Sustancias

El Maestro G., hablando sobre substancias y fuerzas dijo: Volviendo a la ley del tres, debemos de aprender a encontrar a las manifestaciones de esta ley en todo cuanto hagamos y en todo cuanto estudiemos.

AL aplicar esta ley en cualquier medio, en cualquier hecho, veremos que nos revela muchas cosas nuevas, mucho que antes no veíamos. Tomemos a la Química como un ejemplo. La Química ordinaria no conoce a la ley de la trinidad y estudia a la materia sin tomar en cuenta sus propiedades cósmicas.

Pero existe otra Química, aparte de la ordinaria; es una Química especial que podemos llamar Alquimia. Esta Química estudia a la materia tomando en cuenta a sus propiedades cósmicas.

Como se indicó anteriormente, las propiedades cósmicas de toda substancia las determinan, primero, el lugar que la substancia ocupa y segundo, la fuerza que actúa a través de ella en un momento dado. Aún en el mismo lugar, la naturaleza de una substancia dada sufre un gran cambio; y este cambio depende de la fuerza que esté manifestándose a través de ella.

Cada substancia puede ser conductora de las tres fuerzas (Primero, Segundo y Tercer Logos) y conforme con esto, puede ser activa, pasiva o neutra. Y en el caso de que no se manifieste ninguna fuerza a través de ella en un momento dado o si se le toma sin relación alguna con la manifestación de las fuerzas, la substancia no puede ser activa, ni pasiva, ni neutra.

La substancia aparece, en esta forma por así decirlo, en cuatro aspectos o estados diferentes. En este sentido es necesario tener muy en cuenta que cuando hablamos de materia no lo hacemos de elementos químicos.

La Química especial que estamos tratando ve una función separada en cada substancia, aún en la más compleja; la ve como a un elemento. Esta es la única manera en que se puede hacer el estudio de las propiedades cósmicas de la materia porque todos los compuestos complejos tienen su propia finalidad y propósito cósmico.

Si lo vemos desde este punto de vista, el átomo de cualquier substancia dada no es sino la cantidad más pequeña de dicha substancia. Retiene a todas sus propiedades químicas, físicas y cósmicas. En consecuencia, el tamaño de los átomos de diferentes substancias no es siempre el mismo y en algunos casos, un átomo, puede ser una partícula visible aún para el ojo físico.

Los cuatro aspectos o estados de toda substancia tienen nombres precisos. Cuando una substancia es conductora de la primera fuerza o de la fuerza activa, se la llama carbono; y como al carbono de la Química, se le designa con la letra C. Cuando una substancia es conductora de la segunda fuerza o de la fuerza pasiva, se la llama oxígeno; y como al oxígeno de la Química, se le designa con la letra O.

Cuando una substancia es conductora de la tercera fuerza o fuerza neutra, se la llama nitrógeno; y como al nitrógeno de la Química se le designa con la letra N. Cuando se toma a la substancia sin relación a la fuerza que se manifiesta a través de ella, se la llama hidrógeno; y como al hidrógeno de la Química, se le designa con la letra H.

A las fuerzas activas, pasiva y neutra, se le designa con los números 1, 2 y 3; y a las substancias con las letras C, O, N y H. Es indispensable que se entiendan estas denominaciones. Pedro Ouspensky comentando dijo: uno de nosotros preguntó ¿Corresponden estos elementos a los cuatro elementos de la Alquimia, el fuego, el aire, el agua y la tierra?

Sí, contestó G., efectivamente, corresponden a ellos pero nosotros utilizamos éstos. Luego podrán entender la razón de esto." Bueno, hasta aquí el maestro G. Ahora vamos nosotros a fondo con este formulario alquímico. Ya en nuestro precedente Mensaje de Navidad 1968-1969 hablamos sobre el Ain Soph, ese átomo súper-divino que reside en las ignotas profundidades de nuestro propio Ser.

En última síntesis, cada uno de nosotros no es más que un átomo del espacio abstracto absoluto, ésa es la estrella interior que siempre nos ha sonreído. Cierto autor decía : "Levanto mis ojos a las estrellas de las cuales me ha de llegar el auxilio, pero yo siempre sigo a la estrella que guía en mi interior." Debemos hacer una diferenciación especifica entre el Ain Soph y el Ain Soph Paranishpanna. En el primer caso no existe auto-realización interior, en el segundo, sí existe.

Cualquier Mahâtmâ sabe muy bien que antes de entrar al Absoluto debe disolver los cuerpos solares. Es ostensible que de tales vehículos cristicos quedan cuatro átomos simientes. Es indubitable que tales átomos corresponden a los cuerpos físico, astral, mental y causal.

Es obvio que los cuatro átomos simientes se absorben dentro del átomo súper-divino Ain Soph Paranishpanna junto con las tres fuerzas primarias, leyes, esencia y principios espirituales. Luego viene la Noche profunda del Mahâpralaya. El Ain Soph sin auto-realización íntima no posee a los cuatro átomos simiente, es un simple átomo del espacio abstracto absoluto, eso es todo.

En Alquimia, la letra C simboliza al cuerpo de la voluntad consciente, al carbono de la Química oculta. En Alquimia, la letra O simboliza al cuerpo mental solar fabricado en la Forja de los Cíclopes, al oxígeno de la Química sagrada.

En Alquimia, la letra N simboliza al auténtico cuerpo astral solar, tan diferente al cuerpo de deseos. Es obvio que el legítimo cuerpo sideral es el nitrógeno de la Química ocultista.

En Alquimia, la H de hidrógeno simboliza al cuerpo físico, al vehículo tridimensional de carne y hueso. No exageramos, pues, sí enfatizamos la idea transcendental alquimista de que un Ain Soph Paranishpanna (átomo super-divino-auto-realizado) posee dentro de sí mismo a cuatro átomos simientes: carbono, oxígeno, nitrógeno e hidrógeno.

Con estos cuatro átomos alquímicos reconstruye el Ain Soph Paranishpanna al carro de Mercabah (también: Mercavah), a los cuerpos solares, para entrar a cualquier universo cuando es necesario. No olvidemos que Mercabah es el carro de los siglos, el Hombre celeste de la Cábala. Como consecuencia, como corolario podemos y debemos afirmar que aquéllos que no han realizado el trabajo en la Novena Esfera (el sexo), no poseen en realidad al carro de Mercabah.

Es incuestionable que todo cambia en el campo de acción de la Prakriti debido a las modificaciones de la Traigunya Yazakti y que los seres humanos también nos modificamos en forma positiva o negativa, pero si no fabricamos al carro de Mercabah Ain Soph quedará sin auto-realización íntima.

Aquéllos que no han eliminado al Abhaya Samskâra (también: Abhaya Sanskâra), al miedo innato, huirán de la Novena Esfera diciéndole a otro que el trabajo en la Forja de los Cíclopes (el sexo) es inútil.

Esos son los hipócrtas fariseos que cuelan al mosquito y se tragan al camello, los fracasados que no entran al Reino ni dejan entrar. En verdad, el sexo es piedra de tropiezo y roca de escándalo.

Samael Aun Weor.

Añadir un comentario