado con respecto al EGO. Ya hablando sobre el "ego subliminal", fallan lamentablemente. El "Alter-Ego" de los grandes espiritualistas, tampoco resiste un análisis superlativo y trascendental: es teórico en el fondo. Hasta la misma Helena Petronila Blavastky erró en cuanto al EGO, le consideró "divinal". Si ella hubiese experimentado la realidad del mismo, no habría defendido tanto la CONSCIENCIA EGOICA. ¿Qué es, pues, ese "YO", ese "mi mismo", ese "si mismo" que en nuestro interior cargamos?.
Sólo auto-observándonos psicológicamente, descubriremos lo que es: manojo de deseos, recuerdos, pensamientos, opiniones, conceptos, pasiones, voliciones, etc. Ostensiblemente, tal EGO ni siquiera es una uni-totalidad, una unicidad; tal EGO, en el fondo, resulta pluralizado. Quiere decirse, con entera claridad, que el EGO es múltiple... Esto me recuerda a los tibetanos. Afirman ellos, en forma enfática, que dentro de cada ser humano existen muchos "agregados psíquicos". Indubitablemente, los mismos representan, en verdad, nuestros defectos de tipo psicológico: ira, codicia, lujuria, envidia, orgullo, pereza, gula...
En el Crístico Evangelio del Gran Kabir Jesús, se dice que Jeshuá sacó del cuerpo de María Magdalena siete demonios. Obviamente, se trataba de los siete "pecados capitales" y de ello no cabe duda alguna. Mas estos siete se pueden multiplicar por otros siete y otros siete, y otros más, y en el fondo nuestros defectos son multifacéticos. Aunque tuviéramos mil lenguas para hablar y paladar de acero, no alcanzaríamos a enumerar nuestros defectos cabalmente.
Si se habla de "siete demonios", podría citarse a millares de demonios (les repito: nuestros defectos son polifacéticos). Entonces, tales miríadas de demonios, tales cantidades, forman el EGO. Incuestionablemente, el "YO" es "Yoes". Existe el "YO" de la ira, el "YO" de la codicia, el "YO" de la lujuria, el "YO" de la envidia, etc., etc. Toda esa multiplicidad de "Yoes" parecen personas, son PERSONAS PSICOLÓGICAS dentro de nuestra persona: se combaten entre sí mutuamente, no guardan orden de ninguna especie. Cuando uno de la legión logra dominar los centros capitales de la máquina, se cree el único, el amo, el señor; después, es desplazado.
Estamos llenos de muchas contradicciones en la vida: tan pronto afirmamos algo como lo negamos, no tenemos un CENTRO DE GRAVEDAD PERMANENTE. Esto indica, con entera claridad, que somos una multiplicidad de "elementos indeseables". Lo más grave de todo esto es que dentro de cada "elemento inhumano", se halla enfrascada la Consciencia.
Los Psicólogos antiguos, del siglo pasado, denominaban "objetivo" a todo lo que corresponde al mundo físico, a la experiencia sensual, y "subjetivo" a todo lo relacionado con los procesos psíquicos.
Nosotros los Gnósticos somos diferentes: llamamos "objetivo" a LO REAL, a LO ESPIRITUAL, a LO VERDADERO, y "subjetivo" a lo sensual. Desafortunadamente, todos los "elementos indeseables" que en nuestra psiquis llevamos, son subjetivos; la Conciencia, la Esencia, se halla embotellada, enfrascada, embutida entre todos esos "elementos" de tipo subjetivo. Ahora nos explicaremos porqué la Conciencia de las personas se encuentra en estado inconsciente, dormida.
Desgraciadamente, las gentes en modo alguno aceptarían que duermen; suponen las multitudes que están despiertas y cuando alguien les enfatiza la idea de que tienen la Conciencia dormida, hasta se ofenden. Si las gentes tuvieran la Conciencia despierta, podrían ver, oír, tocar y palpar las grandes realidades de los Mundos Superiores; más las gentes duermen, tienen la Conciencia en sueño.
