Respuestas del Maestro
Didáctica Concreta para la Disolución del Ego Respuestas del Maestro
Les he enseñado hoy, pues, una Didáctica práctica a través de una Dialéctica definitiva. Y en este preciso instante vamos a entrar en Meditación. Pero antes, es necesario saber sobre qué vamos a trabajar, de lo contrarío no tendría sentido lo que vamos a hacer.
Como quiera que ustedes son personas que luchan por el auto-descubrimiento, es obvio que estarán trabajando sobre tal o cual error psicológico.
¿Hay alguno de ustedes que todavía no sepa sobre lo que va a Trabajar? ¿Es posible que exista aquí en este grupo algún hermano que no esté ocupado en desintegrar algún defecto? Si así fuere, me gustaría conocerlo. ¿Cuál de ellos?
V.M.- ¿Sobre cuál estás trabajando tú?
R.- Yo estaba tratando de Trabajar en la Meditación sobre la lujuria, ira, miedo, y entonces se confunde uno.
V.M.- ¿Pero sobre cuál estás trabajando, específicamente? Veo que eres un hombre juicioso y, por lo tanto, ya habrás especificado tu Trabajo.
R.- Yo he querido trabajar sobre la lujuria.
V.M.- El de la lujuria es capital y se trabaja durante toda la vida, pues allí está el pecado original, la raíz de todos los defectos. Pero siempre hay que trabajarlo asociado con algún otro. Que se trabaje la ira, pero la lujuria continúa; que se trabaje la envidia, pero la lujuria continúa; que se trabaje el orgullo, pero continúa la lujuria. Ese es capital.
P.- O sea, en una Meditación. ¿Hacer todo lo que se recuerda del YO?
V.M.- Eso de lo que se recuerda me suena incoherente, vago, impreciso, inodoro, insípido, insustancial, incoloro. Pensemos con exactitud cuál defecto acabas de descubrir en la práctica. Si estás alerta y vigilante como el vigía en época de guerra, tienes que haber descubierto algún defecto. ¿Cuál acabas de descubrir? ¿En qué situación te has visto ahora metido? ¿Tuviste alguna palabra de ira? ¿Tuviste algún impulso lujurioso? ¿Cuál fue el último que descubriste? ¿En qué situación? ¿Fue en casa, en un bar? ¿Qué te sucedió cuando estabas durmiendo?
R.- La ira.
V.M.- Un arranque de ira. Me gusta que seas sincero ¿sabes? Está bien. Pues eso es lo que uno tiene que hacer, vivir alerta y vigilante como el vigía en época de guerra. ¿Dónde fue la ira? ¿Cuál fue el momento? ¿Puedes tú visualizar el instante en que sentiste ira? ¿Puedes hacerlo? ¿Puedes visualizar, recordar cómo fue la cosa? Pues ahora vamos a trabajar sobre eso. Es de hechos incoloros, insípidos, inodoros, insubstanciales. Vamos a partir de hechos concretos, claros y definitivos, vamos a ser prácticos en un cien por cien. Reconstruye, visualiza esa escena de ira, y sobre eso vas a Trabajar ahora en la Meditación.
P.- Maestro, sucede que cuando uno descubre a un defecto que le está atacando, por ejemplo la ira, y uno suplica a su Divina Madre que se lo ayude a eliminar...
V.M. ¿De qué situación partiste? ¿Cuándo sucedió eso? ¿En qué calle, en qué número de casa? Yo quiero hechos, no me vengas con vaguedades.
R. Sucedió ayer precisamente, cuando en un ataque de ira, pues yo quería ir a escuchar su conferencia. Ese anhelo que tengo se sintió herido porque mi esposa no quería ir, entonces me airé, pero en ese mismo instante supliqué a mi Divina Madre. Y lo acusé, pero no sé si logré algo.
V.M. Vamos a ser más prácticos. Te airaste contra tu pobre esposa, pero, ¿tú ya sabes por qué te airaste?
R. Porque no me dejó ir a la conferencia.
V.M. De manera que hubo ira, no te dejó ir a la conferencia. ¿Qué se sintió herido en ese momento en ti?
V.M.- Entonces hay dos defectos: hay uno, ira, y otro, el orgullo. Sobre esos dos yoes vas a Trabajar ahora concretamente, prácticamente.
