Nabucodonosor
El rey Nabucodonosor veia en su sueño una gran estatua: Su cabeza era de oro, su pecho y sus brazos de plata, su vientre era de cobre (de metal, como se dice) y sus piernas y sus pies eran en parte de hierro y en parte de barro cocido.
Entonces Nabucodonosor-Rey, llamó a todos los Sabios de Babilonia para que le interpretaran el sueño. Cuando ellos le requerían que lo diese a conocer, diciéndole: Dime tu sueño y lo interpretaremos, él guardaba silencio y solamente se limitaba a responder:
Mi sueño no lo cuento, no lo digo, porque sé muy bien que vosotros ponéis dilaciones, en tanto se cambia el tiempo y se mudan las circunstancias.
Si sois tan Sabios, decidme cuál fue el sueño, qué fue lo que yo soñé, y luego dadme la interpretación ... Protestaban naturalmente todos los Sabios y decían: Jamás Rey ni Príncipe alguno fue tan exigente.
Enfurecido el Monarca lo hizo llevar a las prisiones y a la muerte. Así estaban las cosas, hasta que surgió DANIEL, el Profeta (que entonces se llamaba en la tierra de Babilonia, BELTSASAR) y dijo: Yo diré el sueño al Rey y daré su interpretación... Claro Daniel se había preparado con anticipación.
Había estudiado en el Mundo Astral el sueño del Rey; había salido del cuerpo, había investigado ese sueño, de manera que ya estaba listo... El Monarca dijo: ¿Eres tú capaz de saber qué soñé? Sí, señor. Tú soñaste con una gran estatua. Su cabeza era de oro, su pecho y sus brazos eran de plata, su vientre era de cobre y sus piernas y sus pies en parte eran de hierro y en parte de barro cocido. Eso significan cuatro Reinos que se suceden siempre en la historia del mundo”...
Claro, indubitablemente se refería a las cuatro Edades: la cabeza, a la Edad de Oro; el pecho y los brazos, a la Edad de Plata; el vientre, a la Edad de Cobre, y las piernas y los pies (en parte de hierro y en parte de barro cocido) a la Edad de Hierro, que es en la que estamos nosotros: En parte fuerte y en parte frágil. Fuerte aparentemente, pero frágil porque vendrán los grandes terremotos, los grandes maremotos y espantosos cataclismos que acabarán con toda esta perversa civilización de víboras.
¡Ésa es la cruda realidad!... Claro, Asombrado Nabucodonosor-Rey hizo ponerle a Daniel la Túnica de Púrpura y sobre su pecho un collar precioso y en su dedo un anillo de diamante y lo declaró Gobernador de todo el Reino.
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