Despertar es indispensable, urgente, inaplazable. Todos los aquí presentes, están dormidos, duermen; todos los aquí presentes, jamás han visto el mundo como es. Ustedes sueñan con un mundo que no conocen, lo ven con subconciencia onírica, jamás lo han visto realmente; creen que conocen el planeta Tierra, mas no lo conocen. Más aún: estoy seguro que ni siquiera conocen un solo pelo de su bigote.
Preguntaría a cualquier varón de los aquí presentes: ¿Cuántos átomos tiene, siquiera, un solo pelo de su bigote?. ¿Quién podría darme una respuesta exacta y matemática?. ¿Quién podría pasar, ante el pizarrón, para hacer la suma total de esos átomos, para demostrarlo con una ecuación aritmética, o para sentar una premisa, conducente a un silogismo exacto?. Estoy seguro que eso no es posible; la Conciencia de los aquí presentes, está dormida...
¿Quién, de los aquí presentes, ha visto alguna vez la Verdad?. ¿Quién conoce la Verdad?. Cuando a Jesús El Cristo le preguntaron ¿qué es la Verdad?, guardó silencio, y cuando al Buddha Gautama Sakya-Muni le hicieron la misma pregunta, dió la espalda y se retiró.
La Verdad es lo desconocido de instante en instante, de momento en momento. Sólo con la MUERTE DEL EGO despierta la Conciencia y sólo la Conciencia despierta puede experimentar ESO que es LO REAL. ESO que no es del Tiempo, ESO que está más allá del cuerpo, de los afectos y de la mente, ESO que es LA VERDAD.
En tanto nosotros no hayamos experimentado la Verdad, nada sabremos sobre los Misterios de la Vida y de la Muerte. Sería imposible experimentar LO REAL si antes no libertamos la Conciencia, si antes no la extraemos de entre todos esos "Elementos indeseables" que constituyen el EGO. Cuando nosotros hayamos quebrantado los diversos "elementos inhumanos" y subjetivos que forman el "YO" de la Psicología Experimental, la Conciencia será libre, soberana. Sólo entonces sabremos qué es LA VERDAD, sólo entonces experimentaremos LO REAL.
Nosotros vivimos en sueños, no hemos visto -repito- el planeta Tierra tal cual es. Soñamos con el SUEÑO-TIERRA, pero esto es pictórico para nosotros. Cuando nuestra Conciencia despierte, veremos que la Tierra es muy diferente al sueño que teníamos sobre la misma, veremos una Tierra MULTIDIMENSIONAL, conoceremos el Cuerpo Vital de esta mole planetaria en que vivimos, descubriremos los Misterios de la Vida y de la Muerte, todo lo que es, lo que ha sido y lo que será. Cuando la Conciencia despierte, entraremos en contacto con otras Humanidades que viven junto a nosotros y que, hasta la fecha presente, las ignoramos.
No somos los únicos habitantes de la Tierra, la Humanidad terrestre, en modo alguno, es la única Humanidad que vive sobre la faz de la Tierra. Aquí, en esta Tierra que gira alrededor del Sol, conviven con nosotros otras Humanidades; en las Dimensiones Superiores de la Naturaleza, hay otras razas, humanas diríamos, que desconocemos.
No todos los seres humanos salieron del EDEN, aún existen razas humanas que no han salido del EDEN y que viven en la CUARTA VERTICAL. En el Cuerpo gigantesco Vital de esta mole planetaria que gira alrededor del Sol, gentes hay -repito- felices, en estado paradisíaco; gentes del EDEN, de los "Campos Elíseos", de la TIERRA PROMETIDA, donde los ríos de agua pura de vida manan leche y miel: gentes que no han salido jamás del Paraíso, viven a nuestro lado y sin embargo, ni las vemos ni las tocamos, pero existen.