La petición que hiciste en ese momento está bien pero fue un poco a la ligera. ¿Ya reflexionaste sobre eso? ¿Ya reconstruiste la escena? ¿Cuántas horas estuviste en tu cama con tu cuerpo relajado, haciéndote consciente de lo que sucedió? ¿Me podrías decir exactamente? Pues está muy a la ligera y necesitamos ser más profundos.
El agua que corre turbia es el agua de poco fondo, necesitamos agua de mucho fondo. Los pozos, dijéramos, con poca profundidad, a la vera del camino, se secan bajo la luz del sol y se convierten en ciénagas, llenas de podredumbre. Pero en las aguas profundas donde habitan los peces y hay vida, son diferentes. Nosotros necesitamos ser más profundos. ¿Cuántas horas permaneciste en Meditación reconstruyendo la escena?
P.- Me gustaría saber sobre el Rasgo Psicológico Principal.
V.M.- Sí, es fundamental el Rasgo Psicológico Principal, porque cuando uno lo conoce lo trabaja, y entonces se hace más fácil la desintegración del EGO. Pero voy a decirles a ustedes una gran verdad: antes de explorarnos para conocer el Rasgo Psicológico Principal, debemos haber trabajado bastante, unos cinco años, por lo menos; porque no es tan fácil podernos descubrir el Rasgo Psicológico Principal.
En verdad, uno sobre su propia personalidad tiene falsos conceptos. Uno se ve a través de la fantasía, uno piensa sobre sí mismo siempre en forma equivocada. Más bien los demás pueden a veces verlo a uno mejor pero uno sobre sí mismo tiene conceptos falsos. No podría uno descubrir su Rasgo Psicológico Principal en tanto no haya eliminado un buen porcentaje de Agregados Psíquicos inhumanos. Por eso, si quieren conocer el Rasgo Psicológico Principal, que se trabaje por lo menos unos cinco años.
Después de unos cinco años podemos darnos el lujo de usar el sistema retrospectivo para aplicarlo tanto a nuestra vida actual presente, como a nuestras vidas anteriores. Entonces veremos con gran asombro que una y otra vez cometemos el mismo error. Descubriremos un error clave que en toda existencia ha cometido siempre los peores errores, y que siempre está especificado por un determinado delito y que ha sido el eje de todas nuestras existencias anteriores.
Pero obviamente, para practicar con cierta lucidez ese ejercicio retrospectivo hay que eliminar primero muchos yoes. De ninguna manera podría yo creer que se pudiese descubrir el Rasgo Psicológico Fundamental si uno no ha usado inteligentemente el sistema retrospectivo. Para usarlo de verdad con lucidez, también necesitamos ser sinceros. Cuando se está la Consciencia demasiado metida entre los YOES no hay lucidez. Entonces, el ejercicio retrospectivo en esas condiciones resulta incipiente, si no fantástico o equivocado. Ese es pues mi concepto.
P.- En la mañana sentí cierta reacción, más luego otra reacción que obedece a otro YO. En la Meditación ¿deberé dedicarme a los dos o sólo a uno?
V.M.- Bueno, en la Meditación debes dedicarte a uno, al primero. Más tarde te dedicas al otro. Ahora, con fines de Trabajo, dedícate al primero.
P.- Ese YO que se dejó fuera de la Meditación, ¿no se engorda?
V.M.- Tú lo dejas para otro evento, pero si no quieres que se engorde, no le des más alimento y verás que se vuelve flaquito.
P.- Maestro, usted nos ha enseñado un orden en el trabajo. Pero durante el día se le manifiestan a uno muchos defectos, por eso tal vez ha habido un mal entendimiento nuestro al buscar un Rasgo Psicológico. ¿Cómo podemos entender eso, y sobre qué se debería Trabajar?
V.M.- Hay que tener un orden en el Trabajo, claro está que sí. Y estoy de acuerdo. Pero al llegar la noche con tu cuerpo relajado, pasarás a practicar tu ejercicio retrospectivo sobre tu actual existencia o existencias anteriores, por lo menos sí sobre el día. Entonces vas a visualizar, a reconstruir los eventos del día. Ya reconstruidos, numerados, clasificados debidamente, proceder a hacer el trabajo. Primero un evento al que se puede dedicar 15 ó 20 minutos, otro evento al que le puedes dedicar media hora, otro evento 5 minutos. Todo depende de la gravedad de los eventos. Y así, ya ordenados, puedes trabajarlos en la noche tranquilamente y por orden.
P.- ¿Y para eliminarlos?
