Agregados psíquicos del orgullo
El orgullo es silencioso, la vanidad es charlatana. El Señor rechaza a aquellos que se aferran a la vanidad. El Señor auxilia a quienes luchan por desintegrar los agregados psíquicos de la vanidad. En modo alguno sería posible establecer correctas relaciones con el Señor Íntimo y con todas las partes independientes y auto-conscientes del Ser, si no aniquilamos antes todos los agregados psíquicos de la vanidad.
La vanidad destruye las posibilidades de la iluminación. Grandiosa es la iluminación, más ésta sólo es posible aniquilando los agregados psíquicos de la vanidad. La iluminación es una gracia del Señor. Sólo los humildes pueden recibir la iluminación por gracia del Señor. Dichoso quien reciba el Poder Luz que viene del Padre.
La Gracia es ese Poder Luz. Ningún engreído, vanidoso, orgulloso, podría saber aprovechar conscientemente la Gracia, el Poder Luz que viene del Padre. Por ello es que, antes de recibir la Gracia del Viejo de los Siglos, debemos desintegrar los agregados psíquicos del orgullo místico, del engreimiento místico y de la vanidad mística. Hagamos, pues, plena diferenciación entre el orgullo místico, la vanidad mística y el engreimiento místico, y el orgullo, la vanidad y el engreimiento comunes y corrientes.
El orgullo, la vanidad y el engreimiento místicos se relacionan con los Iniciados o Adeptos y los simples aspirantes. La vanidad, el orgullo y el engreimiento, comunes y corrientes, on diferentes y los tienen mucha gente. Samael Aun Weor, Pistis Sophía develada
El yo negativo del orgullo místico engaña a los devotos del Camino, y éstos, sintiéndose sabios, aborrecen a su Maestro o le traicionan.
Samael Aun Weor Capítulo Nº 14 del libro Psicología Revolucionaria
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