Ustedes -repito- no han visto el planeta Tierra, no lo conocen; sólo en sueños ven un planeta deformado, un planeta pictórico, un PLANETA-SUEÑO.
Despertar es indispensable. La Humanidad común y corriente, tan solo posee un tres por ciento de Conciencia despierta y un noventa y siete por ciento de Conciencia dormida. Raro es aquel que tiene un diez por ciento de Conciencia despierta. Si la Humanidad en general tuviese siquiera un diez por ciento de Conciencia despierta, entonces no habría guerras.
Cuando uno desintegra el EGO, cuando uno reduce a polvareda cósmica, cuando llega a la "ANIQUILACIÓN BUDDHISTA", la Conciencia se despierta, absolutamente, en un ciento por ciento. Entonces, se abren ante nosotros las puertas maravillosas de la TIERRA PROMETIDA, entonces, nos ponemos en contacto con los Dioses antiguos, citados por la Mitología Griega; entonces descubrimos, verdaderamente, lo que es la RELIGIÓN-SABIDURÍA.
No sería posible nada de esto, si antes no nos resolviéramos a pasar por un cambio radical. Así como estamos, con la Conciencia dormida, en estado de inconsciencia total, somos verdaderos cadáveres vivientes, estamos "muertos" para el SER, no tenemos realidad ninguna. En nombre de la Verdad he de decirles que ustedes son víctimas de las circunstancias. Es necesario aprender cómo iniciar nuevas causas, pero nosotros somos víctimas de las mismas. Sólo el SER puede HACER, nosotros no podemos hacer nada.
Existimos, sobre la faz de la Tierra, exclusivamente con el propósito de servir a la economía de la Naturaleza. Cada uno de nosotros es una máquina encargada de captar determinados tipos y sub-tipos de energía, y las retransmite a las capas anteriores del organismo planetario. Somos máquinas al servicio de la economía de la Naturaleza; nos creemos muy grandes y muy sabios, cuando en verdad no somos sino máquinas al servicio de la Gran Naturaleza.
La Humanidad entera es un órgano de la Naturaleza, un órgano encargado, precisamente, de asimilar y eliminar determinadas substancias y fuerzas. Y nos creemos poderosos, cuando en verdad no lo somos; reconocer lo que somos, es indispensable.
Creemos ser ya hombres, en el sentido más completo de la palabra, cuando todavía no lo somos. Ser hombres, es algo muy grande. El hombre es el rey de la creación y nosotros todavía ni siquiera somos reyes de sí mismos; no hemos aprendido a dirigir conscientemente nuestros procesos psíquicos, y sin embargo nos creemos grandes. Hemos de empezar -si queremos cambiar- por reconocer lo que somos. Incuestionablemente, no somos más que "animales intelectuales" condenados a la pena de vivir, pero nos creemos sabios...
El LOGOS, el SOL, está haciendo en estos instantes un gran experimento; lo hace en el tubo de ensayos de la Naturaleza, quiere crear hombres. En la época de Abraham, el judío, se hicieron muchas creaciones; durante los primeros ocho siglos del cristianismo, se lograron crear cierta cantidad de hombres; por estos tiempos, se está haciendo un nuevo esfuerzo: se quiere crear hombres.
El SOL ha depositado, en nuestras glándulas sexuales, los gérmenes para el hombre; pero esos gérmenes pueden perderse, no es seguro que se desarrollen. Si queremos que el hombre NAZCA en nuestro interior, como la mariposa de la crisálida, necesitamos cooperar con el SOL. Sólo así podrán tales gérmenes desarrollarse en nosotros.
Obviamente, se necesita un terreno adecuado para el desarrollo de los gérmenes del hombre: se necesita de la DISPONIBILIDAD DEL HOMBRE. Si alteramos el organismo, si nos prestamos a los injertos glandulares, si estamos de acuerdo con los transplantes orgánicos, etc., el terreno orgánico no será favorable para el desarrollo de los gérmenes del hombre.