V.M.- También por orden, porque en cada trabajo sobre tal o cual evento entran los factores de descubrimiento, enjuiciamiento y ejecución. A cada elemento le aplicas los tres instantes. Descubrimiento: tú lo descubriste. Comprensión: cuando tú lo comprendiste. Y eliminación, con la ayuda de la Divina Madre Kundalini.
Así se trabaja, porque si vas a trabajar uno por uno, piensa cómo se te va a poner la cosa. Se te va a poner muy de «para arriba», porque en realidad de verdad te digo, o voy a repetirte, aquélla frase de Virgilio el Poeta de Mantua, en su divina Eneida: «Aunque tuviéramos cien lenguas para hablar y paladar de acero, no alcanzaríamos de enumerar nuestros defectos cabalmente».
De manera que si te propusieras a Trabajar un defecto dos meses, otro defecto otros dos meses y si son miles ¿cuándo los vas a eliminar a todos? Además, un defecto está asociado a otro, y el otro está asociado a otro. Rara vez aparece un defecto sólo, siempre a un defecto se le asocia otro. Así es que hay que trabajarlos con orden pero debidamente clasificados. Diariamente, hasta triunfar.
P.- Usted nos habla sobre el desorden de la casa. El Maestro G. habla sobre el desorden de la casa y habla sobre un Mayordomo interno, y sobre el cual unos YOES que gustan del trabajo y unos YOES que no gustan del trabajo. Para formar un Centro de Gravedad Permanente, ¿cómo podríamos entender esto?
V.M.- Pues, francamente eso de tal "Mayordomo" tan citado por Nicoll, y por G. y por Ouspenski, pues me parece una tontería. No tiene ningún valor. Por mi parte, jamás, o mejor dicho, éste que está aquí dentro que disolvió el Ego, con sinceridad, nunca usó eso del sistema del "Mayordomo".
Un día me decía un amigo que tenia una fabrica de pantalones por allá en El Salvador: «Maestro, si yo desintegro el Yo útil que hace pantalones en mi fábrica, entonces, ¿quién va a seguir haciendo pantalones?, ¿Va a fracasar mi fábrica?» No te preocupes le dije buen amigo, si tú desintegras ese YO, una parte del Ser correspondiente a toda clase de artes, se encargará de la labor de hacer pantalones. Y lo hará mejores que tú. Mi amigo se mostró satisfecho y continuó a su cargo.
Los YOES buenos hacen buenas obras, pero no saben hacer buenas obras. Hacen el bien cuando no se debe hacer. Le dan una limosna a un marihuanero para que vaya a comprar más marihuana, le dan limosnas a un borracho para que siga emborrachándose, le dan limosna a un rico que pide limosna, y cosas por el estilo. Los YOES del bien no saben hacer el bien.
En última instancia, nosotros tenemos que pelear contra el bien y contra el mal. Francamente, en última síntesis, nosotros tendremos que pasar más allá del bien y del mal y empuñar la Espada de la Justicia Cósmica. Al fin y al cabo, ¿qué es lo que llamamos bien? Hagámonos conscientes de eso que llamamos bien. Bueno es todo lo que está en su lugar. Malo es lo que esta fuera de lugar.
Por ejemplo: el fuego es bueno pero, ¿qué tal si quemase las cortinas o los asara a ustedes vivos?, ¿Cómo les parecería?, ¿Les gustaría sentirse convertidos en teas encendidas? Veo que no, ¿verdad?.
Ahora el agua: en ese vaso está bien, todavía en la cocina sirve para lavar los platos. Pero, ¿qué tal el agua inundando todas las habitaciones? Sería mala, ¿verdad?
Una virtud, por muy santa que sea, si queda fuera de lugar, se vuelve mala. A ustedes, ¿les gustaría ya como Instructores Gnósticos dar las Enseñanzas en alguna cantina? Ustedes, como Instructores Gnósticos, ¿irían a una casa de citas o a un prostíbulo?, ¿Les gustaría? Creo que no. Y si les gusta, pues no se lo recomiendo, pues eso ya seria malo, absurdo.
Así que bueno lo que está en su lugar y malo lo que está fuera de lugar. Entonces, al fin y al cabo, las palabritas vienen mal marcadas, fuera de uso. Podríamos más bien decir correcto e incorrecto. Así que lo importante en la vida es, dijéramos, disolver los YOES, sean buenos o malos, no importa.
V.M. Samael Aun Weor Didáctica del Autoconocimiento: Capitulo 5º Didactica Concreta para la Disolución del Ego
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