El trabajo psicológico

Discípulo. Maestro, me gustaría que nos hablara algo sobre los problemas. ¿Cómo se forman los problemas y cómo se destruyen? ¿Qué posición psicológica deben adoptar los gnósticos frente a ellos?

Maestro. Con el mayor gusto daremos respuesta a tu pregunta, mi estimado F. V. U. Obviamente, el PROBLEMA entiendo, no es más que UNA FORMA MENTAL CON DOS POLOS: Positivo y Negativo. Tal forma existe porque la Mente la sostiene, y deja de existir cuando la Mente deja de sostenerla.

Nosotros no debemos tratar de resolver problemas. Necesitamos disolverlos. Un problema se disuelve cuando se olvida. El hecho es el hecho; el problema es algo diferente. No hay que confundir al hecho con el problema.

Desafortunadamente, las gentes, debido al temor (que es el peor enemigo de la humanidad), no abandonan el problema. Si las gentes no tuvieran temor, dejarían de sostener con la Mente ese problema, lo olvidarían.

Obviamente, la sucesión eventos e instantes mecánicos continuaría y algún desenlace tendrían, pero el problema dejaría de existir.

Que se necesita cierto valor, es cierto. Pero, ¿no... ...un problema? Si nosotros analizamos bien todo el proceso de constitución de los problemas, tenemos el siguiente: La causa causorum de tal o cual problema existe en la IDENTIFICACIÓN, cuando uno se identifica con éste o aquél, con tal o cual evento, con tal o cual suceso o acontecimiento, entonces, viene el problema. Y ese batallar de antítesis del problema.

Obviamente, el resultado es la preocupación. Si nosotros analizamos la preocupación, en sí misma, veremos que es eminentemente destructiva: el CENTRO EMOCIONAL ALTERADO, pone a trabajar en forma desordenada al CENTRO INTELECTUAL, y también excita, en forma inarmónica, las actividades del CENTRO MOTOR.

Si observamos a una persona preocupada, veremos en el entrecejo...  ...en el movimiento de sus manos, etc., la pésima actividad del Centro Motor; obviamente éste marcha en forma desordenada.

Y en la Mente, no hay duda de que hay un batallar de antítesis espantoso. Podría decirse, de una preocupación ocasionada por un problema, que es un verdadero caos dentro de nosotros mismos: No tiene orden, no lleva una dirección definida. Los tres Centros, pues, están activos delante la preocupación: el Emocional, el Intelectual y el Motor, Indiscutiblemente, el DESGASTE PSÍQUICO y ocasionado por la preocupación suele ser espantoso.

Exageradas preocupaciones traen úlceras al estómago, daños al cerebro, etc., etc., etc. Las personas demasiado preocupadas, por lo común tienen pésima digestión. Se altera el funcionalismo digestivo, porque la preocupación arruina a todo el Fondo Vital del organismo y altera a todo el organismo humano.

Lo interesante es aprender a eliminar las preocupaciones. Cuando uno logra someter a ese par de ELEFANTES que tenemos en nuestro organismo, que son el Centro Intelectual y el Centro Motor, obviamente la batalla está ganada. Porque este par de elefantes pueden someter al Centro Emocional, y en ese caso, la preocupación se desintegra.

De modo que, cuando estamos muy preocupados, obviamente, nos hemos olvidamos de sí mismos, de nuestro propio Ser Interno. Durante la preocupación nos hemos identificado con el problema; no tiene uno tiempo para pensar en otra cosa que nos sea el problema... esa horrible preocupación.

Quien quiera eliminar las preocupaciones debe, ante todo, estar en ese estado psicológico que se llama “LA ÍNTIMA RECORDACIÓN DE SÍ MISMO”. Cuando uno se recuerda a sí mismo profundamente, entonces, en todo caso, cesa la corriente desordenada de los pensamientos y de los deseos y emociones; eso es obvio.

Mas creo que todos, o muchos de los hermanos gnósticos que escuchen este casete, quisieran así, como una técnica para acabar con alguna violenta preocupación, y nosotros, con el mayor gusto se la vamos a proporcionar en este casete.

Decía que sometiendo ese par de «elefantes» que son el Centro Intelectual y Motor, podemos, por medio de ellos, controlar al Centro Emocional. Claro, se necesita una técnica, repito, y con el mayor gusto la vamos a dar:

Para normalizar al Centro Motor, conviene relajar completamente el cuerpo. Empezar por relajar los nódulos del cerebro, los músculos de la cara, de los ojos, las comisuras de los labios, el cuello, los brazos, las manos, el tronco, el estómago, las piernas, los pies, y respirar honda y profundamente...