En el pasado hubo una raza humana que, definitivamente, estableció una dictadura política (una raza de las épocas secundaria y primaria). Tal raza prohibió todo lo relacionado con cuestiones religiosas; la religión estorbaba a los fines políticos de los dictadores.
La libre iniciativa fue desintegrada, eliminada; como secuencia o corolario, la inteligencia comenzó a degenerar. Esa raza se entregó a toda clase de experimentos glandulares, transplantes, etc. Con el tiempo comenzó a deformarse, la morfología fue alterada fundamentalmente; los procesos degenerativos se intensificaron cada vez más: se empequeñeció a través de los siglos la citada raza.
Pasaron miles y millones de años, y su involución se fue haciendo cada vez más atroz; terminó dentro de un círculo mecánico horrible, nefasto... Aún existe esa raza degenerada, aún vive sobre la faz de la Tierra. Quiero referirme, en forma enfática, a las hormigas: RAZA HUMANA DEGENERADA...
No estoy afirmando nada en forma dogmática, como suponen algunos en este Auditorio. Quién haya desarrollado las facultades superlativas y trascendentales del Ser, quién pueda dominar completamente los "LEGOVINISMOS" del gran Avatara Ashiata Shiemahs, quien haya despertado la Conciencia superlativa y trascendental, quien haya eliminado el EGO, podrá -estudiando las TABLILLAS AKÁSHICAS de la Naturaleza- verificar por sí mismo y en forma directa -no indirecta- lo que aquí estoy afirmando enfáticamente. Discutir por discutir, o sentar antítesis para argüir, con el propósito de destruir las afirmaciones aquí hechas, resulta demasiado superficial y sin bases, cuando no se ha experimentado con los "LEGOVINISMOS" de Ashiata Shiemahs.
Así, que, si nosotros no cooperamos con el experimento solar, sería imposible que los gérmenes para el hombre se desarrollasen en nuestro interior. Son los gérmenes para el CUERPO ASTRAL, que todavía no lo tiene la Humanidad; son los gérmenes para el CUERPO MENTAL, que tampoco lo tiene la gente; son los gérmenes para el CUERPO DE LA VOLUNTAD CONSCIENTE, que aún no tiene la Humanidad. Sin embargo, teosofistas, pseudo-rosacrucistas, yoguistas, acuarianistas, etc., etc., etc., creen que tienen todo esto y más; creen que ya tienen el SEPTENARIO TEOSÓFICO, que son hombres íntegros, uni-totales, que ya van para Dioses Inefables, etc., etc., ¡aunque se emborrachen en las cantinas!.
La cruda realidad de todo esto es que para crear el CUERPO ASTRAL, se necesita de la Sexología Trascendental y trascendente, se necesita aprender a manejar el MERCURIO DE LA FILOSOFÍA SECRETA, se necesita -de verdad- entrar por el camino de la regeneración sexual, porque los degenerados del infra-sexo, los fornicarios, los adúlteros, los homosexuales, las lesbianas, etc., son semilla podrida, de la cual no puede salir jamás el hombre; de esa clase de criatura lo único que sale son larvas...
¡O nos vamos a regenerar, o marcharemos por el camino involutivo descendente, de los Mundos Infiernos!. Estamos ante el dilema del SER y del NO-SER de la Filosofía; estos no son momentos para estar jugando con vana palabrería insubstancial de charla ambigua, estos no son momentos como para estar deleitándonos con sofismas de distracción. Ha llegado el instante más terrible (en que nos encontramos), ha llegado el momento en que tenemos que definirnos: O nos convertimos en hombres o involucionamos entre las entrañas de la Tierra.
Podría decírseme lo siguiente: Usted, ¿con qué autoridad afirma eso, en qué se basa?. En nombre de la Verdad tengo que decirles a ustedes -gústeles o no les guste, crean o no lo crean- que SOY EL QUINTO DE LOS SIETE, que SOY SAMAEL, que SOY EL REGENTE DE MARTE. ¡No me importa si ustedes lo creen o no lo creen!
En tiempos de Jesús tampoco se aceptó al Gran Kabir y nunca se ha creído en ningún Maestro que ha venido a la Tierra, ni a ningún Avatara. Tampoco puedo aspirar a que ustedes crean en mi. No se creyó en Buddha y se le envenenó, no se creyó en Milarepa y también se le echó veneno, no se creyó en Jesús de Nazareth y se le crucificó, no se creyó en Apolonio de Tyana y se le hizo morir en un podridero, allá en un horrible calabozo de Roma.
De manera que la Humanidad odia a los Profetas. Por lo tanto no creo, no puedo creer -de ninguna manera- que ustedes me admitan como AVATARA ni nada por el estilo. Pero sí digo lo que me consta; tengo el valor de decir -a los que crean y a los que no crean- de que todavía los seres humanos, que pueblan la faz de la Tierra, no son hombres sino animales, bestias, porque comen y duermen y viven como las bestias. En tanto no nos resolvamos a crear los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, continuaremos siendo bestias.
Así, pues, si queremos crear esos Cuerpos para recibir los principios anímicos y espirituales que nos han de convertir en verdaderos hombres, necesitamos regenerarnos sexualmente, acabar con el horrible vicio de la fornicación, acabar con la masturbación, con el homosexualismo, con el lesbianismo, con el adulterio asqueante. Sólo así, y procediendo con energía, podremos regenerarnos.
¿De qué sirve que nos llenemos la cabeza de teorías si estamos podridos por el adulterio y la fornicación?. ¿De qué sirve que nos leamos todas las bibliotecas del mundo, si continuamos siendo lo que somos?. ¡Aunque digamos que somos y somos, no seremos más que lo que somos!.
Así, pues, ha llegado la hora de la regeneración, y eso es lo fundamental. Transmutar las energías creadoras es básico, pero las gentes odian la transmutación. La odian porque el EGO odia lo que signifique regeneración. El EGO no tiene ganas de morir; a nadie le gusta que le pongan una pistola en el pecho, a nadie le gusta que lo amenacen con una ametralladora, al EGO no le puede gustar jamás que alguien le presente una Doctrina relacionada con la transmutación sexual y la regeneración. Eso va contra el placer sexual, eso va contra la orgía, contra el vicio, que es lo que más quiere el EGO.
Así, pues, es una disyuntiva la que tenemos: o nos regeneramos o perecemos. Pronto una masa planetaria llegará a la Tierra, una masa gigante (me refiero a "HERCÓBULUS"). Tal masa producirá una revolución total de los ejes de la Tierra y los mares se tragarán los actuales Continentes. Los fornicarios, los perversos y los adúlteros, tendrán que entrar a las entrañas de la Tierra para involucionar en el tiempo.
Quienes oigan estas palabras dirán que no hay Amor y se equivocan. Sí Hay Amor; lo que no hay -en modo alguno- es pietismo, mogigatería, tolerancia con el delito, con el vicio, etc., etc., etc.
Estamos aquí, todos, para estudiar esta noche LO QUE SOMOS Y LO QUE DEBEMOS SER. He dicho que el EGO no es más que un montón de diablos en nuestro interior, he dicho que necesitamos aniquilar todos esos defectos psicológicos. He dicho también que necesitamos crear los Cuerpos, que no tenemos, para convertirnos en hombres. La transmutación es básica para la creación de esos Cuerpos. Hay que transmutar el ESPERMA SAGRADO en energía; esa ENERGÍA CREADORA es el MERCURIO DE LA FILOSOFÍA SECRETA, el MERCURIO DE LOS SABIOS. Con esa energía maravillosa podemos realizar la creación de los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser.