La asana aconsejable, o la postura aconsejable para esta relajación, es acostarse uno en su lecho o sentarse en un cómodo sillón. Con el cuerpo relajado, respirando en una forma rítmica y profunda, queda controlado el Centro Motor.

En cuanto al Centro Intelectual, propiamente dicho, tenemos que no hacerle caso al proceso ese de raciocinio y de antítesis; si nosotros nos acordamos de nuestro propio Ser... ..y nos concentramos en nuestro Dios Interno, obviamente nos olvidamos de todos esos procesos intelectuales, queda la Mente en silencio.

Y ya sometidos este par de elefantes (que son el Centro Motor y el Centro Intelectual), entonces, mediante los mismos podemos someter el Centro Emocional. Es claro, una Mente serena, pasiva y un cuerpo relajado, de hecho, son decisivos para que influyan en el Centro Emocional. Éste cesa sus movimientos desordenados, es decir, se aquietan las emociones, quedan en suspenso y la preocupación pasa.

Pensemos en lo que es el Centro Intelectual quieto y en silencio; en lo que es el Centro Emocional quieto y en silencio; en lo que es el cuerpo físico completamente relajado; entonces, en suspenso la preocupación ha dejado de existir, entonces, en esos instantes, el problema ha sido olvidado; y problema olvidado, es problema disuelto; adviene la Paz.

Después de esta práctica lo vemos distinto. Si miramos el evento aquél que proporcionó la preocupación, que dio origen al problema, ya no lo vemos como lo estábamos viendo antes de la práctica; lo podemos observar en forma distinta, diferente.

Ha dejado de existir el problema, se ha acabado la preocupación. Aunque pueda....ya no nos importa, el miedo ha quedado también cancelado. Así pues, esto es lo que conviene saber en relación con los problemas y las preocupaciones. Hasta aquí mi respuesta.

D. Maestro, quisiera preguntarle ahora, ¿cuáles son los tres pasos, de los cuales usted ha hablado, para la destrucción de los Egos? Y también, que nos aclare algo sobre cómo se disfrazan los Egos, para hacerse más difícilmente identificables y por lo tanto más difíciles de destruir.

M. Con el mayor gusto voy a dar respuesta a nuestro hermano V., sobre este asunto de los Yoes. Ciertamente, NECESITAMOS AUTOOBSERVARNOS para conocernos. En principio, nuestros estudiantes gnósticos no saben, ciertamente, qué es lo que deben observarse. Cuando se comienza la Autoobservación todo resulta caótico (no se tiene todavía la práctica), nos parece nuestra psiquis, confusa.

Conforme nosotros vamos desarrollando el Sentido de la Autoobservación a través del vivo ejercitamiento práctico, comenzamos también a percibir, vagamente, algo de nosotros mismos que antes no conocíamos; posiblemente descubramos que tenemos un defecto que antes nunca sospechábamos: tal vez un mala voluntad hacia alguien, también un deseo inferior o una emoción negativa, o cualquier otro defecto psicológico.

Cuando uno realmente ya ha descubierto, aunque vagamente, algo de lo cual antes no se había dado cuenta, entonces, incuestionablemente, se centra ya, pues, sabe sobre qué trabajar, y surge con notoriedad el propósito del trabajar. ¿Cómo podría surgir tal propósito si no hubiese algo sobre qué trabajar? Sólo sabiendo sobre qué debemos trabajar, puede nacer en nosotros el incentivo, es decir, el propósito del trabajar.

Lo curioso es que viene al vernos.....al descubrir ese defecto, a comprender también que.....esclavos de tal o cual error. El trabajo subsiguiente consistirá en SEPARAR ESE ERROR DE NUESTRA PROPIA PSIQUIS.....ahora, separarlo es lo fundamental.

Esto de separarlo implica un nuevo paso, y posiblemente hasta un tremendo superes fuerzo. Cuando uno avanza en el trabajo puede desintegrar ese error, hasta volverlo polvo. Es claro que se necesitará, pues, de una Fuerza superior a la Mente, capaz de desintegrar el error que hemos descubierto.

Existe tal Fuerza: es la SERPIENTE ÍGNEA de nuestros mágicos poderes, la Kundalini (ese Fuego Serpentino, anular que se desarrolla en el cuerpo del asceta y que citan tantos Sabios Orientales). Tal Fuego Súper-Astral o Fuego Solar, convenientemente dirigido contra el Yo psicológico que personifica al error (descubierto por medio de la Autoobservación), viene naturalmente a desintegrarlo, a pulverizarlo, para liberar a la Esencia.