En Alquimia, se habla de la SAL, del AZUFRE y del MERCURIO. Nosotros somos la Sal de la Tierra; esa Sal debe ser fecundada por el Mercurio y por el Azufre. El Mercurio es el "ALMA METÁLICA DEL ESPERMA", es la energía creadora del Tercer Logos. El Azufre es el FUEGO DIVINAL en nosotros, el FOHAT, esa ÍGNEA LLAMARADA que debe desarrollarse en nuestra Espina Dorsal.
Cuando logremos la fusión completa de la Sal, del Azufre y del Mercurio, mediante la transmutación y sublimación, tendremos el material para crear el CUERPO ASTRAL, tendremos el material para crear el CUERPO DE LA MENTE y tendremos el material para crear el CUERPO DE LA VOLUNTAD CONSCIENTE.
La CLAVE es muy sencilla y no tendré inconveniente alguno en darla aquí, ante este Auditorio, aquí, a todos reunidos: CONEXIÓN DEL LINGAM-YONI SIN EYACULACIÓN DEL ENS SÉMINIS, PORQUE EN EL ENS SÉMINIS ESTÁ EL ENS-VIRTUTIS DEL FUEGO... Este artificio maravilloso, extraordinario, es el secreto-secretorum de los Alquimistas Medievales. Antiguamente, en el Egipto de los Faraones, este secreto-secretorum de la Ciencia de Hermes, solamente se entregaba de labios a oídos y bajo palabra de juramento; así lo recibí yo en la Tierra de los Faraones.
Quien violaba el juramento, era condenado a pena de muerte. Los Papiros Egipcios dicen que "se le cortaba la cabeza, se le arrancaba el corazón, se quemaba su cuerpo y las cenizas eran lanzadas a los cuatro vientos". Ahora, muchos no quieren este fino artificio, este secreto-secretorum, porque se lo estoy dando de regalado. En el Egipto antiguo, costaba hasta la vida y entonces, este secreto se apreciaba. Los sabios siempre guardaron el secreto (de la preparación del Mercurio); yo no lo guardo, se lo entrego a ustedes (es ese)...
Si ustedes fabrican Mercurio, crearán los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, y podrán entonces recibir los principios anímicos y espirituales y convertirse en hombres, pero en hombres de verdad. Empero es necesario eliminar los "elementos indeseables" que en el interior se cargan, porque si alguien fabricase los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, si alguien crease los vehículos trascendentales del Ser y no eliminase los "elementos indeseables" que en nuestro interior cargamos, se convertiría en un "HANASMUSSEN" con doble centro de gravedad. Advierto esto porque no tengo ganas de sacar una cosecha de "HANASMUSSEN"; yo trabajo para crear hombres, HOMBRES SOLARES; ese es el objeto de la misión que estoy cumpliendo: he venido a crear hombres.
En nombre de la Realidad, en nombre de la Verdad, digo: se hace indispensable eliminar el "MERCURIO SECO", es decir, los "Yoes" que, en un conjunto, constituyen el EGO. CÓMO SE ELIMINA EL "MERCURIO SECO", El "YO", EL EGO, EL "MI MISMO", EL "SI MISMO".
"Ante todo necesitamos comprender que somos personas-máquinas, simples marionetas controladas por agentes secretos, por YOES ocultos". "Dentro de nuestra persona viven muchas personas, nunca somos idénticos. A veces se manifiesta en nosotros una persona mezquina, otras veces una persona irritable, en cualquier otro instante una persona espléndida, benevolente; más tarde una persona escandalosa o calumniadora, después un santo, luego un embustero, etc."
"Tenemos gente de toda clase dentro de cada uno de nosotros, YOES de toda especie. Nuestra personalidad no es más que una marioneta, un muñeco parlante, algo mecánico". Observación, juicio y ejecución, son los tres factores básicos de la disolución. Primero se observa, segundo se enjuicia, tercero se elimina. A los espías, en la guerra, primero se les observa, segundo se les enjuicia, tercero se ejecutan.
En la inter-relación existe auto-descubrimiento y auto-revelación. Quien renuncia a la convivencia con sus semejantes, renuncia también al auto-descubrimiento. Cualquier incidente en la vida, por insignificante que parezca, indubitablemente tiene por causa un ACTOR ÍNTIMO en nosotros, un "agregado psíquico", un "YO".
El auto-descubrimiento es posible cuando nos encontramos en estado de alerta-percepción, alerta-novedad. "YO" descubierto in fraganti debe ser observado, cuidadosamente, en nuestro cerebro, corazón y sexo. Un "YO" cualquiera de lujuria podría manifestarse en el corazón como amor, en el cerebro como ideal; mas al poner atención al sexo, sentiríamos cierta excitación morbosa inconfundible.
El enjuiciamiento de cualquier "YO" debe ser definitivo; necesitamos sentarlo en el banquillo de los acusados y juzgarlo despiadadamente. Cualquier evasiva, justificación, consideración, debe ser eliminada, si es que en verdad queremos hacernos conscientes del "YO" que anhelamos extirpar de nuestra psiquis.
Ejecución es diferente. No sería posible ejecutar un "YO" cualquiera sin haberle previamente observado y enjuiciado. Oración en el trabajo psicológico es fundamental para la disolución. Necesitamos de un poder superior a la mente, si es que en realidad deseamos desintegrar tal o cual "YO". La mente, por sí misma, nunca podría desintegrar ningún "YO". Esto es irrebatible, irrefutable...
Orar es platicar con Dios. Nosotros debemos apelar a DIOS-MADRE en nuestra intimidad, si es que en verdad queremos desintegrar "Yoes". Quien no ama a su Madre, el hijo ingrato, fracasará en el trabajo sobre sí mismo. Cada uno de nosotros tiene su MADRE DIVINA PARTICULAR, INDIVIDUAL; ella, en sí misma, es una parte de nuestro propio SER, pero derivado. Todos los pueblos antiguos adoraron a DIOS-MADRE en lo más profundo de su Ser. El PRINCIPIO FEMENINO ETERNO es Isis, María, Tonantzin, Cibeles, Rea, Adonía, Insoberta, etc., etc., etc.
Si en lo meramente físico tenemos padre y madre, en lo más hondo de nuestro Ser tenemos también a nuestro PADRE QUE ESTÁ EN SECRETO y a nuestra DIVINA MADRE KUNDALINI. Hay tantos Padres en el Cielo, cuantos hombres en la Tierra. DIOS-MADRE, en nuestra propia intimidad, es el aspecto femenino de nuestro PADRE QUE ESTÁ EN SECRETO. ÉL y ÉLLA son, ciertamente, las dos partes superiores de nuestro SER ÍNTIMO. Indubitablemente, ÉL y ÉLLA son nuestro mismo SER REAL, más allá del "YO" de la Psicología.
ÉL se desdobla en ÉLLA, y manda, dirige, instruye; ÉLLA elimina los "elementos indeseables" que en nuestro interior llevamos, a condición de un trabajo continuo sobre sí mismos. Cuando hayamos muerto radicalmente, cuando todos los "elementos indeseables" hayan sido eliminados, después de muchos trabajos conscientes y padecimientos voluntarios, nos fusionaremos e integraremos con el PADRE-MADRE; entonces, seremos Dioses terriblemente Divinos, más allá del bien y del mal.
Nuestra MADRE DIVINA particular, individual, mediante sus poderes flamígeros puede reducir, a polvareda cósmica, a cualquiera de esos tantos "Yoes" que haya sido previamente observado y enjuiciado. En modo alguno sería necesaria una fórmula específica para rezarle a nuestra DIVINA MADRE INTERIOR. Debemos ser muy naturales y simples al dirigirnos a ÉLLA. El niño que se dirige a su madre, nunca tiene fórmulas especiales: dice lo que le sale de su corazón y eso es todo...