Ahora bien, en la cuestión ésta del Autodescubrimiento, necesitamos ser didácticos, necesitamos OBSERVAR cuidadosamente el comportamiento del error, o mejor dijéramos, del YO PSICOLÓGICO que personifica el defecto, EN CADA UNO DE ESOS TRES CENTROS llamados: Intelectual, Emocional y Motor Cualquier defecto está personificado por algún Yo psicológico. Hay una debida forma como se expresa en el Centro Intelectivo; otra, el modo como se comporta en el Centro Emocional (situado en el corazón); y otra la manera como se comporta en los Centros Motor, Instintivo y Sexual.

Esas tres formas de comportamiento de un Yo, bien vale la pena que las observemos cuidadosamente. Porque observándolas, podremos descubrir nosotros ese error que debemos eliminar, ese Yo que queremos erradicar de nuestra Naturaleza Psíquica.

Así pues, cuando se me pregunta sobre los TRES PASOS que hay que dar, me refiero, exclusivamente, a la observación minuciosa de tal o cual Yo psicológico en los tres Centros: Intelectual, Emocional y Motor-Instintivo-Sexual.

Vean ustedes que los Centros: Motor, Instintivo y Sexual, los resumo como si fuesen uno, porque son tres Centros Inferiores que se coordinan para formar, dijéramos, una especie de Personalidad. Por eso en cada persona HAY TRES PERSONALIDADES muy marcadas: la Intelectual, la Emocional, y la Instintiva-Motor-Sexual.

Son tres Personalidades.....estudiar cómo se comporta el Yo en lo Intelectual; cómo se comporta en lo Emocional, es fundamental; y cómo se comporta en los diferentes Centros Motor, Instintivo y Sexual, es extraordinario. Ahora, al Auto observarnos lo hacemos con el evidente anhelo de Auto descubrirnos, de Auto conocernos.

¿Cómo podría surgir, verdaderamente, el propósito de trabajar sobre sí mismo, sino se auto conoce, sino se auto descubre? Hay que saber que no nos conocemos a sí mismos. Porque una cosa son las ideas, los conceptos que uno tenga sobre uno mismo, y otra cosa es lo que es uno mismo.

Estoy seguro que los que están escuchando este casete, no se conocen. Tienen sobre sí mismos ideas equivocadas. Si ellos se auto observaran, descubrirían dentro de sí mismos elementos psicológicos insospechados. Es, pues, importante, la Autoexploración a través de la Autoobservación. Naturalmente que se necesita el propósito de trabajar sobre uno mismo, si se quiere un cambio radical interior profundo.

Más tal propósito no podría salir de la nada. Incuestionablemente, ese propósito del trabajo, sólo podría originarse de la Autoobservación, que nos da a su vez el Autoconocimiento. Cuando uno descubre mediante la Autoobservación, la existencia de tal o cual elemento indeseable, surge, en sí mismo, la decisión de un propósito, es claro que sí. Surge en uno el propósito de erradicar ese elemento; y es natural que si persevera en el propósito, pues, adviene el triunfo.

Es necesario que los que escuchen este casete, se propongan de verdad, a trabajar de acuerdo con las indicaciones que aquí damos.

Hay, naturalmente, algunos que hacen propósitos en la vida: Alguien puede tener el propósito de tener una profesión, titularse para vivir una vida en buenas condiciones económicas. Otro, puede tener un propósito incipiente, cual es el de conservar su posición, su capital, etc., etc. Mas también es verdad que si no tiene uno un propósito en la vida, uno sería como un barco sin vela y sin motor, o sin timón; estaría condenado al naufragio.

Naturalmente que estos propósitos de la Horizontal de la vida, son muy distintos a los propósitos de la Vertical; eso es claro.

El propósito, por ejemplo, de trabajar sobre uno mismo, puede estar reñido con los propósitos de la vida, tal como se procesa en la Línea Horizontal de la existencia.....los propósitos de la Vertical no tienen ninguna significación en la Línea Horizontal de la existencia. Cuando uno tiene el propósito de trabajar sobre sí mismo, si otro conoce nuestro propósito, no le hallará sentido a eso.

Hay cosas, por ejemplo, en la vida práctica, que son correctas, y sin embargo,...Vertical de la existencia no están tan correctas. Quien se propone trabajar sobre sí mismo, incuestionablemente, tiene otras Leyes, queda sometido a otras Leyes. Pero no son unas Leyes que lo perjudiquen, al contrario, son Leyes que lo benefician y que a la larga le permiten....eliminar de nuestra naturaleza íntima los elementos psicológicos indeseables es el mejor....y sólo así se consigue el verdadero Despertar, que es el objetivo de todo nuestros Trabajos Esotéricos.

Hasta aquí va, pues, la respuesta, con respecto a los tres pasos de que nos ha hablado nuestro hermano V.

Samael Aun Weor

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