Ningún "YO" se disuelve instantáneamente; nuestra DIVINA MADRE debe trabajar -y hasta sufrir muchísimo- antes de lograr la aniquilación de cualquier "YO". Volveos introvertidos, dirigid vuestra plegaria hacia dentro, buscando en vuestro interior a vuestra DIVINA SEÑORA, y con súplicas sinceras podéis hablarle, rogarle desintegre aquel "YO" que hayáis, previamente, observado y enjuiciado. El sentido de la Auto-Observación Íntima, conforme se vaya desarrollando, os permitirá verificar el avance progresivo de vuestro trabajo.
COMPRENSIÓN, DISCERNIMIENTO, son fundamentales. Sin embargo, se necesita de algo más, si es que en realidad queremos desintegrar el "mi mismo".La mente puede darse el lujo de rotular cualquier defecto, pasarlo de un departamento a otro, exhibirlo, esconderlo, etc., mas nunca podría alterarlo fundamentalmente. Se necesita de un PODER ESPECIAL, superior a la mente; de un PODER FLAMÍGERO, capaz de reducir a cenizas cualquier defecto. STELLA MARIS, nuestra DIVINA MADRE, tiene ese poder: Puede pulverizar cualquier defecto psicológico.
Nuestra MADRE DIVINA vive en nuestra intimidad, más allá del cuerpo, de los afectos y de la mente; ÉLLA es, por sí misma, un PODER ÍGNEO superior a la mente. Nuestra MADRE CÓSMICA particular, individual, posee Sabiduría, Amor y Poder; en ÉLLA existe absoluta perfección...
Las buenas intenciones y la repetición constante de las mismas, de nada sirven, a nada conducen. De nada serviría repetir: "No seré lujurioso"; los "Yoes" de la lascivia, de todas maneras, continuarán existiendo en el fondo de nuestra psiquis... De nada serviría repetir diariamente: "No tendré más ira"; los "Yoes" de la ira continuarán existiendo en nuestros fondos psicológicos... De nada serviría decir diariamente: "No seré más codicioso"; los "Yoes" de la codicia continuarían existiendo en los diversos trasfondos de nuestra psiquis... De nada serviría apartarnos del mundo y encerrarnos dentro de un convento, o vivir en alguna caverna; los "Yoes" dentro de nosotros continuarían existiendo.
Algunos anacoretas cavernarios, a base de rigurosas disciplinas, llegaron al "Éxtasis" de los santos y fueron llevados a los Cielos, donde vieron y oyeron cosas que a los seres humanos no les es dable comprender; sin embargo, los "Yoes" continuaron existiendo en su interior. Incuestionablemente, la Esencia puede escaparse del "YO", a base de rigurosas disciplinas, y gozar del "Éxtasis"; empero después de la dicha, retorna al interior del "mi mismo".
Quienes se han acostumbrado al "Éxtasis" sin haber disuelto el EGO, creen que ya alcanzaron la liberación, se auto-engañan creyéndose Maestros, y hasta ingresan a la INVOLUCIÓN SUMERGIDA. Jamás nos pronunciaríamos contra el arrobamiento místico, contra el "Éxtasis" y la felicidad del Alma en ausencia del EGO. Sólo queremos poner énfasis en la necesidad de disolver "Yoes" para lograr la LIBERACIÓN FINAL.
La Esencia de cualquier anacoreta disciplinado, acostumbrado a escaparse del "YO", repite tal hazaña después de la muerte del cuerpo físico, goza por un tiempo del "Éxtasis" y luego vuelve, como el Genio de la Lámpara de Aladino, al interior de la botella: al EGO, al "mi mismo". Entonces no le queda más remedio que retornar a un nuevo cuerpo físico, con el propósito de repetir su vida sobre el tapete de la existencia.
Muchos místicos que desencarnaron en las cavernas de los Himalayas, en el Asia Central, ahora son personas vulgares, comunes y corrientes en este mundo, a pesar de que sus seguidores todavía les adoren y les veneren. Cualquier intento de liberación, por grandioso que éste sea, si no tiene en cuenta la necesidad de disolver el EGO, está condenado al fracaso.
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